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Acompañalos en su crecimiento

La mejor madre del mundo no nace, más bien se hace, y para lograrlo solo se necesita mucho amor. Disfruta tus hijos todo lo que puedas, abrázalos, bésalos, juega con ellos como si tuvieras tu la misma edad. Ámalos, ellos son la alegría de tu vida. Es importante tomarse tiempo para entender los juegos de los bebés y niños, para poder respetarlos en esos momentos sin interrumpirlos, ni proponerles nosotros el juego que queremos que juegue. Jugando transforman su propia realidad a su criterio y esto les permite crecer.