Pasar al contenido principal

Entró en vigencia la Ley Celíaca

A partir de esta ley se confeccionará un registro oficial de alimentos libres de gluten y las personas que sufran de celiaquía recibirán de sus obras sociales la cobertura parcial de uno de los alimentos indispensables para su dieta.

Se calcula que son alrededor de 500.000 las personas que sufren de celiaquía en la Argentina y que se verán beneficiadas por la Ley Celíaca (Nº 26.588) que ya entró en vigencia. 

A partir de esta ley se declara de interés nacional la atención médica de esta enfermedad, al igual que la investigación clínica y epidemiológica; la capacitación profesional en la detección temprana, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad; y la difusión y el acceso a los alimentos libres de gluten.

A partir de la reglamentación de esta ley, las obras sociales brindarán una cobertura a sus afiliados del 70 por ciento de la diferencia del costo de las harinas y premezclas libres de gluten respecto de aquellas que poseen gluten. El Instituto Nacional de Alimentos establecerá las cantidades de harinas y premezclas que deben consumir las personas celíacas en base a criterios nutricionales, las que deberán ser cubiertas mensualmente por las obras sociales.



¿Qué es la celiaquía?


La celiaquía es la intolerancia total y permanente a proteínas contenidas en el gluten de: trigo, avena, cebada y centeno, cereales muy comunes en la dieta de los argentinos. Es una afección hereditaria y autoinmunitaria que puede presentarse en cualquier etapa de la vida, aunque especialmente en la niñez, y sobre la que influyen factores ambientales, genéticos e inmunológicos. Las personas que tienen un familiar celíaco poseen mayor riesgo de desarrollar la patología, pero la misma puede variar de manera significativa de una persona a otra.

Esta afección debilita la capacidad del intestino para absorber los nutrientes en forma adecuada, provocando síntomas intestinales, retraso de crecimiento en niños, retraso del desarrollo y de la pubertad, y talla baja, entre otras afecciones.

Además de los cereales mencionados, también tienen gluten algunos alimentos industrializados y distintos medicamentos que lo utilizan como excipiente, convirtiéndose esto en un problema para las personas celíacas.

Entre los síntomas más frecuentes se cuentan:

  • En la infancia: vómitos, diarrea, náuseas, anorexia, retraso en el crecimiento, irritabilidad, introversión, anemia, defectos en el esmalte dental y corta estatura.
  • En la adolescencia: anemia, dolor abdominal, diarrea, estreñimiento, estomatitis, dermatitis, cefaleas, retraso puberal y menarca tardía.
  • En la adultez: diarrea, irritabilidad, cambios del comportamiento (apatía, depresión), disminución del apetito, pérdida de peso, anemia, osteoporosis, fracturas, estreñimiento, abortos, infertilidad, convulsiones, migrañas y miocardiopatías.



¿Qué alimentos están permitidos?


Ser diagnosticado celíaco tiene un fuerte impacto sobre la persona, ya que a partir de ese momento deberá modificar su dieta de por vida. El único tratamiento posible es una dieta estricta libre de gluten.

Todos los alimentos están permitidos: desde carnes de diverso tipo, hasta legumbres y huevos. Lo importante es –como en el resto de la población– alimentarse de manera saludable.


Los alimentos que se pueden consumir son:

Cereales: arroz, maíz, harina de mandioca, de papa, de soja y sus derivados, como así también premezclas elaboradas con harinas permitidas.

Este grupo constituye la principal fuente de hidratos de carbono, que proveen la energía suficiente que nuestro cuerpo necesita para aprovechar el resto de los nutrientes.

Verduras y frutas: incluye todos los vegetales y frutas en su estado natural y las envasadas que se encuentren dentro del listado de alimentos para celíacos. Ofrecen vitaminas, minerales, fibra y agua.

Leche, yogurt y quesos: deberán seleccionarse aquellos incluidos en el listado de alimentos aptos para celíacos. Este grupo aporta proteínas de muy buena calidad, vitamina A y calcio, importantes para formar y fortalecer huesos y dientes.

Carnes y huevos: incluye todas las carnes (de vaca, ave, cerdo, cordero, conejo, pescados, mariscos, vísceras, liebre, etc.) y huevos. Aportan proteínas y hierro.

Fiambres y embutidos: se recomienda consumirlos con moderación, y sólo los permitidos.

Aceites y grasas: aceites, manteca, crema de leche, etc. Elegir sólo las marcas permitidas. Se recomienda el consumo de maníes, almendras, nueces y semillas.

Azúcar y dulces: incluye azúcares simples y refinados como azúcar, dulces, miel, golosinas, amasados de pastelería, galletitas y bebidas azucaradas. Sólo podrán incorporarse aquellos alimentos dulces que no contengan gluten y se encuentren en el listado de alimentos aptos para celíacos.

Agua: beber 2 litros de agua por día. Un consumo menor al necesario puede dañar la salud y alterar el funcionamiento de órganos, como los riñones.



La importancia de evitar la contaminación de alimentos sin gluten


Un alimento libre de gluten puede contaminarse por estar en contacto con alimentos que lo contienen o al ser manipulados con utensilios que previamente estuvieron en contacto con alimentos con TACC -trigo, avena, cebada y centeno-.

Es lo que se denomina contaminación cruzada, que para evitarla es necesario seguir algunos consejos:

  • Las preparaciones sin gluten deben prepararse y cocinarse antes que las demás.
  • Los alimentos sin gluten deben guardarse por separado.
  • Utilizar utensilios –tablas, cuchillos, tenedores– que estén perfectamente limpios.
  • Se aconseja tener ciertos recipientes –colador, espumadera, palo de amasar y tostadora– exclusivos para cocinar sin gluten.
  • Nunca utilizar el aceite o el agua utilizados para cocinar previamente alimentos con gluten.
  • Utilizar recipientes diferentes si se cocina en el horno, al mismo tiempo, una preparación apta para celíacos y otra que contiene gluten.

 

Fuente: Ministerio de Salud

Embarazo Bebés Niños Adolescentes Salud Salud en el Embarazo Salud del Bebé Salud del niño Salud en adolescentes

Contenidos Relacionados