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La televisión, los chicos y los padres: un triángulo para pensar

¿Cómo se puede orientar a los chicos cuando ven televisión? La mejor orientación es la que los hace reflexionar sobre lo que ven y los corre de ese lugar de gran pasividad en la que la televisión pone a los chicos e incluso a muchos adultos.

¿Cómo se puede orientar a los chicos cuando ven televisión?
La mejor orientación es la que los hace reflexionar sobre lo que ven y los corre de ese lugar de gran pasividad sin capacidad de crítica en la que la televisión pone a los chicos e incluso a muchos adultos. Ahora, para hacerlos reflexionar no hace falta que los padres hayan hecho un curso de Filosofía para niños; alcanza con sentarse con ellos, tratar de sacarse los prejuicios sobre el programa que nuestro hijo quiere ver y mirarlo con los ojos del sentido común, sin tomar una actitud agresiva. Decir, por ejemplo, que ése programa es una basura, es totalmente contraproducente.

Lo que sirve es hacer comentarios sin juzgar, hacer preguntas como: ¿Por qué te gusta este programa? ¿Te parece que a las chicas de esa edad les pasa esto? También hay que respetar que los chicos quieran ver un programa porque lo ven sus compañeros, porque esto responde a la necesidad de identificarse con sus pares. Lo que los padres sí podemos hacer es mostrarles que lo ven por eso, aunque el programa no sea bueno.

Siempre es importante aprovechar los momentos para hablar, pensar y reflexionar junto con nuestros hijos: así como hay que decirles a los chicos que Cenicienta no tendría que haberse dejado maltratar por su madrastra, también hay que señalarles las cosas ilógicas que aparecen en la televisión, ya sean programas o publicidades, sobre las que también hay mucho para pensar.

La palabra abre el pensamiento, por eso tampoco hace falta que los padres se sienten con el hijo a ver todo el programa todos los días: la primera pregunta ya genera la reflexión.


¿Es bueno compartir la televisión en familia?

Sí, claro, como es bueno compartir tantas otras cosas en familia. Lo importante es que, si se decide compartir un programa de TV con los chicos, los padres no asuman una actitud “pedagógica”. Hay que pensar que vamos a pasar un lindo rato con nuestro hijo, que lo vamos a conocer más a partir de ver con él este programa que le gusta y de escuchar lo que él dice mientras lo ve, que le vamos a hacer algunas preguntas pero que no vamos a transformar la situación en una clase que haga que, la próxima vez, nuestro hijo proteste porque no lo dejamos ver el programa de tantos comentarios que le hacemos.

Con respecto a la familia, lo que sí hay que cuidar es que la tele no se transforme en música de fondo de la vida cotidiana: no puede estar prendida todo el tiempo, hay que destinar un rato para verla y después, el adulto tiene que asegurarse de que se apague.


¿Los padres deben saber qué ven los chicos?
Bueno, por lo general, los padres que están presentes para sus hijos, más allá de que la presencia en la casa sea de muchas horas o no, saben lo que sus hijos hacen, saben de sus preferencias y, por ende, saben qué ven en televisión. Forma parte del conocimiento de los hijos.


¿Cómo elegir qué ven los chicos?
Los chicos tienen que elegir y los padres tienen que acompañar ejerciendo su derecho a controlar el tiempo que los chicos pasan frente a la tele, porque es muy adictiva y como cualquier exceso, creo que más de dos horas por día es negativo. En este permiso máximo de dos horas por día yo incluiría también otras actividades como los jueguitos de la computadora, la playstation o cualquier tipo de jueguito electrónico, que ahora están incluso en los celulares. Más de dos horas por día dedicadas a estas actividades les quita a los chicos la posibilidad de jugar, correr, poner el cuerpo en movimiento, dibujar, leer y hacer cosas que pongan en juego distintas capacidades y que les permitan disfrutar de otra forma, porque el resto del tiempo lo ocupa la escuela, el baño, los deberes... Así como tampoco sería bueno que un chico se pasara todo el día leyendo, tampoco es bueno que se pase cuatro horas frente al televisor.


¿Cómo se puede hacer un control de lo que están viendo?

A partir del límite de tiempo. El control de lo que ven se hace diciéndoles que pueden ver tanto tiempo de televisión, que elijan qué programa quieren ver: pueden seguir uno o elegir cada día algo distinto. Si los padres trabajan y hay una persona que los cuida, este acuerdo debe ser básico: que se asegure de que los chicos no vean más tiempo  de televisión  que el que les permiten sus padres.


¿Cuáles son los programas predilectos?
En general son las novelitas destinadas a pre-adolescentes, que van extendiendo su influencia a nenas cada vez más chiquitas y los dibujos que los adultos consideramos “violentos” suelen ser los preferidos de los varones. Lo que es importante es que los padres no demonicemos estos programas, porque novelas patéticas siempre hubo y la violencia también estaba en Popeye y en el Corre caminos.

Que miren un programa de televisión de mala calidad, así como que elijan un libro de mala calidad, no quita que los padres podamos proponerles televisión y literatura de muy buena calidad. A la larga, ellos aprenderán a elegir.

Niños Adolescentes Educación y estimulación Psicologia, educación y familia