7 de abril Día Mundial de la Salud

Lanzarse de cabeza desde las grandes alturas es la pasión de Helmut Wirz, de 87 años. Este farmacéutico jubilado descubrió el salto con cuerda elástica (bungee-jumping) cuando tenía 75 años. “Cuando estoy ahí, suspendido, me siento completamente tranquilo”, comenta, a pesar de que solo lo sostiene una cuerda elástica atada a las piernas. Este es uno de los testimonios que la Organización Mundial de la Salud (OMS) presenta con la intención de demostrar que la vejez ya no es lo que era, que es tiempo de despojarse de los preceptos sociales y promover oportunidades para que las personas crezcan saludablemente y puedan afrontar una madurez digna.

Según la OMS el mundo está envejeciendo rápidamente y se prevé que para 2050 el número de personas de 60 años de edad y más, como proporción de la población global, se habrá duplicado. Para entonces, por primera vez en la historia de la humanidad, habrá más personas mayores que niños (de 0–14 años de edad) en la población. Por esta razón el Día Mundial de la Salud, y todo el 2012, está dedicado a informar y captar la atención de los distintos países sobre este tema, promoviendo una mejora de la calidad de vida para que la sociedad tenga un envejecimiento activo y saludable.

Los mitos sobre el envejecimiento

Basta con comparar a los abuelos de hace 20 años con los de ahora para darse cuenta de que algo cambió, sin embargo, alrededor de la vejez sigue habiendo mitos difíciles de derribar:

• Las personas mayores son débiles: este mito hace creer que una persona mayor no puede contribuir en la sociedad, que se enferma mucho y que es imposible afrontar los gastos de su atención médica. Sin embargo, el decaimiento de las capacidades físicas y psíquicas de una persona no depende tanto de su edad sino más de factores externos como el estilo de vida adulta, el cigarrillo, el consumo de alcohol, el tipo de dieta que lleve  y su clase social. Esto quiere decir que hay que hacer un análisis más profundo y cambiar esta percepción para que la gente tenga una mejor calidad de vida desde la niñez y pueda llegar a una vejez más saludable.
• Las personas mayores no pueden trabajar: en realidad, es la discriminación por cuestiones de edad y el hecho de que están en condiciones desfavorables con respecto a la educación y la capacitación, lo que hace que las personas de edad no tengan trabajos remunerados. Sin embargo, contribuyen considerablemente con trabajos no remunerados y las economías de muchos países del mundo dependen de esas contribuciones – algo que no se suele reconocer, valorizar ni apreciar- .

Acompañar el envejecimiento de la sociedad con adecuadas inversiones sociales y de salud, hará posible lograr no solo una longevidad sana y activa sino además que el envejecimiento de la población no signifique una carga económica para el desarrollo del país.

Fuente: Organización Mundial de la Salud;
Organización Panamericana de la Salud