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¿Cómo lidiar con las emociones en fechas socialmente sensibles cuando un embarazo deseado no llega?  

El embarazo no llega y sentís que no podés disfrutar la noticia de que tu amiga está embarazada, o no querés compartir el día de la madre, el día del niño, o un babyshower.

Muchas mujeres cuando intentan ser madres sin obtener rápidos resultados satisfactorios empiezan a experimentar una incomodidad social muy difícil de explicar y de comprender, para si mismas y para los otros. Relatan que tal vez se enojan si alguien les pregunta por su búsqueda y a veces también si no lo hacen. Cuentan que en ocasiones se sienten malas personas porque no logran alegrarse genuinamente cuando una conocida o incluso una amiga íntima les comparte la noticia de su embarazo. Se sienten muy mal, quisieran poder reaccionar con alegría por la felicidad del otro, no creer que "son ese monstruo" (como decía una mujer que acompañé) que no disfruta con el bienestar de los demás, pero lo cierto es que tarde o temprano el embarazo de otra mujer se vuelve un espejo que confronta con lo que a una le falta, un evento que toca la propia herida abierta y aunque una quiera compartir a veces simplemente no consigue hacerlo porque se le impone el sentimiento doloroso de que querría estar en el lugar ajeno.


Trabajar con mujeres en su camino de búsqueda hacia una maternidad que no llega fácilmente me llevó a interpretar que se encuentran transitando un duelo, un duelo en varios aspectos similar a cualquier otro en el que el criterio de realidad demuestra que un objeto querido o un proyecto deseado no se encuentra con nosotros, y en el caso de la búsqueda del embarazo se suma a esta difícil verdad el hecho de que realmente no se sabe cuándo ese hijo va a venir.


Como todo proceso de duelo, el camino de la búsqueda compleja hacia la maternidad está constituído por diferentes etapas que, muy a grandes rasgos, consisten en: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
- Durante la negación generalmente la pareja describe que le cuesta creer lo que le pasa, que desconfía del criterio propio y del profesional, intenta velar o minimizar lo que está viviendo.

- En la etapa de ira generalmente se buscan causas que expliquen lo que pasa y culpables, aparece tal vez "el médico que no indicó un estudio a tiempo" o incluso muchas mujeres se reprochan no haber iniciado la búsqueda de embarazo en años anteriores.

- Durante la etapa de negociación, cuando ya esta reconocido el problema, la pareja busca conocer aspectos positivos y negativos de lo que transita e intenta encontrar soluciones para los obstáculos que van surgiendo.

- En la etapa de la depresión, si el embarazo continúa sin llegar, se duela profundamente la imposibilidad; suele ser un período realmente triste para quienes lo atraviesan, que llegan incluso a describir "que ya no tienen esperanza" y que se encuentran atravesando la más profunda decepción.

- Durante la última etapa, la de la aceptación, la pareja suele asumir el camino que le ha tocado, modifica su enfoque y su perspectiva, y en muchos casos acaba indagando en otras opciones para alcanzar la mapaternidad, que pueden ir desde la averiguación para realizar una adopción hasta la búsqueda de diversas terapias alternativas, si es que no habían llegado a ellas antes.

Teniendo en cuenta las fases descriptas, puede resultar interesante pensar que los sentimientos que se le despierten a una mujer que busca tener un hijo en fechas socialmente significativas dependerán no sólo de su forma de ser, de cuánto análisis personal haya podido realizar hasta el momento y de su actitud personal, sino también de cuál etapa de su duelo se encuentre transitando. Así, es esperable que una mujer que se encuentra en plena negación o incluso en un momento de depresión por el hijo que no llega realmente sienta que no puede compartir con otros o que no quiere asistir a eventos sociales, mientras que otra que transite el momento de la negociación o la aceptación considere que sí puede hacerlo ya que probablemente tenga más recursos para poder diferenciar su vida de la de las otras mujeres y alegrarse por ellas sin entrar en dolorosas comparaciones.

Es habitual que las mujeres sientan tristeza cuando no consiguen ser madres y deseable que intenten ser piadosas y comprensivas consigo mismas, se encuentren en el momento de la búsqueda en el que se encuentren. Frecuentemente describen que sienten algo muy desagradable que las averguenza, pero no se trata más que de un estado emocional temporal que seguramente vaya a terminar cuando logren tener un hijo, y entonces podrán volver a ser esas mujeres con buenos sentimientos que se alegran con y por los otros sin compararse peyorativamente. Mientras tanto, junto a este sentimiento que describen como de cierta envidia, cuentan que suele acompañarlas la culpa, el lamentarse silenciosamente porque "antes no eran asi", porque no entienden qué les pasa o porque honestamente ya no quieren o no pueden compartir sin un alto costo emocional a su cargo una fecha socialmente significativa como puede ser el día de la madre, el día del niño, o un babyshower. Por momentos puede resultar sano, honesto, sincero, auto protector e incluso necesario aislarse un poco, no participar en estos eventos sin que siquiera resulte necesario dar explicaciones de por qué. Si optan por esta opción, si deciden pasar estos días solas o compartiendo con el único que realmente tal vez sientan que entiende un poco aquello que les pasa, su compañero/a, tal vez puedan compartir un día gratificante juntos, descansar, distraerse, tomar un respiro de redes sociales y de contactos con terceros.

