Cómo elegir la silla de comer para el bebé

Si no la heredamos de un familiar o alguna amiga, ni la compramos antes, cuando se acercan los seis meses del bebé y la palabra “papilla” se incorpora a nuestro vocabulario habitual, empezamos a pensar en la sillita de comer.

Hay varias opciones dependiendo de las necesidades y gustos de cada familia, pero antes de elegir un modelo hay que tener en cuenta algunos aspectos:

-Lo primero que hay que evaluar es la seguridad que brinda la sillita. Es importante que cuente con un arnés o cinturón de seguridad para que el bebé esté firme y no se resbale ni se deslice fuera de ella. Las patas deben separarse bien entre sí, para mayor estabilidad, y la estructura debe ser firme y liviana, además de contar con antideslizantes en la bas y si tinene ruedas, hay que inmovilizarlas.

-Para disminuir las lesiones graves por caídas, es conveniente que la silla no sea muy alta. Si es de altura graduable, hay que mantenerla lo más baja posible. 

-También hay que comprobar, pasando una mano por toda la estructura, que la silla no tenga ningún borde filoso que sobresalga ni accesorios que cuelguen (sobre todo objetos pequeños que el bebé pueda llevarse a la boca).

-Otra de las cosas que hay que considerar es que la silla sea lavable o que esté hecha con un  material que se limpie fácilmente, porque a los bebés les encanta experimentar con las comidas y ensucian mucho cuando comen.

-Por último, hay que detenerse en las especificaciones de la silla y mirar el peso límite para calcular aproximadamente por cuánto tiempo puede usarla el bebé. Por lo general, las sillitas de comer se utilizan hasta los 2 o 3 años, o hasta que el niño deje de sentirse cómodo en ella. 

Prevención de accidentes al usar la silla:

•  El niño debe encontrarse sujeto siempre, aunque sea por corto tiempo y acompañado de un adulto
•  Tener en cuenta que  el niño puede impulsarse con sus pies apoyándose en la mesa u otra superficie vertical y volcar la silla hacia atrás
• Hay que mantener la silla lejos de ventanas, electrodomésticos, correas de persianas, enchufes, tóxicos, , y medicamento. Especialmente con elementos cortantes (cuchillo sobre la mesa o mesada) o recipientes con contenido caliente (olla sobre la mesa, plancha).
• No usar la silla cerca de una mesa de vidrio o cerca de  una mesa con  mantel 

Tipos de sillas de comer

Sillas de pie clásicas

Son la opción más clásica y suelen contar con bandejas y la posibilidad de plegarlas:

Imagen: Baby Company

Dentro de esta opción hay sillitas más completas que además de tener bandeja y ser plegables, tienen alturas regulables para adaptarlas a medida que el niño va creciendo, o la posibilidad de utilizarlas como booster.

Imagen: Keter

Algunas, incluso tienen el asiento rebatible para usarlas cuando el bebé es más chiquito:

Imagen: Baby Company

Dentro de esta categoría hay un modelo con distintas alturas que puede usarse con huevito, con adaptador para cuando el bebé empieza a comer, y más adelante como una silla más:

Imagen: Trip Trapp

Imagen: Trip Trapp

Sillas de pie modernas

De líneas más modernas y vanguardistas, estos modelos de sillitas son pensados como objetos de diseño para el hogar:

Imagen: Bloom

Imagen: Bloom

Adaptadores o boosters

Estos adaptadores o booster dan la libertad de colocar la sillita donde sea y como no ocupan tanto espacio como una silla clásica, son ideales para ambientes chicos. Además, se pueden trasladar más fácilmente en caso de un viaje.

Antes de optar por este tipo de adaptadores, conviene tener en cuenta las características de la silla en la que se va a colocar (si tiene un asiento acolchado o de alguna otra forma en particular), ya que esto puede llegar a interferir en la correcta instalación del booster. Cualquier duda, leer las instrucciones de uso del producto previamente y consultar con el vendedor.

Imagen: Fisher Price

Imagen: Mejor Postura

¿Cuál creés que es la mejor opción para tu bebé?