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Lo que todavía no puede hacer solo

Si bien es cierto que el niño entre 2 y 5 años va adquiriendo progresivamente más autonomía, puede ocurrir que los adultos -engañándose- esperen de él actitudes y responsabilidades que todavía no está en condiciones de cumplir.

Si bien es cierto que el niño entre 2 y 5 años va adquiriendo progresivamente más autonomía, puede ocurrir que los adultos -engañándose- esperen de él actitudes y responsabilidades que todavía no está en condiciones de cumplir.

No es conveniente, por ejemplo, que un niño que está atravesando esta etapa, se quede solo en su casa, o en la calle, o en los lugares de recreación. Requiere todavía el cuidado y la atención de un adulto.

Sus deseos exploratorios o sus miedos pueden ponerlo en situaciones peligrosas que él no puede resolver o manejar: situaciones tales como cruzar la calle detrás de la pelota o alejarse con algún extraño

Educación y estimulación Prevención de accidentes Psicología del niño y la familia