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¿Qué son los lunares? ¿Cuándo consultar al médico?

Todas las personas tienen manchas o lunares en distintas partes del cuerpo que presentan múltiples características. Es importante estar atenta a ciertos signos de alerta y, al detectar una mancha en la piel, consultar al dermatólogo.


¿Qué son?


Los lunares (también llamados “nevos”) son marcas visibles, circunscriptas, de larga duración, que se encuentran en la piel o en las mucosas, como por ejemplo los labios. Se los llama así porque en tiempos pasados se atribuía su aparición a los influjos de la luna.


¿Qué tipos de lunares existen y cómo identificarlos?


Hay dos tipos de lunares. Los llamados “congénitos”, que son los que están formados ya  desde el nacimiento o bien pueden aparecer hasta el primer año de vida y no tienen una causa aparente. Y los “adquiridos”, que son todos los que aparecen después, en diferentes etapas de la vida, ante estímulos como los hormonales, ante la exposición solar o por quemaduras.


¿Se pueden controlar?


Los lunares deben ser controlados por el dermatólogo y es importante hacer la consulta ante la primera duda, porque si son malignos y se detectan temprano, se pueden curar. Una vez aparecidos, los lunares pueden crecer con lentitud durante toda la vida, o bien crecer y luego estacionarse. Es muy importante entender esto ya que es un acto fisiológico normal y no hay que preocuparse si estos crecen durante la infancia o si se ponen más oscuros durante los embarazos, ya que en esos períodos reciben un estimulo hormonal, como se mencionó anteriormente.


¿Cómo hacerse el autoexamen?


Es posible reconocer los propios lunares y realizar un autoexamen simple que ayude a identificar aquellos que exigen una urgente consulta médica. Para ello existe el llamado “ABCDE de los lunares”:

  • Asimetría: evaluar si partiendo el lunar a la mitad tiene 2 formas muy distintas
  • Bordes: observar si son irregulares o terminan en picos o puntas
  • Color: detectar si presenta más de 3 colores
  • Diámetro: evaluar si aumentó en poco tiempo su tamaño
  • Elevación: identificar si rápidamente se sobreelevó del nivel de la piel

Si ocurre alguna de estas cosas, es necesario consultar al dermatólogo.

Si bien el autoexamen es de gran utilidad, es muy importante hacer un seguimiento de todos los lunares con el especialista dermatólogo debido a que hay localizaciones muy difíciles de controlar por el paciente, como por ejemplo la espalda. El especialista presenta equipos que pueden evaluarlos con más certeza e indicar su extracción si fuera necesario. Se recomienda ir al dermatólogo una vez al año, pero aquellos pacientes que presentan una alteración del ABCDE deben tener un seguimiento estricto cada 6 meses.


¿Cómo saber si es necesario extirparlos?


Los criterios del dermatólogo para la extirpación de lunares son los siguientes:

  • Una lesión que cambió ante el autoexamen de los lunares.
  • Lesiones que pican, duelen o se lastiman y no curan
  • Por prevención en lugares donde los lunares son difíciles de controlar por ejemplo cuero cabelludo, espacios interdigitales y genitales.


¿Qué relación existe entre los lunares y la exposición al sol?


La exposición al sol, es decir el daño solar, es acumulativo en la piel y sobre todo en los lunares. Es como si los lunares fuesen cargando en su memoria las horas de sol tomadas.

Por eso el tratamiento para prevenir cualquier alteración de los mismos es:

  • Minimizar la exposición solar
  • Usar protección solar mayor a 40 en adultos y mayor a 50 en niños, con reposición cada 2 horas, para evitar quemaduras solares
  • Especial control durante embarazos, pubertad y tratamientos hormonales.


Observación sobre la exposición solar


Si uno toma sol de forma concientizada, solo antes de las 10.30 y después de las 16, con protector solar alto y renovación cada 2 horas, el sol no produce daño. En toda exposición que no se ajuste estrictamente a esa conducta, el sol produce daño y este es acumulativo.
 


Asesoró: Dra. Marilina Zabalo, Médica especialista en
Dermatología del Centro Proderma. M.N. 111.660

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