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Cómo reconocer medicamentos falsificados

Durante los últimos años, la falsificación de medicamentos ha captado el mercado de los remedios destinados a combatir graves enfermedades. Los laboratorios y otras entidades han tomado cartas en el asunto para evitar la circulación de los mismos y advertir a la sociedad acerca de este peligro.


Si bien hasta hace unos años la falsificación de remedios se detectaba en su mayoría en aquellos de distribución masiva, como analgésicos u otros comprimidos, en la actualidad este delito se ha extendido a remedios de alto costo entre los que se encuentran los oncológicos, los antirretrovirales o los utilizados para los casos de hemofilia.

Según explica María José Sánchez, coordinadora del Programa de Pesquisa de Medicamentos Ilegítimos del Instituto Nacional de Medicamentos (Iname), actualmente hay más casos de adulteración de los contenidos (relleno o recambio del producto por otra sustancia similar dentro de su envase original) que de falsificación total del producto.

Para evitar la compra de remedios adulterados o falsos hay una serie de consejos a tener en cuenta:

  • Adquirir medicamentos en farmacias habilitadas y tener en cuenta que en la Argentina Internet no está habilitado como espacio de venta.
  • Al recibir el remedio, observar bien la unidad, verificando que no esté deteriorada y que no haya signos de manipulación en la misma.
  • Controlar que los precintos, etiquetas u hologramas de seguridad que pueda tener el producto estén en buen estado y que no hayan sido despegados antes y vueltos a pegar.
  • En aquellos medicamentos de consistencia líquida, como los inyectables o bebibles, es fundamental mirar el tapón del recipiente contenedor para verificar que esté en perfecto estado sin muestras de haber sido perforado, despegado a manipulado de alguna manera.
  • Tener en cuenta que si los remedios son suministrados dentro del ámbito hospitalario, todo paciente tiene derecho a verificarlos previamente.

En la Organización Mundial de la Salud, estiman según estadísticas que alrededor del 50 por ciento de los remedios que se venden por Internet son falsos o no reúnen los requisitos mínimos de calidad.

Pero el mercado es amplio e Internet no es el único lugar en el que circulan este tipo de remedios. Justamente muchas de las denuncias que permiten la identificación de productos farmacéuticos falsos provienen de enfermeros que, encargados de administrarlos, notan algún signo sospechoso.

Ante el descubrimiento de medicamentos falsificados, las farmacéuticas se ven obligadas a retirar el lote completo de dicho producto que se encuentra en el mercado, debido a que actualmente los productos adulterados presentan el envase original o un envase que contiene un número de lote de un producto real. Todo el lote debe ser destruido aunque haya altas probabilidades de que cuente con productos originales que no sufrieron ninguna adulteración.

Frente a esta creciente delito, la industria farmacéutica ha optado por la implementación de sistemas de trazabilidad que se basan en la aplicación de etiquetas especiales e inviolables que contienen un código a través del cual puede seguirse el trayecto de cada unidad desde que sale de la fábrica hasta que llega al paciente.

Distintas empresas productoras aplican este sistema para que cualquier persona pueda verificar la originalidad del producto a través de Internet o telefónicamente, generando de esta manera un mayor control sobre los medicamentos.

Fuente: Diario La Nación 27 de junio de 2010

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