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La alimentación del bebé prematuro

La alimentación con leche materna es parte del protocolo de cuidados y nutrición que debe recibir el bebé prematuro. ¿Cómo será alimentado si aún no puede mamar? ¿Qué pasa si recibe leche artificial?

Los bebés prematuros o de muy bajo peso inicialmente son nutridos por alimentación parenteral, que consiste en alimentar por vía endovenosa para luego comenzar con la alimentación oral, que antes de las 32 semanas debe administrarse a través de un tubo, gavage o sonda naso gástrica dado que el bebé no puede succionar.

 

Alimentación con leche materna


Las madres de bebés prematuros producen una leche especial para sus hijos, con mayor valor en proteínas, calorías, sodio y menos lactosa que la “leche a término” (37-42 semanas de edad gestacional).

El calostro -líquido medio amarillento que segregan los pechos inclusive antes del parto o de que se produzca la bajada de la leche- es riquísimo en anticuerpos, posee leucocitos o glóbulos blancos, es fácilmente digerido, tiene propiedades laxantes, previene la ictericia neonatal y contiene hormonas de crecimiento, además de otros nutrientes que no deben ser desperdiciados. Ofrecerlo al prematuro, aunque sea en pequeña cantidad, produce un gran efecto para su desarrollo.

El protocolo de alimentación fue uno de los cambios más importantes introducidos en las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales. De esta forma, se dio prioridad a la alimentación con leche materna y se modificaron pautas alimenticias a seguir en niños prematuros.

Actualmente, se incorpora la leche humana lo más pronto posible siguiendo los protocolos establecidos para su utilización y cuidando la esterilidad al máximo.

 

¿Cómo extraerse leche para alimentar al bebé?


Es importante que la mamá practique la extracción manual de leche varias veces al día, idealmente cada tres horas, ya que le permitirá mantener una buena producción de leche aunque, al principio, el bebé requiera una muy escasa cantidad.

La extracción manual de la leche debe realizarse cuando el bebé se encuentra hospitalizado y es alimentado por gavage o sonda gástrica, cuando el bebé no sabe mamar o se fatiga al succionar.

Hay varias maneras de retirar la leche de los pechos. La mamá puede realizar la extracción con sus propias manos o utilizar un sacaleche manual o bombas eléctricas.

La mamá deberá procurar:

  • Que la extracción sea en un ambiente cómodo y tranquilo
  • Estar descansada
  • Dormir bien
  • Alimentarse adecuadamente
  • Ingerir más líquidos que lo habitual, con excepción de bebidas alcohólicas
  • No fumar, ya que disminuye la producción de leche
  • Extraer la leche entre 6 y 8 veces al día, idealmente cada 3 horas, para mantener una buena producción
  • Realizar un baño diario, no siendo necesaria una higiene extra para la extracción de la leche


Para extraer la leche se deben seguir los siguientes pasos:

1- Lavar y secar las manos y los brazos.

2- Realizar un masaje suave sobre los pechos con la yema de los dedos con movimientos circulares. Esto evita la congestión y el estancamiento de la leche.

3- Rotar suavemente el pecho desde la parte superior hacia la areola.

3- Colocar el pulgar encima y los dedos medio e índice formando una C.

4- Empujar los dedos hacia las costillas y luego presionar hacia adelante.

5- La leche debe recogerse en un recipiente de plástico colocado debajo del pecho.

El aprendizaje de este movimiento es muy importante porque permitirá ayudar al bebé cuando comience a mamar.

No hay una regla para realizar la extracción de la leche; puede alternarse la extracción de un pecho y el otro, o intentar vaciar primero uno y luego el otro. La recolección manual debe realizarse también en casa respetando las normas de higiene y conservación.

Para tener en cuenta:

No debe sorprender el aspecto de la leche. El hecho de que parezca aguada se debe a que posee 87 por ciento de agua. Al principio es posible que la leche extraída sea poca.

La “leche del final” es aquella que queda en el pecho materno luego de que el bebé fue amamantado. Esta leche posee una mayor concentración de grasas que la leche inicial, y es la que da la sensación de saciedad al bebé y lo nutre mejor. Cuando se extrae manualmente, debe ser guardada en recipientes plásticos separando la leche inicial de la final, prefiriendo esta última para lactar al bebé y pudiendo utilizar la leche inicial si el bebé quedó insatisfecho.

¿Cómo conservar la leche materna extraída?


La leche extraída debe ser conservada de 6 a 8 horas a temperatura ambiente y hasta 24 horas en la heladera. Siempre debe ser etiquetada (con el nombre y apellido del niño, fecha y hora) y guardada. En el caso de tener una gran producción de leche o cuando el bebé no es alimentado momentáneamente con ésta, puede ser congelada en el freezer por tres meses.

Para transportarla de la casa al hospital debe colocarse el recipiente en un pote de telgopor con hielo o en un recipiente térmico portátil.

La enfermera de la Unidad de Cuidados Intensivos debe mantener a la mamá informada acerca de la cantidad de leche y a qué intervalos debe administrarla al bebé.

 

Alimentación artificial


Cuando no es posible la alimentación materna, se le proporciona al bebé con bajo peso al nacer leche artificial adaptada a sus necesidades.

También puede utilizarse como complemento cuando los bebés no ganan peso alimentándose sólo con leche materna. En este caso debe administrarse utilizando una cucharita o un gotero plástico para que el uso de la mamadera no interfiera en la lactancia materna.

Es importante que las mamás sepan preparar adecuadamente la leche de fórmula.

La proporción de leche y agua (hervida) debe ser de acuerdo a las instrucciones médicas a fin de evitar infecciones o episodios de diarrea.

Si es imprescindible la utilización de mamadera, ésta deberá estar esterilizada o hervida para cada toma.

Las mamás que no pueden amamantar y necesitan recurrir a la alimentación artificial deben saber que igualmente el amor y los cuidados alimentan.

 

¿Cómo darle la leche al bebé?


La leche puede ser dada al bebé por la mamá o por el papá, incorporándolos tempranamente al cuidado del bebé, o por el personal de la UCIN, administrándosela a través de sonda, gotero, vasito o cuchara.

Es importante ofrecer al bebé el pecho materno tan rápidamente como su estado lo permita.

Es necesario que la mamá pase el mayor tiempo posible con el bebé internado, ya que él la reconoce y la necesita. De esta forma puede poner el bebé al pecho para que, poco a poco, aprenda a mamar aunque no pueda extraer la leche.

Promover el contacto físico con el bebé ayuda a fortalecer el vínculo afectivo y facilita la transferencia de inmunidad materna a través de un sistema de exportación inmunológica. La mamá, al ingerir y respirar involuntariamente antígenos (bacterias, virus hospitalarios), hace que su organismo produzca anticuerpos (inmunoglobulina) específicos que, por medio de sus glándulas mamarias, son transferidos al bebé a través de la leche.

 

Fuente: Asociación Argentina de Padres
de Niños Prematuros (Apaprem)

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