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Una leche que cambia

Es la leche humana, dado que tiene múltiples variantes en su concentración. (Ronayne, 1993). Una madre cuyo parto se adelanta y tiene un bebé prematuro, produce una leche cuya concentración varía si hubiera dado a luz a un niño de término.

Es la leche humana, dado que tiene múltiples variantes en su concentración. (Ronayne, 1993). Una madre cuyo parto se adelanta y tiene un bebé prematuro, produce una leche cuya concentración varía si hubiera dado a luz a un niño de término. El bebé recibe un gran aporte proteico, de aminoácidos esenciales, de inmunoglobulinas y factores de protección que colaboran con su crecimiento y maduración extrauterina.

Durante el último trimestre de embarazo y el postparto inmediato, la leche es llamada calostro. Más transparente y viscosa, de color amarillento, con mayor concentración celular y contenido de inmunoglobulinas. La siguiente semana se la llama leche de transición y en adelante, leche madura. (Lawrence, 1994)

En el transcurso del día la concentración grasa varía. Es mayor por la tarde, situación regulada por el ritmo diario de secreción de prolactina.

Cada vez que mama el bebé recibe una primera leche, acumulada pasivamente en las últimas dos o tres horas. La presión intraalveolar mamaria favorece la intervención de esta leche con gran porcentaje de agua y motiva el mito de "la leche flaca o aguada". Como respuesta al contacto de la boca del bebé con el pezón, es secretada activamente una segunda leche: reflejo de eyección láctea, regulado por la hormona ocitocina. Esta leche es de mayor contenido graso. Le otorga al bebé la sensación de saciedad.

El niño adquiere la posibilidad de satisfacerse y decidir cuando termina su mamada. Esto es referido como un factor protector de la obesidad futura en estos niños ya que le permite discriminar hambre de saciedad.

Aún las madres desnutridas tienen leche adecuada para bebés. Sólo con desnutrición extrema es dudosa la concentración de su leche. (Huffman, 1991).

Lactancia