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Vacaciones en la playa estando embarazada

El segundo trimestre es el ideal para tomarse unas vacaciones antes de ser mamá. Si elegiste la playa, te damos algunas sugerencias para disfrutarla al máximo:

Cuidado con el sol


La pancita bronceada tiene su encanto, pero hay que tener cuidado de no exponerse por demás al sol, ya que durante el embarazo se produce un gran aumento de la hormona que estimula la pigmentación de la piel, y esto puede colaborar con la aparición de manchas en algunas zonas del cuerpo y rostro.

Por eso, lo mejor es no exponerse directamente a los rayos del sol, sobre todo en el peor horario, que es entre las 10 y las 16, aprovechar las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde para disfrutar de la playa, y utilizar un protector solar con un FPS alto (de 35 para arriba), que se puede ir bajando gradualmente, pero no mucho.

Si la temperatura es sofocante en la playa, es preferible ir a algún lugar fresco, descansar un rato y volver cuando haya descendido. De esta manera evitarás sufrir de presión baja, edemas y otras molestias típicas del embarazo que se exacerban con el calor.

 

¿Bikini o enteriza?


En realidad no hay ningún inconveniente con que tu panza esté al aire libre, pero debés tener en cuenta que la piel está más susceptible a quemaduras, sobre todo en esa zona, y que el sol puede llegar a oscurecer aún más la línea alba (esa línea de color más oscuro que el resto de la piel y que va desde la pelvis hasta el ombligo y más arriba también) o producir alguna otra mancha nueva.

De todas maneras, si seguís los cuidados antes mencionados, podés lucir tu pancita sin problemas.

 

Los alimentos y bebidas


Seguir una dieta balanceada y ordenada, lejos de los desajustes típicos de las vacaciones, es fundamental para cuidarse y cuidar al bebé. Además de mantener una buena alimentación, hay que tener en cuenta ciertas precauciones, sobre todo al comer afuera:

  • Evitar comer en lugares que luzcan poco higiénicos.
  • Pedir las preparaciones bien cocidas, en especial las carnes rojas, pollo, pescados y huevos.
  • Evitar preparaciones que contengan pescado crudo o carne cruda como ceviche, ciertas piezas de sushi, carpaccio, etc.
  • Evitar los jugos servidos en vaso y/o agua de procedencia dudosa, clásicos de las barras playeras. Lo mejor es pedir agua embotellada y reservar el gusto de tomarse un buen jugo exprimido para casa. 
  • Evitar brotes crudos de todo tipo (incluidos soja, alfalfa, trébol, rábano y frijoles mung). Las bacterias pueden introducirse -antes de que crezca el brote- en sus semillas a través de aberturas en la cáscara. Una vez que esto sucede, es casi imposible quitarlas mediante el lavado. Por eso es importante controlar que las preparaciones no los contengan y, en todo caso, pedir que no los incluyan en el plato. 
  • Consumir solo aquellos alimentos que sepas que han sido bien refrigerados.

Las caminatas


Hacer actividad física en esta etapa es muy beneficioso, y caminar entra dentro de esta categoría. Descansando todas las veces que lo necesites, las caminatas por la playa pueden resultarte muy placenteras. Si están en tus planes de vacaciones, lo mejor es hacerlas a horas muy tempranas de la mañana o al atardecer, caminando sobre arena firme (cerca de la orilla) y no en arena seca que demanda un mayor esfuerzo y puede hacer que tu panza se contraiga. No olvides descansar apenas lo necesites.

 

El mar


Aunque seas buena nadadora, en el mar también debés cuidarte: no te alejes mucho de la orilla ni vayas a zonas donde no hagas pie, porque en el embarazo estás expuesta frecuentemente a calambres en las piernas y esto puede colocarte en situación de riesgo. También debés tener cuidado con las olas grandes y fuertes, y asegurarte de que no golpeen la panza o la espalda.

Si hay medusas o "aguas vivas" debés evitar la inmersión. En caso de sufrir una picadura, no frotes ni laves la zona con agua dulce, solo con agua salada y vinagre para desecar los tentáculos que quedaron en la piel. Una vez que se haya calmado el ardor inmediato, podés ir a una guardia para que un médico te recete analgésicos que aliviarán la hinchazón.

 

Los deportes playeros


Los deportes competitivos son una tentación para las futuras mamás más activas o que les gusta ganar, sin embargo, lo mejor es evitarlos, dejar la competencia para otro momento y optar por actividades más relajantes, en armonía con esta nueva etapa y que no exijan de más al cuerpo, poniéndolo en riesgo.
 

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