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Cáncer de piel: Los malos hábitos del bronceado

De un tiempo a esta parte el bronceado se ha convertido en uno de los mejores aliados de la moda. La piel tostada combina a la perfección con los colores del verano y en invierno ayuda a lucir mejor. Sin embargo, esta tendencia, sumada a la falta de precauciones, provoca muchos problemas en la salud.

Los casos de melanoma, el cáncer de piel más agresivo, han ido en aumento durante los últimos años en la Provincia de Buenos Aires, donde existe el único registro de incidencia del país. Algunas de las causas apuntadas por distintos médicos son la exposición al sol en horas pico, las camas solares y el mal uso de los protectores.

Tras casi un año de trabajo dentro de una oficina o en sus casas, muchas personas, desesperadas por aprovechar al máximo los 15 días de vacaciones, se exponen al sol en horas pico y utilizan mal y poco los protectores. Este ha sido uno de los aspectos señalados por Silvia Bonicatto, oncóloga responsable del Registro bonaerense del Cáncer en el que se contabilizó un aumento del 6 por ciento en los casos anuales de melanoma entre 1996 y 2008.

También en el resto del país se habrían registrado más casos anuales de cáncer de piel, pero no hay una notificación obligatoria, según comentó la coordinadora de la campaña nacional contra el cáncer de piel de la Sociedad Argentina de Dermatología, Ana De Pablo. Esta entidad, en conjunto con la Fundación del Cáncer de Piel, armó un registro de casos de melanomas en 2003 y ya llevan reportados 4.100 casos, que no serían la totalidad.

La doctora De Pablo también hizo hincapié en que durante los últimos 20 años el bronceado se ha impuesto como un valor estético, una moda que ha tenido consecuencias terribles: Las personas tienen una acumulación de radiación ultravioleta y además en la actualidad se ven más casos de pacientes de 20 años con cáncer de piel. 
 
Según el dermatólogo Fernando Stengel, se estima que el 15 por ciento de los pacientes con melanoma puede morir. Sin embargo, si este tipo de cáncer se detecta a tiempo es potencialmente curable y por eso es conveniente no sólo tomar las precauciones necesarias sino también estar pendiente de las situaciones y aspectos que predisponen al melanoma como tener piel y ojos claros, antecedentes familiares de melanoma, quemaduras solares previas, lunares extraños y controlar a su vez los lunares comunes.

No sólo la exposición a rayos ultravioletas provenientes del sol es uno de los aspectos que se asocia al melanoma, sino también la utilización de camas solares, que según la Sociedad Argentina de Dermatología hay que evitar, ya que se tratan de camillas de radiación ultravioleta.

Sumado a esto, una investigación difundida por la Organización Mundial de la Salud reveló que  la probabilidad de contraer cáncer de piel aumenta un 75 por ciento cuando la exposición excesiva comienza antes de los 30 años.


Los protectores solares, aliados irremplazables


Si bien en los últimos años se ha incrementado la utilización de protectores solares, la gente no suele usarlos correctamente y a su vez muchas personas siguen exponiéndose al sol sin ellos, explica De Pablo.

Hay quienes creen que no es necesario ponerse protector si van a estar expuestos al sol algunas horas, o si ya están bronceados, pero esto es un gran error, siempre hay que aplicarse un protector al aire libre, aclara Ana De Pablo quien además enfatiza en la importancia del factor ya que las diferencias en el número implican una mayor o menor protección.

 A la hora de elegir un protector hay que tener en cuenta distintos aspectos ya que dependiendo de la sensibilidad de la piel y de la exposición solar varía el número de factor protector. Ana De Pablo recomienda que para pieles poco sensibles el número mínimo sea de 15 y para casos de mayor sensibilidad o una exposición más intensa, sea de 30.

Los protectores además deben ser aplicados con constancia, en todo el cuerpo y no sólo una vez al día. La dermatóloga Ana Kaminsky recomienda la utilización del protector media hora antes de la exposición reponiéndolo en la piel cada dos horas y aplicándolo también luego de un chapuzón a pesar de que sea a prueba de agua. Evitar la exposición al sol en las horas pico que van desde las 10 hasta las 16,  aún cuando se tiene protector también es una de las recomendaciones de Kaminsky a tener en cuenta.

 

Fuente: Diario Clarín 14 de noviembre de 2009