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Abuelas por primera vez…

A veces es una etapa que hay que afrontar inesperadamente, En otras ocasiones se espera largamente y los hijos no responden. Y un día, se dan cuenta de que serán: Abuelas por primera vez!

Todos pasamos por el mismo lugar

A veces pienso en la vida como en un círculo por el cual todos vamos pasando.

Hay un punto de salida y un punto de llagada que se tocan, se parecen tanto que todo empieza y termina como si atravesáramos la misma puerta dos veces.

Así aparece un camino con diferentes hitos que hay que ir conquistando, postas a las que hay que legar.

Todos pasamos por el mismo lugar, estaremos donde otros estás ahora, y estuvimos allí donde otros acaban de llegar.

Podemos recorrer ese "redondel" de diferentes maneras, pero para muchas cosas no hay atajos, no hay escapatoria.

Mientras crecemos vamos hacia a delante y recorremos el camino que nos falta recorrer.

No nos lleva a todos el mismo -tiempo ni interno ni cronológico- llegar a algunas experiencias, no nos cuesta lo mismo, no nos es igual de fácil ni igual de difícil a unos que a otros, no tenemos el mismo entusiasmo, ni los mismos miedos, cada uno recorre el círculo con un estilo particular.

Así cuando una mujer embarazada está con su mamá y se abrazan en un encuentro fraterno, integran un encuentro donde, el bebé está allí donde estuvieron la futura mamá y la futura abuela, la mamá está ahí donde estuvo la abuela, y la abuela está allí donde estuvo su mamá y así podemos seguir en esa suma de círculos concéntricos que tienen en este momento de pibot al bebé por venir…

El bebé tiene todo por aprender, pero ellas tienen además de mucho por aprender, mucho por enseñar y muchísimo por rememorar.

Hay que aguzar el instinto y dejar a la memoria más profunda aparecer.

Estuvimos allí

Podemos aprender mucho en los Cursos de Psicoprofilaxis, mucho más en los libros, estar atentas a algunos videos o programas de televisión especializados, estudiar un tratado de obstetricia, pero nada de lo que acumulemos como conocimiento formal ,va a parecerse en su eficacia, a aquello que tiene que ver con la propia experiencia.

Las mamás primerizas creen que no saben nada, que todo va a ser nuevo para ellas, sin embargo es bueno entrenarlas en la idea de que solo tienen que "recordar".

Cuando ven la panza o luego al bebé pueden pesar "ya estuve allí", cuando el bebé llora la mamá no entiende, pero si se deja hacer lo que le murmulla el INSTINTO al oído, actuará con fluidez y de manera acertada.

Acunará al niño, le hablará suavemente, ella "recuerda" que así es como a uno le gusta cuando es bebé…
Cuando la futura abuela se enfrenta a la nueva condición de madre de su hija o su nuera, también puede hacer memoria.

Ella pasó por ese lugar, hace tiempo…pero esas vivencias no se olvidan con facilidad.
Debe aguzar sus sentidos para rescatar, no lo que le permita dar un consejo, sino aquello que la invita a tratar a su hija como ella quería ser tratada.

Entender, estar cerca, no llenar de palabras, abrazar y acunar igual que la madre hace con el niño, la mujer que espera tiene una especie de regresión y necesita expresamente que la toquen, que la ayuden, que le confirmen que la quieren…

La abuela quizás no tenga a su propia mamá o tal vez sí.

En todo caso podrá armar su modelo de abuela con todos los retazos de otras abuelas, propias y ajenas, que haya conocido…

Lo que me gusta lo acondiciono y lo pego o lo coso o los ato, lo que no me gusta lo descarto, sin culpa, elijo solo lo que me sirve para este tapiz que estamos armando juntas, que es el producto de la trama que queda entre las diferentes maneras en que cada uno -a su tiempo- vamos andando por la circunferencia…

Cómo son las abuelas


Hay un modelo predeterminado que sirva para ponerse en marcha sin tamiz de por medio?

Deberían - las que va a ser abuelas- cumplir con ese mandato social, cultural que viene de afuera?

En todo caso, ahora que las mujeres de 50 y pico de años tienen hijos, será ser abuela algo que pasó de moda?

Se transformará en un pasaporte a la tercera edad y con él llegaremos a lugares que no queríamos conocer?

Es garantía de estar viejas, feas, perder el atractivo como mujeres?

Muchas de estas preguntas aparecen, se digan en vos alta o no, y con ellas la dificultad para pensarse en ese nuevo puerto como un barco con todas las velas henchidas, y con ánimo de recorrer por mucho tiempo el mar…

La idea sería no pensar en cómo son las abuelas, sino en qué tipo de abuela quieren ser…

Ponerse de cuclillas en el piso a seleccionar ese material del que hablaba, que nos permitirá hacer el tapiz que más les gusta, dándose permiso para descoser, desatar, volver a empezar, hasta que sintamos que se parece más a lo que imaginaron.

 
Para quedarse pensando…

Así es que cómo son las abuelas no debería importarles, pero sí aprovechar esta nueva oportunidad que les da la vida para ser aún mejores madres, para ser aún mejores personas, para estar más cerca de lo que les gusta, que de aquello de lo que deberían estar.

Para empezar por qué no alguna tarea pendiente, para aprender a tejer, a pintar sabanitas, a andar en bicicleta, hacer un curso de portugués…

Es la vida esa que llega que nos despierta otra vez, que nos sacude con su fuerza, el bebé nuevo traerá también energías para él y para todos, el pan que todos esperan no es otra cosa que la nueva oportunidad, el nuevo impulso de hacer cosas nuevas o de hacer mejor aquellas que hacemos.

Abuela sin rodete - como dijo siempre mi mamá- es un modelo posible, en jean, en zapatillas o con batón, lo importante es que se parezca a lo que cada una quiere.

Que se anime a estar SIN ACONSEJAR, a decir SIN CRITICAR a sugerir SIN ORDENAR, a ayudar en aquello que los nuevos padres necesitan.

Abuela por primera vez…un desafío nuevo que las hará nacer otra vez un poco.

Mujer, pareja y familia