Aunque los bebés exclusivamente amamantados tragan menos aire que los bebés alimentados con mamadera o biberón, aún así es necesario ayudarlos a eructar. Lo que se recomienda es intentar un minuto, si al minuto no hacen provechito no es necesario seguir insistiendo.

A veces basta con sentarlo derecho después de darle el pecho o levantarse y caminar cargándolo sobre el hombro. Si aún así no eructa, estas posiciones también pueden ayudar:

 
Figura 1:

Poner al bebé contra el pecho de manera que su cabeza quede sobre nuestro hombro. Frotar o hacerle palmaditas suaves sobre su espalda.





Figura 2:

Acostar al bebé en el regazo, con el estómago sobre una de las piernas. Asegurarse de que su cabeza y cuello estén apoyados y voltear su cara hacia un lado. Frotar o dar palmaditas suavemente en su espalda, desde la cola hasta el cuello. 

 


Figura 3:

Sentar al bebé en el regazo. Sostener la cabeza y el cuello del bebé acunando la barbilla sobre la mano. Poner la mano sobre el pecho del bebé de manera que al sostener su barbilla, la cabeza y el cuello también queden sostenidos.