Durante la búsqueda de embarazo es importante ser respetuosa con los sentimientos y los tiempos de una misma, revisar y aprender a conocer el ciclo femenino, mejorar la propia nutrición, sostener un vinculo armonioso con la naturaleza, aguzar la conexión con el propio cuerpo e incluso indagar en la historia de fertilidad de la familia de origen, pero sobre todo tomar el camino como una oportunidad para conocerse profundamente con la pareja y para "armar un equipo", si es que la búsqueda se da con un otro, que permita a ambos enfocarse más hacia adentro que hacia el afuera.


La maternidad es uno de los procesos de metamorfosis más profundos que vivimos las mujeres. Cuando aparece algún problema para concebir podemos intentar decodificarlo con cierto enfoque positivo pese al dolor, considerar al síntoma como una oportunidad para adentrarnos en la profundización de lo que nuestra dificultad viene a mostrarnos: que hay algo en lo que podríamos indagar, algún aspecto en el que debemos bucear, que algo tal vez se podría poner a trabajar en nuestra concepción holística de salud (entendida en su dimensión compleja, bio psico emocional) para que nuestro cuerpo acepte acompañarnos en una función trascendental para nosotras y que en el presente nos resulta prioritaria pero que es absolutamente secundaria para su supervivencia: concebir, gestar otra vida, y dar a luz.

Así, la búsqueda del embarazo que no llega puede vivirse como un padecimiento absoluto o como una oportunidad para aprender, para conocerse a una misma y con el otro, para saber sobre nuestro tiempo interno, respetarlo y honrarlo como nuestra gran verdad singular, única e irrepetible. Ninguna persona es igual a otra ni debe cumplir con ninguna expectativa social, no existen momentos preestablecidos para hacer las cosas ni tips o respuestas que nos ayuden a lidiar de forma generalizada con las frustraciones, por lo que cuando una mujer en búsqueda opte por concurrir a un evento social y reciba la pregunta "¿y ustedes para cuando?" podrá simplemente responder que no sabe, y si el otro retruca consultándole si ya se encuentra buscando, decidir de acuerdo al nivel de confianza e intimidad que tenga con él o ella si se abre a responder que si y a contar algo de su historia, o si elige directamente responder que no en una especie de acto de defensa propia.
En cuanto a los comentarios desafortunados del entorno, pese a que la mayoría de las veces surgen desde el amor y la falta de recursos emocionales para acompañar a un ser querido que enfrenta una dificultad, hay que intentar que calen lo menos hondo posible en el corazón. Es común escuchar que a quienes buscan ser madres les recomienden "que se relajen", "que se vayan de vacaciones", "que piensen en otra cosa porque el bebé ya va a llegar", aunque resulte ridículo. Esto a menudo suele generar más ansiedad en la mujer, que probablemente termine incluso sintiendo culpa ya que seguramente lo último que consiga sea tomar su búsqueda con calma.

Si te está pasando ésto:
- Sabé que no estás sola, que miles de mujeres y parejas transitan búsquedas infructuosas o repletas de obstáculos en la más profunda soledad. Para ésto te recomendamos "buscar una tribu de búsqueda", que te reúnas con otras personas que se encuentren transitando una situación similar a la tuya ya que ahí seguramente conocerás a quienes vayan a convertirse en un refugio cuando sientas que estás cansada de ir a eventos sociales en los que está lleno de bebés.
- Reconocé hacia tu interior que no podés relajarte, que tomar el tema con calma simplemente no te sale y que te habitan en el presente durante varios momentos del día sentimientos tristes o negativos, aceptá la emoción que sentís. Para convertirse en madre resulta muy útil, y a veces hasta necesario, ser honesta con una misma. Una vez que hayas podido reconocer que la ansiedad, aunque quisieras evitarla, te acompaña, podés intentar durante periodos breves del día realizar actividades que en vez de conectarte con el futuro o con lo que no fue te centren y ocupen en el presente. Empezar un taller de algo que te gusta, hacer alguna meditación guiada, practicar yoga, iniciar si todavía no lo hiciste un espacio de análisis personal con profesional de la salud mental perinatal...

El fundamento por el que nos ponemos ansiosas es porque pensamos en lo que va a suceder el día de mañana y no en lo que estamos transitando hoy. Si conseguís ocuparte en el presente aunque sea durante un momento muy breve del día vas a liberar hormonas de relajación y felicidad durante esos minutos que fomenten los mecanismos biológicos saludables de tu organismo. Ese pequeño paso repetido realmente puede resultar muy significativo en tu camino.

                                         Asesoró: Sofía Gargiulo Malvino,
Lic. en Psicología con formación específica en Psicología Perinatal. 
Profesional a cargo de encuentros pre concepcionales en Vicky Seguí Embarazo y Maternidad.

Buscando el embarazo
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¿Cuál es la probabilidad de convertirse en padres de inmediato? Bajo, porque no todas las parejas logran ver las dos rayas atesoradas en la prueba durante el primer mes de sexo sin protección, pero solo el 25% de las afortunadas. Además, incluso el diagnóstico de infertilidad no es una oración hoy, esto se puede combatir. Por lo tanto, en ningún caso debe entrar en pánico y estar molesto si una mujer no queda embarazada de inmediato. Las razones para preocuparse no deberían surgir incluso durante 3-6 meses de tratar de concebir un bebé, vale la pena ir al médico si el embarazo no ocurre durante 10-12 ciclos.