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La calabaza: sabor, salud y belleza en envase natural

La calabaza es un alimento que nunca falta en tu cocina... ¡pero que por lo general sólo usás para hacer puré! Sin embargo, se trata de un vegetal tan versátil que te permite hacer dulces, mayonesas, pastitas para untar, sopas, rellenos… y, por supuesto, también se puede rellenar.

Es deliciosa simplemente cortada en rodajas (sin pelar) y cocida al horno con un chorrito de aceite de oliva o poniéndole un trocito de queso para que se derrita.

Además, aporta nutrientes a través de su cáscara, pulpa y semillas: todas sus partes pueden consumirse en distintas recetas y, por lo general, a los chicos les encanta por su sabor dulce.

A la hora de evaluarla como alimento, hay que tener en cuenta que la calabaza aporta sales minerales, carotenoides –el hígado los transforma en Vitamina A – que aumentan las defensas y reducen las posibilidades de formación de tumores. Tiene vitamina C y del grupo B: B1, B2 y B3. Como es baja en calorías y rica en agua y fibras, resulta ideal para quienes desean adelgazar. Es laxante, desintoxicante, analgésica y antiinflamatoria. En fin, un buen alimento para toda la familia.

Al comprar una calabaza es importante elegir una cuya cáscara esté intacta: una vez lavada en la cocina con un cepillito de uñas (que conviene tener en la cocina para lavar frutas y verduras) y jabón blanco, se puede comer después de cocinarla.

Las semillas son perfectas para ofrecérselas a los chicos como “snack”: al utilizar la calabaza, hay que limpiar las semillas retirándoles toda la pulpa y lavándolas bajo el chorro de la canilla en un colador. Se dejan secar al sol y se salan: dos cucharadas de semillas aportan cinco gramos de proteínas y 100 gramos, 26 miligramos de hierro. Si se tuestan en una sartén también quedan riquísimas, aunque crudas conservan todas sus propiedades. Se guardan en frascos de vidrio para “picar” o espolvorear sobre distintos alimentos o se muelen en un molinillo, se guardan igual y se incorporan a masas, rellenos o mezclas de cereales para desayuno.

Te presentamos algunas recetas en las que se aprovecha la versatilidad de la calabaza para incorporarla en la mesa familiar:

  • Polenta con calabaza: una “papilla” espectacular para los bebés que puede ser también la guarnición del plato de toda la familia. Ver receta
  • Pastel de papa y calabaza: los chicos pueden participar en esta receta según sus edades pelando o pisando papas, agregando ingredientes, rompiendo huevos, mezclando… un plato para preparar y comer en familia! Ver receta
  • Calabaza rellena con choclo: por su alto contenido en fibras y agua, la calabaza es excelente para las embarazadas que sufren problemas de estreñimiento. Ver receta
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