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¿Cómo le respondo a mi hijo cuando me pregunte “cómo se hacen los bebés”?

Ante la pregunta “¿cómo se hacen los bebés”? algunos padres pueden desear dar una respuesta verdadera pero sentir al mismo tiempo que sus hijos no están preparados para conocer los detalles. Probablemente ambas ideas sean correctas, pero en lugar de desentenderse o dar una versión modificada de la realidad, los mejor es optar por proveer la cantidad de verdades que el niño pueda manejar, es decir, responder a medida que va haciendo preguntas y no llenarlo de información que no quiera escuchar o que no sea real. Siempre llamando a las cosas por su nombre. Por ejemplo, a partir de los cincos años, las explicaciones breves sobre las relaciones sexuales son las adecuadas. Esos cuentos de cigüeñas, hadas, o niños encontrados en la calle, "salvan" a los padres por un rato, pero en verdad generan en el hijo/ a mucha confusión.Por eso, cuando pregunte se le puede decir algo sencillo, como: "Cuando una pareja quiere un bebé, el papá pone su pene en la vagina de la mamá. Es un momento de mucho amor, algo muy cariñoso y muy especial. El esperma que produce el cuerpo del papá sale de su pene y entra en la mamá. Si allá encuentra una célula llamada óvulo que es un huevo que el cuerpo de la mamá produce, un bebé empieza a crecer en su útero." Pero al contarle ese proceso, no olvidarse que los niños a esa edad son muy literales. Hay que aclarar el concepto del "huevo", para que el niño no se imagine que su mamá produce huevos de pollo. También es importante usar la palabra "esperma" o "semen" y no "semilla", para que el niño no imagine flores creciendo en el útero de su mamá.El niño puede repetir esta pregunta en los años siguientes para cerciorarse de que ha entendido bien, por eso ser claro es la premisa fundamental. Asesoró: Lic. Diana M. ResnicoffPsicóloga clínica. Sexóloga clínica

Ante la pregunta “¿cómo se hacen los bebés”? algunos padres pueden desear dar una respuesta verdadera pero sentir al mismo tiempo que sus hijos no están preparados para conocer los detalles. Probablemente ambas ideas sean correctas, pero en lugar de desentenderse o dar una versión modificada de la realidad, los mejor es optar por proveer la cantidad de verdades que el niño pueda manejar, es decir, responder a medida que va haciendo preguntas y no llenarlo de información que no quiera escuchar o que no sea real. Siempre llamando a las cosas por su nombre. Por ejemplo, a partir de los cincos años, las explicaciones breves sobre las relaciones sexuales son las adecuadas. Esos cuentos de cigüeñas, hadas, o niños encontrados en la calle, "salvan" a los padres por un rato, pero en verdad generan en el hijo/ a mucha confusión.

Por eso, cuando pregunte se le puede decir algo sencillo, como: "Cuando una pareja quiere un bebé, el papá pone su pene en la vagina de la mamá. Es un momento de mucho amor, algo muy cariñoso y muy especial. El esperma que produce el cuerpo del papá sale de su pene y entra en la mamá. Si allá encuentra una célula llamada óvulo que es un huevo que el cuerpo de la mamá produce, un bebé empieza a crecer en su útero." Pero al contarle ese proceso, no olvidarse que los niños a esa edad son muy literales. Hay que aclarar el concepto del "huevo", para que el niño no se imagine que su mamá produce huevos de pollo. También es importante usar la palabra "esperma" o "semen" y no "semilla", para que el niño no imagine flores creciendo en el útero de su mamá.

El niño puede repetir esta pregunta en los años siguientes para cerciorarse de que ha entendido bien, por eso ser claro es la premisa fundamental.

 

Asesoró: Lic. Diana M. Resnicoff
Psicóloga clínica. Sexóloga clínica

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Encuestas

¿Contestás las preguntas que te hacen tus hijos sobre sexualidad?

Siempre y con soltura
49% (539 votos)
Siempre, pero a veces me resulta difícil actuar con naturalidad
37% (404 votos)
A veces sí, otras veces las evado
14% (156 votos)
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