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5 Consejos para el cuidado del bebé prematuro

El 17 de noviembre se celebra el Día Mundial del Prematuro. Un bebé prematuro es aquel que, al haber nacido antes de tiempo, no pudo completar la maduración de sus órganos. Si nace con menos de 37 semanas de gestación o con un peso inferior a 2.500 gramos, se lo denomina prematuro, pero aquellos que nacen con menos de 32 semanas de gestación o menos de 1.500 gramos de peso son “prematuros de alto riesgo”.

Estos niños necesitan de cuidados especiales ya que frecuentemente tienen dificultades para controlar la temperatura de su cuerpo, para alimentarse y para respirar. En la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) de neonatología, se los ayudará a crecer a través del uso de incubadoras, sondas nasogástricas o gástricas y en algunos casos respiradores.

 A la hora de volver al hogar, surgen dudas, miedos e inseguridades. El  Dr. Guillermo Colantonio, Jefe de Neonatologia del Sanatorio Finochietto, brinda los 5 principales consejos para aquellas familias que deben atravesar por esta etapa:
 

  1.  Cuente con anotaciones. Antes del alta médica aclare todas sus dudas. Compile y guarde toda la información importante: resumen de la historia clínica, nombres del equipo médico, teléfonos y direcciones de las instituciones a las cuales deben acudir en caso de dudas o urgencias y, también, pueden anotar los turnos de los próximos controles para no olvidar ninguno.
  2. Controles médicos. Durante las primeras 4 a 6 semanas es conveniente que las salidas estén restringidas solamente a los controles de seguimiento: pediatría, fonoaudiología, oftalmología, kinesiología, neurología, psicopedagogía, trabajo social y psicología.
  3.   Prevenir infecciones. Es prioritario el lavado frecuente de manos, especialmente, antes y después de atender al niño. Se recomienda restringir las visitas y las salidas en época invernal para evitar la exposición a los virus de la comunidad. Consulte con el pediatra especializado si su bebé deberá recibir el esquema mensual de inmunización pasiva  durante los meses de mayor circulación viral para prevenir la infección por VSR (Virus Sincicial Respiratorio), principal responsable de la bronquiolitis.
  4.  Lactancia materna. Es el mejor alimento que puede recibir un bebé porque además de nutrirlo, le transfiere anticuerpos que lo protegen de enfermedades. La leche que produce la mamá de un bebé prematuro es diferente de la leche materna de las madres que han dado a luz a término: algunos estudios sugieren que esta es más rica en proteínas y ciertos minerales.
  5.  Detección de síntomas de estrés. Al haberse habituado al ritmo de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), los bebés pueden sentirse extraños en el ambiente del hogar. Esta incomodidad puede detectarse a través de un número mayor de episodios de llanto e irritabilidad. La contención a través del contacto piel a piel con los padres es la forma de llevar tranquilidad al prematuro.


 

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