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¿Cómo sentarse correctamente frente a la computadora?

Cuando por cuestiones laborales se pasan muchas horas frente a la computadora, el cuerpo empieza a dar señales de molestias si el “puesto de trabajo” no está correctamente armado. Aquí, algunos detalles para tener en cuenta al enfrentarse al monitor.

Pasar entre ocho y diez horas diarias –o incluso más- sentado frente a una computadora es lo habitual para miles de personas que, ya sea en la oficina o en sus propias casas, la usan como herramienta de trabajo.

Dado que este sedentarismo puede traer problemas de salud, es útil aplicar algunos conceptos de la Ergonomía –una disciplina que busca la adaptación entre el aparato de tecnología y el usuario- al “puesto de trabajo”.

Para evitar dolores de espalda, de cintura, de piernas, molestias en la vista y dolores en la muñeca, el brazo y la mano, hay algunos aspectos que no se deben descuidar:

  • La silla debe ser lo más confortable y acolchada posible. La posibilidad de regular la altura del asiento, la presencia de apoyabrazos y de un respaldo basculante son fundamentales para que cada persona la acomode de acuerdo a sus propias necesidades. La altura de la silla debe estar regulada de tal forma que la persona pueda apoyar los pies en el piso y la espalda contra el respaldo en posición recta. Las rodillas deben formar un ángulo de 90 grados y si esto no se logra regulando la altura de la silla, se puede colocar un apoya-pies. Los codos también deben formar un ángulo de 90 grados y reposar en los apoyabrazos cuando no haga falta escribir o utilizar el Mouse.
  • El monitor o pantalla es una fuente de luz, y la iluminación del lugar debe ser la adecuada para no sobreexigir la vista. 
  • La luz puntual sobre el monitor no es lo mejor, sino que es conveniente elegir una luz más difusa, de una intensidad lo más parecida posible a la del monitor. La luz natural puede manejarse con cortinas translúcidas y no hay que olvidar que es posible regular el contraste desde el monitor o pantalla. Las lágrimas artificiales –para lubricar- y la acción de desviar la vista del monitor cada diez minutos aproximadamente pueden ayudar a que los ojos no sufran tanto el hecho de estar siempre fijos sobre un monitor que es plano y que le ofrece siempre la misma distancia focal respecto de la pantalla.

  • Otro aspecto a tener en cuenta es que, en una computadora de escritorio, el borde superior del monitor debe quedar en la línea de visión de la persona cuando se encuentra sentada y con la cabeza derecha, de modo que para mirar la pantalla deba bajar levemente la vista, pero no la cabeza. Esto provoca dolores de cuello y de espalda. La distancia ideal entre los ojos y el monitor es de entre 35 y 70 centímetros, para pantallas que van de 15 a 19 pulgadas. Si el monitor es más grande, habrá que alejarse más. 
  • El teclado debería estar a la altura de los codos y el ideal es el ergonómico, ya que la disposición lineal de los teclados comunes hace que las manos de quien lo utiliza estén en una posición poco adecuada, donde se juntan “antinaturalmente” las muñecas de ambos brazos, provocando dolor después de varias horas de estar tipeando.
  • El Mouse debería ocupar toda la mano, porque resultan más cómodos. Y si el pad sobre el que se lo utiliza viene con almohada rellena de gel para descansar la muñeca, se ayuda a evitar el “síndrome de túnel carpiano”, una enfermedad muy dolorosa causada por la mala posición de la mano al manejar el mouse. 
  • Además de alejar la vista del monitor cada diez minutos, es bueno levantarse cada media hora para cambiar de postura, mover los músculos y facilitar la circulación sanguínea. Mover la cabeza en círculos hacia los lados, manteniendo firmes los hombros, estirarse como “desperezándose” y hacer girar en círculos los tobillos son movimientos que previenen futuros dolores y que hay que tener tan en cuenta como el trabajo que hay que terminar.

Y para que puedan poner todos estos consejos en práctica ya, compartimos este video superdidáctico:

 

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