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Los niños y las mascotas

Cuando niños y perros conviven bajo un mismo techo, se produce un vínculo tan fuerte y particular que inclusive ha inspirado cuentos e historietas. Esta amistad que se construye entre ambas partes los lleva a compartir casi todo.

Cuando niños y perros conviven bajo un mismo techo, se produce un vínculo tan fuerte y particular que inclusive ha inspirado cuentos e historietas.

Esta amistad que se construye entre ambas partes los lleva a compartir casi todo, desde juguetes hasta inclusive chupetes.

¿Cómo cuidar la salud de los niños del hogar considerando que toda mascota puede ser transporte involuntario de gérmenes? Y ¿cómo lograr que nuestro perro no sufra las enfermedades que esos gérmenes le pueden ocasionar?

Aquí te damos una serie de consejos para que evites que tus niños y su gran amigo tengan una relación conflictiva a causa de los virus y bacterias que pueden vivir en los juguetes que comparten, en las zonas de juego que utilizan o en la cucha de tu perro.

 

Desinfectando el área de juegos


Es fundamental que mantengas el área donde pasan tiempo juntos tus niños y su perro, totalmente desinfectada. Estos espacios deben ser desinfectados diariamente. Para las distintas superficies de esas áreas de juego te recomendamos que diluyas 1 taza de lavandina en 5 litros de agua tibia. Esparcí la solución con un paño (para piso o cocina dependiendo de la superficie) y deja secar. No es necesario que enjuagues con agua, porque después de actuar con todo su poder desinfectante, la lavandina se transforma en sal y agua, no dejando ningún tipo de residuo peligroso para vos, tus niños o tu perro.

 

Desinfectando la cucha de tu mascota


Es muy importante que mantengas desinfectado el ámbito y los elementos de tu mascota. Esto te va a ayudar a que no se propagen gérmenes que además de causar enfermedades generan mal olor.

Diluí 1 taza de lavandina en 5 litros de agua tibia. Esparcí la solución con un paño y deja secar.

 

Para el tacho de agua y comida


Sumergilos de 10 a 20 minutos en una solución de ¼ taza de lavandina en 1 litro de agua. Enjuagalos y dejalos secar.

Recordá que no es recomendable que los tachos para agua y comida estén al alcance de los niños.

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