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¿Cómo aplicar los conceptos del Feng Shui en una casa?

Interesarse en el Feng Shui es una cosa, pero saber por dónde empezar para ir adecuando la casa a las recomendaciones de esta práctica, es otra. Los ambientes de la casa son algo así como los órganos del cuerpo: cada uno cumple una función determinada y entre todos deben lograr un perfecto equilibrio.

De acuerdo con el Feng Shui, el corazón de una casa  se sitúa allí donde la familia se reúne diariamente a compartir unos momentos. Este lugar puede ser la cocina, el comedor, o una sala de estar o play-room y todos los integrantes de la familia deben estar representados en este espacio. Es aconsejable que en este ambiente haya dibujos de los chicos.

Otro lugar muy importante en la casa es el área de recepción, porque refleja la empatía y la actitud hacia los demás –y hacia sí mismo- del dueño de casa. Como el Universo es una puerta de ida y vuelta, donde recibimos aquello que damos, el recibidor marca la transición entre un estado de conciencia de “afuera de casa” al de “adentro”, por lo que conviene elegir la mejor manera de dar y darse la bienvenida.

Para el baño, el lugar de purificación de la casa, es importante generar una sensación de intimidad y seguridad, mantener canillas, puertas y ventanas en perfecto estado de funcionamiento, eliminar todo lo que no tenga que ver con el aseo personal, colocar plantas y elegir fragancias naturales en lugar de desodorantes en aerosol.

En relación al dormitorio, lo más importante es que permita el descanso y que brinde la suficiente intimidad. La posición de la cama es esencial y debe seguir los siguientes criterios: la cabecera debe tender a ocupar el rincón más alejado de la puerta y la cama no debe estar en línea recta con la puerta. La cama debe tener respaldo –aunque sea una pared-. No debería haber ventanas o espejos detrás de la cama y en caso de que haya una ventana, conviene colocarle cortinas bien pesadas. Si hay un espejo, es mejor cambiarlo de lugar. Tampoco debería haber nichos o estanterías sobre la cabecera, ni cuadros con marcos muy pesados. Es preferible que no haya nada colgando sobre la cama. Si esto fuera inevitable, hay que procurar que se trate de cosas livianas, como lámparas de papel. Nunca elegir arañas que tengan una punta hacia abajo.

Una regla clásica del Feng Shui dice que no debe haber más de un espejo en el dormitorio y que uno no debe verse desde la cama mientras está acostado, y es buena idea atenerse a esta regla. Los espejos deben tratar de ubicarse siempre donde nos devuelvan la mejor imagen de nosotros mismos.

El cielo raso del dormitorio no debe ser muy alto, pero tampoco debe inclinarse sobre la cama. Si el cielo raso es muy alto, usar un dosel es una buena idea. Al mudarse, cambiar de pareja o iniciar un trabajo nuevo es ideal cambiar de cama o al menos cambiar la ropa de cama.

Lo que se pone sobre la mesita de luz también es muy importante: se deben disponer objetos (fotos, recuerdos) que ayuden a mantener un estado de ánimo óptimo y evitar cualquier cosa relacionada con el trabajo o con las obligaciones incumplidas (por ejemplo, facturas pendientes).

En el dormitorio hay que reducir al mínimo indispensable el número de aparatos electrónicos y si hay un baño contiguo, la cabecera de la cama no debería apoyarse sobre la pared que da al baño. En el caso de que no quede otra posibilidad, conviene revestir la pared del lado del dormitorio con corcho o tela.

El comedor debe ser un lugar dedicado exclusivamente a la alimentación y al fortalecimiento de los lazos familiares y afectivos, por lo tanto toda la ambientación debe apuntar a este objetivo. Los asientos deben estar “apoyados” en paredes sin ventanas, si esto no fuera posible, las ventanas deben proveerse de cortinas adecuadas. Es importante evitar que la mesa se convierta en un depósito de objetos varios, que la iluminación sea demasiado intensa y que el revestimiento de los piso sea muy frío (por ejemplo, mosaico).

Para el Feng Shui, las ventanas representan la conexión entre el interior protegido de la casa y el exterior, la luz, el aire, la naturaleza y la comunidad y los cuartos más adecuados según esta teoría son los que tienen dos ventanas orientadas en distintas direcciones. Las ventanas son comparables con los ojos y las cortinas con los párpados, y se consideran tan necesarias como aquellos, por eso no deben faltar.

Y si la vista de una ventana es desagradable, sugiere colocar cerca de ella algo interesante y colorido como un cuadro, una planta, flores o cristales que distribuyan la luz en un arcoiris de colores.



Asesoró: Marcelo Viggiano, creador del sitio Feng Shui mundo,
destinado a la difusión e intercambio de novedades,
comentarios, reflexiones y opiniones vinculadas al Feng Shui