Características del bebé: 1 año y 2 meses (14 meses)

A esta edad la mayoría de los bebés están en constante movimiento. No se cansan de mover un objeto de un lugar a otro, de caminar (solos o agarrados), de arrastrar juguetes, de sacar todo de los cajones, etc.

Investigar los objetos y ver cómo funcionan también es su actividad favorita. Si le das algo con tapa, verás cómo trata de abrirlo y cerrarlo, lo mismo con los cajones, armarios, etc. Puede ser que se frustre y llore al no lograr lo que se propone, en ese caso, tratá de incentivarlo con palabras de aliento y abrazos. 

Puede ser que a esta edad tu bebé solo diga dos o tres palabras como "guau guau", "mamá", "agua", o que tenga hasta 20 palabras en su vocabulario. Es importante que lo felicites cuando nombra un objeto, por ejemplo cuando ve un perro y dice “guau guau”. Lo más probable es que cuando vea otro animal parecido también lo llame “guau guau”, señal de que está aprendiendo a relacionar. En este caso podés explicarle que “eso no es un perro, es un gato y los gatos hacen miau”. Verás que en poco tiempo nombrará también al gato.

Señalarle cosas y nombrarlas correctamente ayudará a que vaya desarrollando su vocabulario.

¿Es normal que pegue, muerda, rasguñe, etc.? Si bien este comportamiento puede llamarte la atención, es habitual que niños de esta edad peguen, tiren del pelo, muerdan, etc., pero no lo hacen para dañar al otro, sino para llamar la atención, porque les divierte la reacción que generan al hacerlo (llanto, grito, risas en los más grandes, etc.) y porque aún no tienen la capacidad de poner en palabras lo que les pasa y esos gestos pueden manifestarlo. Lo importante es no fomentar este comportamiento, explicarle al niño que eso duele, no reírse cuando lo hace y evitar jugar a las “mordidas” con él, porque aunque sean suaves, el niño interpreta que está bien hacerlo, pero, a diferencia de un adulto, él no puede medir la intensidad con la que muerde.

Alimentación: A esta edad debería tomar unos 600cc de leche al día o completar esta cantidad con productos lácteos. Si ya no toma el pecho y no le gusta tomar leche, podés asegurar el aporte de calcio ofreciéndole derivados como yogur o quesos, o “camuflar” la leche en sabrosas preparaciones: flan casero, polenta con leche, queso blanco o leche en polvo en los rellenos de tartas, canelones, etc.

Lo ideal es que tome la leche en vasito, porque la mamadera no es buena para su salud dental. Si ya está acostumbrado a tomar en mamadera, podés ir incorporando un vasito de entrenamiento de a poco, primero en la toma de la tarde, para el agua del almuerzo, etc. hasta que lo vaya aceptando y lo incorpore en sus hábitos.


¿A qué jugamos?

Modelar con masa: Jugar con masa es una actividad siempre estimulante y relajante para los chicos, permite trabajar la motricidad fina y gruesa además de crear. Dado que tu hijo todavía es muy pequeño, seguramente querrá llevarse la masa a la boca, por eso es importante que estés con él en todo momento mientras juegan y que utilices masa no tóxica. Esta receta para prepararla en casa te puede servir.

Una caja dentro de otra: Juntá cajas de distintos tamaños para guardar una dentro de otra. Si tienen tapas, mejor. En la caja más pequeña (la última que va a abrir)  podés esconder un regalito para sorprenderlo. Invitá a tu bebé a abrir las cajas mientras le vas diciendo “¿Qué hay adentro? ¡Una caja!”. Ayudalo a sacar una a una hasta que llegue a la última y encuentre la sorpresa. Volver a guardarlas también lo va a divertir!

Mamá o papá: ¿Cambió la relación con tu amigos desde que sos mamá/ papá? La llegada de los hijos impacta en todas las esferas de la vida, y la amistad no está exenta de este impacto. Recuperar lo que se tenía antes tal vez sea complicado, por no decir imposible, pero si en vez de en “recuperar” pensamos en “reinventar”, la historia puede cambiar. En esta nota te contamos cómo reconstruir o mantener los lazos cuando no hay tiempo para nada.
 

Esta nota es una guía que describe de manera generalizada el desarrollo del bebé en esta etapa por lo tanto no debe ser tomada como única referencia para evaluar su crecimiento. El pediatra de tu hijo es quien debe hacer este seguimiento periódicamente y cualquier duda que tengas siempre recurrí al él.