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¿Cómo mejorar la piel seca?

Tener la cara tirante o los talones agrietados es un síntoma de que la piel está necesitando hidratarse por dentro y por fuera. Es bueno saber que a pesar que la piel seca puede ser muy incómoda y antiestética, es un problema que tiene solución.

Si la piel de las piernas se descama visiblemente al sacar las medias y si las manos y la cara se sienten tirantes, hay que empezar por servirse un gran vaso de agua y después encarar seriamente una estrategia de rehidratación que, en principio, no necesita de remedios ni sesiones de spa.

El cloro de las piletas de natación, la exposición al sol, el aire acondicionado, la calefacción, los baños con agua muy caliente, los cambios bruscos de clima y el uso de jabones o perfumes con alcohol pueden ser causas externas que provoquen sequedad en la piel. Pero una ingesta insuficiente de líquidos, una dieta pobre en frutas y verduras, así como el paso del tiempo –con la edad, las glándulas sebáceas producen cada vez menos aceites naturales, y después de los sesenta años, la piel seca afecta a la mayoría de las personas- son causas internas que, junto con algunos medicamentos y enfermedades, pueden hacer que la piel se deshidrate.

Usar una esponja vegetal que retire las células muertas y colocarse una buena crema humectante o nutritiva después del baño son hábitos que, sumados al de beber por lo menos dos litros de agua por día, contribuyen a mantener la piel en óptimas condiciones.

La palta –aguacate- pisada, el aceite de oliva y el yogur son elementos que se pueden ir a buscar a la cocina para hacer excelentes máscaras, aplicándolos directamente –siempre y cuando la persona no sea alérgica- sobre brazos y piernas.

Agregar medio litro de leche al agua de un baño de inmersión no muy caliente y hacer una bolsita de tela de pañal con avena para usar como esponja también es un método casero que da buenos resultados en las pieles secas.

En el rostro –mientras no esté enrojecido o se padezca rosácea-, se puede hacer cada tanto un baño de vapor y exfoliar con cremas específicas antes de hidratar, siempre suavemente y sin agredir refregando con fuerza.

Las aguas termales que se adquieren en las perfumerías o casas de cosmética son muy útiles para llevar en la cartera y brumizar el rostro a lo largo del día, para devolverle la humedad. No hay que temer que esto vaya a correr el maquillaje, porque por el contrario, la bruma humectante lo fija.

No hay que acordarse de la piel sólo cuando empieza el calor: en invierno, cuando la piel tiende a secarse más, no hay que olvidarse de ella aunque la llevemos cubierta con ropa, porque cuando llegue el verano y las sandalias y polleras salgan del guardarropa, los tobillos y las piernas pueden lucir agrietados y opacos.

Ahora, si con las estrategias “caseras” el problema no se soluciona, habrá que consultar a un dermatólogo para que indique el tratamiento adecuado.