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¿Parto vaginal después de una cesárea?

¿Si el primer hijo nació por cesárea,el próximo también deberá nacer por esa vía?. Frecuentemente se escucha esta pregunta en el consultorio del obstetra.

En 1916 se propuso en EEUU la norma de "una cesárea, siempre cesárea". Esta aseveración sigue siendo sostenida por distintos grupos u obstetras en forma individual.

La cesárea anterior como causa de cesárea es en la actualidad el motivo principal de la indicación quirúrgica, incrementando en forma geométrica su frecuencia.

Con este motivo se realizan trabajos en distintas instituciones, tratando de evaluar el riesgo materno-fetal de un trabajo de parto en pacientes que ya tenían una cesárea.

Supuestamente, el riesgo mayor sería la rotura uterina producida por las contracciones en la cicatriz de la cesárea anterior y las consecuencias de esto sobre la salud fetal y la de la madre.

Los resultado de las estadísticas realizadas fijan este riesgo entre 0 y 0,7 %, lo cual es mínimo, en un centro de atención con los medios necesarios y teniendo en cuenta que la rotura, es una posibilidad aún en un trabajo de parto normal en pacientes sin cicatrices uterinas.

A partir de estas consideraciones, podemos responder la pregunta del inicio:


"Con las condiciones adecuadas se tiene aproximadamente el 50 % de posibilidades de tener el próximo parto por vía vaginal."

La decisión de iniciar y continuar con un trabajo de parto normal debe ser tomada en conjunto por el obstetra y la madre.

Puede ser que el obstetra no sea partidario de un parto vaginal luego de cesárea, basándose en su experiencia, a estudios consultados, o a las conductas habituales del centro en que se formó, lo que de ningún modo es criticable.

Puede ser también que la paciente no esté convencida de pasar por un trabajo de parto sin saber si finalmente culminará por vía vaginal o puede haber tenido una buena experiencia en su cesárea anterior y no esté dispuesta a experimentar nuevas situaciones.

Por esto, las primeras consultas deben estar destinadas, además de al control del embarazo, a concensuar entre ambos, la conducta a seguir en el momento del parto.

Con frecuencia el obstetra le solicita firmar a su paciente el "consentimiento médico informado" en el cual se ponen de manifiesto las condiciones obstétricas actuales, las posibilidades terapéuticas (distintas formas de terminación del parto), posibles riesgos derivados de la conducta a tomar, respuestas a las preguntas por usted realizadas y su afirmación de que comprende todo lo anteriormente analizado.

Este consentimiento no releva al profesional de actuar con toda su idoneidad y solicitud, pero legalmente es importante y no debe actuar como un elemento de disuasión.

Al ingresar al sanatorio nuevamente firmará un formulario ad hoc, con los mismos datos.

 

¿Siempre están dadas las condiciones para intentar un parto vaginal? 


Por supuesto que no.

El médico evalúa la causa que llevó a la cesárea anterior. Si las condiciones persisten, como por ejemplo una pelvis pequeña y un bebé grande, o nuevamente un bebé en posición sentada, o una placenta previa, o trastornos médicos de la paciente, (cardiológicos, oftalmológicos, traumatológicos, etc.) que lo hagan necesario, la cesárea será inevitable.

Si la decisión es intentar un parto vaginal, otros obstáculos pueden vallar el camino a tal fin.
Para comenzar, se trata de que el parto se inicie en forma espontánea.

Si llega la fecha probable del parto, la paciente no tuvo contracciones y el exámen indica que el cuello uterino está cerrado, largo - lo que se llama inmaduro- seguramente se decidirá una cesárea electiva en ese momento.

Si el trabajo inició y tiene contracciones óptimas pero a pesar de las maniobras que se utilizan y los medicamentos adecuados para relajar el cuello uterino, no se obtiene una dilatación progresiva (falta de progresión del trabajo de parto), también se concluirá en una cesárea.

Durante el trabajo de parto pueden suceder distintos eventos, como alteración de los latidos fetales observados con el monitoreo fetal permanente, lo que podría llevar a hacer sufrir al bebé distintos tipos de sangrado o dolor permanente en el sitio de la cicatriz anterior, lo que hace sospechar la posibilidad de una desinencia de la cicatriz.

De aparecer éstos se decide la cirugía inmediatamente.

¿Cómo prepararse?


Durante los meses previos al parto, la madre interactuará con los distintos profesionales: psicóloga, obstétrica, profesora de educación física, neonatólogo, entre otros, para llegar en las mejores condiciones anímicas y físicas al parto y estar preparada para vivir con plenitud y felicidad el nacimiento de su hijo ya sea que nazca por vía natural o cesárea.


La tarea de la obstétrica durante el trabajo de parto es fundamental. Ideológicamente debe compartir con el médico su convencimiento de las bondades físicas y psicológicas del parto natural y debe disponer de sus conocimientos, paciencia y tiempo - que puede ser prolongado- para llegar a buen término.

 

Conclusión 


Es posible el parto vaginal luego de una cesárea previa si se cumplen algunas condiciones y depende mucho de la actitud y preparación tanto de la paciente como del equipo médico que la asiste en esa ocasión. 

Dr Antonio Ricardo Daniele
Ginecólogo y Obstetra
 

 

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