Consejos

Estoy sufriendo mucho de náuseas, y algo que me ayudó es masticar un chicle de menta cuando me venía la sensación de náusea. A mi me funciona!

Cuando mi bebé no quiere tomar sus remedios, uso una jeringa o gotero, pongo un dedo dentro de su mejilla, coloco el gotero o jeringa allí mismo y vacío el contendido rápidamente mientras mantengo el dedo en su boca. De esta manera no se ahoga ni lo escupe.

Cuando des de mamar, colocá en el pecho que el bebé no "use", un frasquito esterilizado (de los que se usan para recoger material para análisis) .Sostenélo con la copa del corpiño. Así la leche que cae cuando el bebé succiona del otro lado no chorrea sobre trapitos y puede ser guardada luego en el freezer para mamaderas futuras... sin el esfuerzo de usar sacaleches! Ah! Y si querés aumentar el caudal de leche, tomá levadura de cerveza en comprimidos. Comprado en dietéticas a veces resulta más barata!!

Les paso un ejercicio de respiración que me enseñó mi profe de yoga, es muy simple y efectivo:

En cuanto sientan acidez, comiencen a respirar de la siguiente forma: tomar una bocanada profunda pero tranquila de aire por la boca poniendo la lengua en forma de U, y expulsar el aire también en forma lenta por nariz. Repetirlo las veces que sea necesario. Se logra un alivio casi inmediato.

A la hora de comer, no se mira TV, ni ninguna pantalla, no se atiende ningún tipo de telefono ni se escucha música o grabador. Solamente comentarios de los comensales para saber cómo nos ha ido en el día. Al principio costó pero hoy yo me siento en la mesa y automáticamente mis hijos me dicen apague papá la tv o dejá el celu. Además en mi mesa está prohibido el consumo de Coca Cola o Pepsi solo agua o algún jugo que es para preparar. 

Como hay cada vez más redes sociales y aplicaciones además de Facebook como Twitter, Instagram (donde se suben fotos desde el teléfono), Tumblr, Pinterest, Whatsappp y muchas más, creo que está bueno conocerlas de antemano así podemos ayudar a los chicos a usarlas con cuidado y respeto.

 La hinchazón, los calambres, las molestias por el peso de la panza, el calor...todo, todo desaparece en el agua.

Cuando voy a natación me siento liviana, es como si no pesara nada y me olvido por un rato de esos 10 kilos más que estoy cargando. Además, me permite conectarme con mi bebé, pensar en él mientras nado.

Es un momento muy relajante (creo que para ambos). Se los recomiendo!

En mi caso lo que hice antes de elegir a mi obstetra fue preguntarle a mi hermana y a mis amigas sobre los obstetras que habían atendido sus partos, que me contaran cómo eran, cómo había sido el parto y el estilo de médico que les gusta (más contenedor, más bien “seco” o distante, más amigable, etc.), porque la verdad es que el estilo del médico es tan personal que el solo hecho de que a una amiga le guste no significa que a una le tenga que gustar también.