Ejercicios de Kegel: ¿Por qué es tan importante realizarlos en el embarazo y después también?

Hacia el final del embarazo, sobre los músculos de la vagina y del piso pelviano (que soportan las estructuras alojadas en el bajo vientre tales como intestinos, útero y vejiga), se ejerce una presión extra debido al tamaño del bebé, lo que puede producir pérdidas involuntarias de orina. A esto se le suma que, luego de un parto vaginal, estos músculos suelen estirarse, factor que también favorece la aparición de incontinencia urinaria al estornudar, al toser, al reírse, etc.

Lo que hacen los ejercicios de Kegel (llamados así por su inventor, el Doctor Arnold H. Kegel) es fortalecer los músculos de la vagina y del piso pelviano para lograr una mayor y mejor contención y tonicidad, y de esta manera prevenir la incontinencia urinaria.

 
¿Cómo se realizan los ejercicios de Kegel?

Estos ejercicios, que deben realizarse durante el embarazo así como también después del parto y a lo largo de la vida de una mujer -para mantener esta zona fortalecida-, consisten en contraer los músculos de la vagina y del ano durante 10 segundos y descansar otros 10 segundos, repitiendo esto durante 2 minutos, hasta 3 veces por día, en posición acostada, de pie o sentada y sin contener la respiración, es decir, respirando normalmente mientras se los realiza.

También se pueden realizar en el momento de orinar, donde es posible identificar más fácilmente estos músculos, porque son los que se relajan para permitir la salida de la orina. Retener la salida de la orina unos 10 segundos, orinar un poco y volver a retenerla, repitiendo esta técnica unas tres veces aproximadamente o todas las veces que se pueda, es también una manera de realizar estos ejercicios.

En casos de amenaza de parto prematuro o complicaciones relacionadas, es importante evitar los ejercicios de Kegel porque, al igual que las  relaciones sexuales (aunque no haya penetración), pueden llegar a producir contracciones. Y ante cualquier duda, siempre consultar con el obstetra.