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Actividades para las vacaciones de invierno

En vacaciones de invierno los chicos reclaman diversión, mientras los padres hacen malabares para seguir con su rutina y armar programas en estos días sin colegio. ¿Qué hacer cuando las ideas se agotan?

Cuando llegan las vacaciones de invierno muchos padres desean que esta vez no sean iguales a las del año pasado, en las que largas colas en el teatro o el cine, constantes actividades, reclamos de los chicos que querían hacer y comprar de todo y el trabajo que se acumulaba sin dar respiro, terminaron por agotarlos. 

Las vacaciones de invierno, como todo cambio, generan desprolijidad, ansiedad por qué hacer con el tiempo libre y hasta a veces mucha exigencia, tanto de los padres como de los hijos, de tener que hacer algo siempre y no tolerar el ocio, los espacios vacíos, el aburrimiento. Se alteran los ritmos habituales y esto puede desestructurar a una familia acostumbrada a lo seguro, pautado, fijo.

Para evitar que las vacaciones resulten en un combo explosivo de desorganización, actividades por demás y cansancio, vale la pena crear un nuevo orden, siendo más flexibles porque ahora hay más tiempo por ejemplo para dormir o para jugar, pero sin perder el eje. Organizar salidas pautadas para que los chicos puedan esperar sabiendo que, por ejemplo, el sábado van a tener una actividad que les gusta, no ceder a reclamos constantes y responder a ellos con regalos y desde la culpa por no poder estar todo el tiempo con los chicos, saber que siempre una cuota de aburrimiento es el motor para la creatividad, el ocio y la posibilidad de generar nuevas ideas, y que no hacer nada y descansar después de unos meses repletos de horarios y responsabilidades también está bueno, puede ayudar a evitar el descalabro en estas dos semanas sin colegio.

Como jugar, visitar amigos, primos, tíos, abuelos siempre son buenos planes, te proponemos algunas actividades ideales para compartir en familia:

  • Que los chicos coman lo que cocinaron con sus propias manos puede ser una experiencia muy divertida. Optando por recetas fáciles como pizzas con distintos ingredientes, tortas, galletitas, trufas, etc., la cocina puede convertirse en un espacio de creación súper libre para los más pequeños. Ver ideas para cocinar con los chicos.
  • Jugando al jardinero: armar con los chicos macetas con plantitas aromáticas es muy fácil y entretenido. Además, ellos pueden observar su crecimiento mientras lo plasman en sus dibujos y luego ayudar a mamá en la cocina colocando estas hierbas en las recetas caseras. Perejil, albahaca, tomillo, orégano, salvia, romero, menta, entre otras, son algunas de las opciones disponibles en el súper o los viveros.
  • Siempre surgen lindas historias mirando fotos en familia. Recordar esos viajes y momentos compartidos y mostrarle a los más chiquitos cómo eran de bebés o cómo eran sus papás de chicos suele ser muy entretenido para ellos. También se pueden organizar juegos con estas fotos: por ejemplo, repartir fotos dadas vueltas o elegir una foto si no las tenemos impresas,  para que cada uno escriba una historia sobre lo que pasaba en esa foto que le tocó o inventarla. Los más grandes pueden colgar una pizarra de corcho en su cuarto para poner sus fotos preferidas.
  • Organizar una “excursión” a la oficina de mamá o papá para que los chicos conozcan donde trabajan y compartan un rato más con sus papás siempre es una salida inolvidable.
  • Otra de las opciones es aprovechar estas vacaciones para que los chicos compartan más tiempo con sus amigos y organizar por ejemplo un pijama party aprovechando que los chicos no tienen que acostarse temprano ni estudiar. También se pueden turnar entre madres para armar meriendas de amigos en la semana o paseos por la plaza y el barrio.



Y para esos días en los que la casa queda chica, vale agendar algunas salidas divertidas y originales: Ver Agenda de actividades

Asesoró: Lic. Alejandra Libenson, psicopedagoga,
autora de Criando hijos, creando personas y Los Nuevos Padres

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