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Síndrome de muerte súbita del bebé: ¿hay alguna forma de prevenirlo?

Si bien no hay consejos que garanticen evitar la muerte súbita del bebé, hay formas de disminuir el riesgo.

¿Qué es el síndrome de muerte súbita del bebé?
El Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL), también conocido como Síndrome de Muerte Súbita del Bebé, o  “muerte en cuna”, es un diagnóstico al que se arriba cuando un bebé menor de un año fallece repentinamente por causas que no se pueden determinar, incluso luego de haber realizado una exhaustiva investigación médica y legal que incluya una autopsia, la revisión de la historia clínica del bebé, etc..

Suele ser más frecuente en bebés de entre uno y cuatro meses de edad, sin embargo, el riesgo permanece hasta el año de vida.

Entre los factores de riesgo que, según distintos estudios, aumentan las posibilidades de que el bebé sufra de muerte súbita se encuentran: que la mamá tenga menos de 20 años, un intervalo corto entre un embarazo y otro, la falta de cuidado prenatal, el bajo peso al nacer del bebé, prematurez, partos múltiples, antecedente de muerte intrauterina o posnatal, entre otros.

Este síndrome aún se encuentra en estudio, debido a que la causa exacta no se ha determinado. Mientras, hay sugerencias para reducir el riesgo de que un bebé lo padezca.

¿Cómo reducir el riesgo de muerte súbita del bebé?
No hay consejos que garanticen evitar la muerte súbita el bebé, sin embargo, hay formas de disminuir el riesgo:
 

  • Que el bebé duerma boca arriba es uno de los pilares para reducir el riesgo de muerte súbita. Las únicas contraindicaciones médicas para colocar a un bebé boca arriba para dormir son: malformaciones craneofaciales o evidencias de obstrucción de la vía aérea superior (micrognatia) y los bebés con reflujo gastroesofágico patológico.

    En cuanto a la posición de costado, si bien es más segura que la posición boca abajo, es menos segura que la posición boca arriba.

    Con respecto al miedo de que se ahoguen, los niños sanos no tienen mayor riesgo de aspiración del contenido gástrico cuando duermen boca arriba.

    Al acostarlo boca arriba puede suceder que se le aplane la parte de atrás o el costado de su cabeza (plagiocefalia o síndrome de la cabeza plana), para evitarlo, se aconseja girar su cabeza cuando está acostado (por ejemplo para la izquierda durante el día y para la derecha durante a noche) y ponerlo boca abajo, sobre su pancita, cuando esté despierto, ya que esto además lo ayudará a ejercitar los músculos de la nuca e incrementar el sostén de su cabeza.

    Una vez que aprende a darse vuelta solo o a ponerse de costado, hay que seguir acostándolo boca arriba, pero no hace falta volver a colocarlo en esa posición si se voltea mientras duerme. Sin embargo, es importante que no haya cerca mantas, almohadas, juguetes de peluche o protectores para cuna que puedan bloquear el flujo de aire si el bebé se voltea sobre ellos.
     
  • Para reducir los riesgos, los bebés deben dormir en la misma habitación que sus padres hasta los 6 meses, y aún mejor hasta el año de vida, pero en camas separadas. Se desaconseja el colecho debido a que aumenta el riesgo de obstrucción de la boca y nariz del bebé y/o de aplastamiento.

    Como una alternativa para el colecho, los padres podrían considerar ubicar la cuna cerca de su cama para facilitar el amamantamiento y el contacto con ellos.

    Si la madre opta por que el bebé duerma con ella para amamantarlo, debe cuidarse de ponerlo siempre boca arriba, evitar superficies blandas, acolchados, sábanas sueltas y el posible atrapamiento de la cabeza del bebé entre el colchón y la pared o los barrotes de la cama.
     
  • Ni bien nacen, los bebés deben ser colocados piel con piel con su madre tan pronto como sea posible, por lo menos durante la primera hora. Luego, o cuando la madre deba dormir, los bebés deben ser colocados boca arriba en un moisés.
  • Que los cuidadores del bebé (niñeras, familiares, personal de guarderías) también tengan en cuenta que deben acostarlo boca arriba.

    Los niños que están acostumbrados a dormir boca arriba tienen mayor riesgo de sufrir SMSL cuando, por distintas circunstancias, son acostados boca abajo para dormir.
     
  • En la cuna, para evitar que la cara del bebé quede cubierta durante el sueño, se aconseja que no haya almohadas, almohadones, ropa enrollada y mullida, muñecas y juguetes, etc.. El colchón debe ser firme, ajustarse bien a la cuna sin dejar espacios libres, y cubierto por una sábana fina.

    Al acostar al bebé, acomodarlo para que quede con sus brazos por fuera de la ropa de cama.

    Hay que evitar que el bebé duerma en superficies blandas como edredones, sillones o sofás, camas de agua, etc..Por otro lado, evitar que duerma durante períodos largos en dispositivos como el huevito o asiento del auto, en la sillita vibradora u otro portabebés. Esta indicación es particularmente importante en bebés de menos de 4 meses, que corren peligro de sufrir de asfixia al dormir en estos dispositivos si su cabeza se inclina demasiado hacia delante.

