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Síndrome Antifosfolipídico (SAF)

El síndrome antifosfolipídico (SAF) es una afección que suele estar relacionada con abortos recurrentes pero que es un enigma médico. Los casos leves suelen ser tratados con bajas dosis de aspirina y finalmente, la mayoría de quienes abortan reiteradamente, logran el tan ansiado hijo.

El síndrome antifosfolipídico es un enigma aún para los especialistas más experimentados y los centros médicos internacionales más consultados. La existencia de anticuerpos antifosfolipídicos, como el antifosfatidilinositol, antiacidofosfatídico, y anticardiolipinas, generalmente asociados a la presencia de anticoagulante lúpico, ha sido vinculado al aborto recurrente, desde hace aproximadamente una década. También se lo relaciona con la toxemia gravídica hipertensiva.

Ahora bien, no pasa de ser una relación causal y no hay posibilidad de asegurar con 100% de certeza que su tratamiento permita el normal desarrollo del embarazo.

Se sugiere en los casos "leves" o ante los primeros abortos, utilizar aspirina a bajas dosis (100mg diarios) desde el ciclo en que se busca el embarazo y hasta la semana 28° del mismo. La documentación científica es contradictoria y no se han obtenido los resultados que se previeron cuando se vinculó esta falla inmunológica con la falla reproductiva. Pero como el tratamiento es muy económico y totalmente inocuo (la aspirina puede ser controversial a dosis de 1.000 mg diario o mayor), se sugiere hacerlo.

En casos de fracaso se puede recurrir a sumar heparina de bajo peso molecular en dosis bajas, una vez por día. Controlando los factores de coagulación para evitar un sangrado patológico, se mantiene este tratamiento por lo menos hasta el cuarto mes. Nuevamente los resultados no han sido los esperados.

En casos severos se plantea la administración semanal de gama globulina vía endovenosa, a un costo altísimo, y con resultados también poco claros.

Lo importante es saber que, finalmente, la mayoría de quienes abortan reiteradamente, logran el tan ansiado hijo. El Dr. Roger Kempers, ex-presidente de la American Society for Reproductive Medicine y editor de varias publicaciones científicas nortamericanas sobre la materia, insiste que lo primordial es el "tender loving care", esto es, comprensión y apoyo psicoemocional por parte del equipo médico. De allí que se sugiera siempre consultar a un grupo especializado en infertilidad, que incluya dentro del equipo psicólogos y psicoanalistas (councellors en los E.E.U.U. y Europa).

Según Kempers, esta variante terapéutica, mucho más económica, con el simple agregado de 100 mg diarios de aspirina, es mejor que los tratamientos mas costosos

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