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Vuelvo a trabajar y siento culpa por mi bebé! ¿Es normal? ¿Por qué me siento así?

Volver al trabajo después de hacerse madre es como regresar a un mundo totalmente lejano que sigue casi igual cuando nosotras hemos cambiado desde la raíz hasta la punta -como dicen las propagandas de champú-.

¡No es fácil y no tendría por qué serlo! Casi todas las cosas fuertes que nos pasan requieren algún esfuerzo y hasta un cierto sufrimiento. Separarse del bebé, de ese bebé que estaba pegado a nosotras en la panza y luego colgando de nosotras por la teta...no es nada fácil.

Sentir culpa puede ser una sensación habitual que no por eso deja de ser incómoda o preocupante. Es bueno analizar -si tenés una terapia, sería el lugar indicado- cuáles son los motivos que te llevan a tomar esta decisión.

Saber por qué queremos o debemos separarnos del bebé ayuda a organizar las emociones y a reestablecer cierto equilibrio.

No hay que olvidar que las mamás que trabajamos, en definitiva, lo hacemos también por el bienestar de la familia.