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Angina

La faringoamigdalitis, popularmente llamada angina, es una de las afecciones más comunes diagnosticadas en la consulta pediátrica. Si bien es una enfermedad habitual, la garganta inflamada es el primer estadío que dan algunos virus al manifestarse.

La faringoamigdalitis, popularmente llamada angina, es una de las afecciones más comunes diagnosticadas en la consulta pediátrica. Si bien es una enfermedad habitual, aclaremos que la garganta inflamada es el primer estadío o el primer paso que dan algunos virus para luego afectar a otros órganos y producir otras enfermedades como consecuencia: gastroenteritis, laringitis, bronquitis, o eruptivas; en  estos casos no son  una enfermedad en sí misma.   

Veamos qué hacer cuando se trata de una “verdadera angina” y cuales son  las conductas  a   tomar  en el caso de repetirse en muy poco tiempo.

¿Es necesario tomar antibióticos?

Cuando estamos frente a una angina lo  prioritario en relación al tratamiento, es saber si fue causada por  bacterias o  virus. En el primer caso, la  más conocida y respetable, es el Estreptococo Beta Hemolítico Grupo A,  suele afectar a chicos a partir de los 3 años, raro antes de esa edad, con mucho dolor al tragar, voz “gangosa”, ganglios en el cuello inflamados y dolorosos, fiebre  muy alta, dolor de cabeza y de panza y al revisar al chico, la garganta está muy colorada, con placas blancas o un puntillado rojo  oscuro en el paladar.

Cuando hay dudas diagnósticas se realiza el Hisopado de Fauces, que incluye el “test rápido” (resultado en minutos) y el cultivo (24 horas) para tener mayor certeza.

Responden “casi  mágicamente” a los antibióticos que proporcionan una gran mejoría después de la segunda o tercer toma.

¿Es viral o bacteriana?

También los virus pueden ocasionar angina como una afección por sí sola. En estos casos puede haber garganta colorada y placas, pero no hay tanto dolor al tragar, los ganglios están poco inflamados, la fiebre no suele ser tan alta y hay síntomas acompañantes como: mocos, resfrío, tos, conjuntivitis o diarrea (todos ausentes en los cuadros bacterianos ).

Mencionaremos en particular a una angina viral muy conocida que da ampollas o llagas, duele muchísimo (impidiendo tragar hasta los líquidos) y presenta fiebre muy alta, mucho decaimiento y luego de 3 a 4 días mejora, apareciendo una erupción ampollar en manos y pies (“ boca-mano-pie”) o una diarrea leve.
Todas se curan sin dar ningún tipo de antibiótico.

Anginas reiteradas

Cuando las anginas se repiten durante un período breve de tiempo (1 a 3 meses) aparece la típica preocupación relacionada con las “posibles defensas bajas” o la falta de resolución de cada episodio (“angina mal curada”). En primer lugar debemos asegurarnos con certeza, de cual es el agente causal (virus o bacteria) de cada una de las anginas. 

Cuando de virus se trata, mucho no hay para hacer, pero cuando se repiten cuadros bacterianos, (corroborados siempre por el hisopado), debemos pensar en tres alternativas: fallas en la realización del tratamiento, resistencia bacteriana al antibiótico (poco común) o recontagio de un familiar directo (portador?) o de amiguitos del jardín. Cada caso tiene su forma de tratarse con el objeto de evitar las recurrencias.

Antiguamente (hace 30 o 40 años atrás) se veía a la cirugía de la garganta como una solución para este problema. Actualmente sabemos que puede manejarse bien con estrategias clínicas, sin tener que llegar a una operación.

Algunos consejos útiles acerca de este tema:

  • Recordar que la presencia de “garganta colorada” no necesariamente implica una enfermedad en sí que deba tratarse.
  • En los casos en los que se indica antibiótico, cumplir con las indicaciones “tal cual fueron dadas” (dosis, horarios, duración) para evitar la posibilidad de recaídas. 
  • Frente a la recurrencia de anginas, recomendamos en primer lugar, consultar siempre al Pediatra, quien en base a los elementos antes planteados, decidirá la conducta más apropiada a seguir (estudios, interconsultas, etc).


Asesoró Pediatría Palermo y vacunatorio Inmunitas

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