Pasar al contenido principal

SOY AZUL, Y MIS PADRES NO VIENEN DE UN CUENTO DE HADAS. Cap.1, Cuentos de Azul

 

Soy Azul, escucho a mis padres hablar de mi. Ellos todavía no saben que estoy aquí, sin embargo, yo se dónde estoy.

Mi hermana me observa, me huele, me sonríe, me abraza y me besa. Ella puede verme, porque entiende que el protagonista de esta creación soy yo. Por eso, siente celos, tiene temor a ser desplazada y a ser amada con menor intensidad.

Ella con sus actitudes avisa y alerta a mamá de mi existencia.

Luego dos líneas rojas, color vida, color amor confirman mi presencia.

Mamá ha preparado para mi una cuna suave, calentita, tranquila y acogedora y, a pesar, de que estoy feliz y cómoda, siente miedo e inseguridad.

Sí, desde aquí puedo percibir esos sentimientos, que se fusionan, a la vez, con alegría y amor al pensarme.

Mamá cree que no va a poder darme lo suficiente, lo que necesite, y, sin darse cuenta, produce en su cuerpo un gran desorden de energía pudiendo provocar, así, alteraciones que podrían dañarme.

Estos miedos, dudas e inseguridades crean mucho ruido en la cabeza de mamá, y entre nosotras dos se levanta una barrera que no hace fácil nuestra comunicación.

Mamá contaba con todo lo necesario para escucharme, para saber que estoy muy bien, para saber que yo escojo cómo va a ser mi vida, pero como solo se escucha ella, con todo el "ruido" que tiene en la cabeza, no puede escuchar mi voz.

Si pudiese entender que el protagonista de mi vida soy yo, que yo la he elegido y solo yo decidiré cómo seré y que cualidades tendré, estaría más cerca mío y juntas, sin ruido de por medio, nos conectaríamos simbióticamente, siendo una.

Yo elegí a mis padres, ellos son justo lo que quiero y necesito para crecer.

Si se corriesen un segundo de su protagonismo en mi creación, mi alma les susurraría al oído contándoles sutílmente este secreto tan maravilloso de la vida y entenderían que muchos de sus miedos no son necesarios.

Yo amo a mis padres así y ellos me aman como yo necesito que me amen.

Alejandra López Cirilli