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Endometriosis: la enfermedad oculta

Este mes tendrá lugar el 11° Congreso Mundial de Endometriosis, en Montpellier, Francia, y el Consenso para el manejo de la Endometriosis, en los que participará la Argentina junto a expertos de distintas sociedades científicas de todo el mundo y donde se expondrán y discutirán distintos aspectos de esta enfermedad.

La endometriosis es una enfermedad enigmática, ignorada por la mayoría de quienes tendrían que diagnosticarla tempranamente, a pesar de que tiene un síntoma (en más del 50% de los casos) que no pasa para nada desapercibido por quiénes la padecen: intensos dolores menstruales, dolor pelviano frecuente fuera de la menstruación, y/ o dolor en las relaciones sexuales. En pocas palabras, una pésima calidad de vida.

Una de cada tres o cuatro mujeres en edad reproductiva la sufren (14 a 50 años de edad). Diagnosticada oportunamente puede mejorarse sustancialmente el padecimiento, y muy especialmente evitar la progresión descontrolada de la enfermedad evitando así el segundo síntoma más importante de la endometriosis: la infertilidad femenina -en especial cuando se busca el embarazo más allá de los treinta-.

Tanta trascendencia tiene la endometriosis en el mundo, por el número de mujeres afectadas, por los costos que involucra, a nivel emocional, social, psicológico y económico (pérdida de días laborales, altos costos de tratamiento en los casos avanzados), que en 1998, en Quebec, se fundó la World Endometriosis Society (WES). Entre sus fundadores se encontraban varios ginecólogos argentinos de prestigio y reconocida trayectoria profesional.

Y es en el marco de esta temática que la WES organiza en septiembre el  11° Congreso Mundial de Endometriosis y el Consenso para el manejo de la Endometriosis, en Francia, donde participarán profesionales y expertos de todo el mundo. En el Consenso se pondrá el acento en la importancia de informar a la población acerca de esta enfermedad y  de que el dolor menstrual severo no es normal, que ninguna mujer debe padecerlo.

La endometriosis es una enfermedad oculta, como el iceberg, que avanza mucho más allá de lo que se ve a simple vista en una laparoscopia superficial. Aprender a reconocer lesiones atípicas, a extirparlas en su profundidad y totalidad, requiere un entrenamiento que lleva tiempo y esfuerzo.

La endometriosis, enfermedad frecuentemente familiar, debida a defectos multigénicos (varios genes afectados), como es el caso del asma bronquial, se produce al crecer fuera del útero el tejido endometral (que normalmente recubre por dentro la matriz) que todos los meses es llevado a través de las trompas de Falopio hasta el interior del abdomen. Estimulado por las hormonas ováricas, este tejido genera adherencias entre los distintos órganos de la pelvis femenina (como si fuera un cemento de contacto).

El diagnóstico es más sencillo (y afortunadamente más precoz) cuando se presenta en los ovarios, en donde forma quistes que por su consistencia y aspecto se denominan “achocolatados”. Estos son fácilmente identificables en una ecografía de rutina.

La endometriosis no es una enfermedad que se pueda tratar en consultas de cinco minutos. Por su complejidad y por el simple hecho de que siempre afecta la calidad de vida de quién la padece, no solo es necesario su diagnóstico temprano y tratamiento experto, si no que – muy especialmente – requiere permanente contención de la paciente. Por ello se trabaja de manera artesanal, en forma interdisciplinaria con profesionales del área psicosocial.

Esta enfermedad es hoy por hoy la patología de mayor relevancia junto a los tumores malignos. Es una enfermedad benigna que, a veces, se comporta como un verdadero tumor por su agresividad. Pero, diagnosticada y tratada a tiempo carece de gravedad.

La endometriosis no se cura, pero puede controlarse adecuadamente permitiendo una vida sin dolor, facilitando el embarazo a la hora de buscarlo.

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