    Desde la Academia Americana de Pediatría sugieren la utilización de bolsas de dormir para bebés y frazadas para vestir (en las que la cabeza del bebé y sus bracitos quedan por fuera), porque son mejores alternativas que las frazadas comunes ya que evitan el riesgo de que el bebé quede con la cabeza cubierta por la ropa de cama.

    También es importante evitar las chichoneras o protectores acolchados que rodean la cuna, ya que no está comprobado que minimicen los accidentes por golpes y, sin embargo, pueden aumentar los riesgos de asfixia y de falta de buena circulación de aire en la cuna.
     
  • Es posible envolver al bebé, pero hay que tener ciertos cuidados: no envolverlo de manera muy apretada o que dificulte su respiración o los movimientos de sus caderas. Cuando el bebé comienza a tratar de voltearse, dejar de envolverlo en mantas.
     
  • Controlar que la temperatura del ambiente donde el bebé duerme sea la indicada, y no abrigarlo en exceso. La temperatura de la habitación debe ser agradable y confortable para un adulto vestido con ropa liviana.
     
  • Colocarle el chupete a la hora de acostarlo. A partir del momento en que el bebé recupera su peso de nacimiento y la lactancia está establecida (algo que sucede alrededor del mes de vida), es conveniente ofrecerle el chupete. Aquellos bebés que no son amamantados, pueden incorporar el chupete en forma anticipada. Si no le gusta el chupete, probar más adelante, pero no hace falta obligarlo a que lo use ni volver a colocar el chupete si se le cae mientras duerme. No utilizar el chupete para ofrecerle al bebé sustancias azucaradas o miel.
     
  • Distintos estudios revelan que la lactancia materna protege al bebé de muerte súbita. La OMS recomienda lactancia exclusiva hasta los 6 meses de vida del bebé, y el mantenimiento de la lactancia materna, junto con introducción de alimentos apropiados para la edad, hasta los 2 años o más.
  • Colocarlo sobre su estómago todos los días un ratito mientras está despierto, siempre bajo la supervisión de un adulto. Esto ayuda al desarrollo motor del bebé y previene el síndrome de la cabeza plana.
     
  • El bebé debe vivir en un ambiente libre de humo, incluso desde la panza. El cigarrillo durante el embarazo se asocia con disminución del crecimiento fetal y con el aumento de muertes perinatales. Con respecto al riesgo de SMSL, el cigarrillo durante el embarazo lo triplica.

    La exposición de bebés y niños a un ambiente con humo de cigarrillo se asocia con un aumento de las enfermedades respiratorias, disminución de la función pulmonar y también con aumento de la incidencia del SMSL.
  • No creer en las promesas de productos que aseguran "prevenir el SMSL". No existe ninguna forma o producto que pueda prevenir el SMSL. Los productos tales como cojines o almohadas para posicionar al bebé, entre otros que dicen ayudar a dormir al bebé no han sido evaluados como para determinar su seguridad y eficacia. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades, la AAP y otras organizaciones advierten contra el uso estos productos por el daño que pueden causar a los bebés.
  • No confiar en monitores para el corazón o la respiración para reducir el riesgo de SMSL. Hablar con el pediatra si hay alguna duda al respecto.
  • En cuanto a las cunas colecho o adyacentes, la AAP no puede recomendar a favor o en contra de estos productos debido a que no existen estudios que hayan evaluado su efecto en el SMSL o si estos aumentan el riesgo de lesión o muerte por asfixia/estrangulamiento.


¿Qué hacer para minimizar el riesgo del SMSL cuando, por razones médicas, los bebés deben dormir boca abajo?
Los riesgos se pueden minimizar cuidando que la superficie en la que duerme el bebé sea dura, sin almohadas ni corderitos. También en este caso, como cuando duerme boca arriba, hay que asegurarse de que los brazos del bebé queden por fuera de la ropa de cama, evitando de esta manera que pueda deslizarse por debajo de ésta y duerma con su cabeza cubierta.

Evitar abrigarlo por demás es fundamental, debido a que en esta posición la pérdida de calor es menor con respecto a la posición boca arriba, y el incremento del riesgo de SMSL asociado con sobrecalentamiento es particularmente evidente cuando los niños duermen boca abajo.

¿Se puede reducir el riesgo de SMSL desde el embarazo?
Desde el embarazo es posible minimizar los riesgos del SMSL evitando no solo el tabaco y los ambientes con humo de cigarrillo, sino también el consumo de alcohol y drogas.

Los controles médicos periódicos y seguir las indicaciones del obstetra también pueden reducir el riesgo de SMLS, minimizando las posibilidades de un parto prematuro o de un bebé con bajo peso al nacer.
 


Asesoró: Dr. Guillermo Goldfarb, pediatra.

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