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Características del bebé: 1 año y 5 meses (17 meses)

Características del bebé: 1 año y 5 meses (17 meses) ¿Cuáles son las habilidades características de esta etapa?

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Tu bebé ya se da cuenta qué cosas te hacen reír cuando él las hace, como bailar una canción o hacer caras o sonidos graciosos. Seguramente las repetirá una y otra vez ya que disfruta y le encanta ser el centro de atención. Pero también sabe qué cosas no te gusta que haga, por lo tanto, es tiempo de enseñarle lo que está bien y lo que no. Tené en cuenta que los niños aprenden imitando a los padres o a quienes lo cuidan por eso es fundamental ser consecuente con lo que le pedimos.

Hay chicos que ignoran el "NO" y desafían al adulto, intentando hacer de nuevo aquello que no deben. En estos casos no es necesario enojarse, gritar o pegarle para que entienda, todo lo contrario, explicarle de la manera más calma posible que hay cosas que no se pueden hacer y repetirlo todas las veces que haga falta es la mejor manera de que aprenda. Es importante mantenerse firmes, pero calmos, para que él vaya comprendiendo qué cosas no debe hacer.
 
Se recomienda usar el "NO" (más fuerte) solo para aquellas acciones que pueden tornarse peligrosas o riesgosas para el niño, como treparse a un mueble, o tocar el horno, etc.

Como en esta etapa los accidentes son muy comunes ya que el niño no para de moverse y experimentar, es importante, además de tomar todas las precauciones necesarias, que tengas un completo botiquín de primeros auxilios en casa.

¿Habla poquito para su edad? Por lo general, a esta edad usan alrededor de seis palabras de manera habitual, pero entienden muchas más. Hay chicos que hablan más, otros menos, pero es importante estar atentos no tanto a cuántas palabras dicen sino a sus intentos comunicativos. Si se hace entender con sonidos, señalando aquello que desea, imitando a sus padres en las tareas habituales como peinarse, hablar por teléfono, etc., se trata de un niño que tiene recursos para comunicarse. El hecho de no hablar como los adultos no significa que no pueda hacerlo o que "no entienda".

Hablarle mucho, mostrarle objetos y nombrárselos, mirar fotos juntos y decir el nombre de los integrantes de la familia o mirar fotos o dibujos de animales emitiendo el sonido que hacen son maneras de estimularlo a que vaya incorporando palabras naturalmente.

De todas maneras, ante la duda siempre hay que consultar con el pediatra de cabecera quien tiene todas las herramientas para evaluar su desarrollo de manera integral.

Alimentación: así como está demostrando sus gustos y deseos en otras áreas, con la comida puede pasar lo mismo. Es normal que aquello que antes le gustaba ahora no le guste, que le resulte más divertido ir a jugar o seguir explorando el mundo y sus nuevas habilidades como caminar, antes que sentarse a la mesa a comer. Ahora, la paciencia y la creatividad son fundamentales.

Si ves que está dejando de comer verduras podés “camuflarlas” en preparaciones como rellenos de empanadas (espinaca y queso, carne con verduras picadas como zanahoria y tomate, etc.), milanesas de zapallitos o berenjenas, tortillas, croquetas de acelga, zanahoria, guiso de lentejas, etc., todas opciones que hacen que la verdura pase más desapercibida.

Recordá que más importante que lo que come en un día es lo que come a lo largo de toda la semana, por eso, apostar a la variedad de opciones sanas, sin preocuparse si come solo un ingrediente del plato en el almuerzo, por ejemplo, y ofrecerle colaciones de distintas frutas ayudará a que vaya cubriendo sus necesidades nutricionales. 

Evitar las distracciones al momento de sentarse a la mesa como los juguetes, la televisión, etc. y generar un ambiente tranquilo y relajado, sin obligarlo a comer “una cucharadita más” y evitando los enojos si no quiere comer es fundamental para que no termine asociando el momento de la comida a una situación desagradable.

¿A qué jugamos?

Dibujando con crayones: generalmente, los bebés de esta edad ya son capaces de hacer un garabato sobre una hoja. Probá darle crayones que no sean tóxicos y que sean lavables, idealmente crayones gruesos, para que practique esta nueva habilidad. Lo más seguro es que sus dibujos se extiendan a la mesa, así que podés cubrirla con un papel grande o un mantel descartable para dejar que se exprese libremente.
 
Como es normal que las primeras veces que lo usa quiera llevárselo a la boca,  explicale que el crayón es para dibujar y que hay que dibujar sobre un papel y verás cómo aprende rápidamente su utilidad.

No te olvides de felicitarlo por sus dibujitos y de poner en la puerta de la heladera (a una altura que el niño pueda ver de cerca), sus primeras obras de arte.

Huellas: poné diarios en el piso o la mesa para no manchar nada. Prepará algunos trapitos para limpiarse y pinturas de colores para la piel, no tóxicas. Poné la pintura en un plato o una bandeja y buscá hojas grandes blancas o de colores para el pequeño artista.

Poné la manito o el pie de tu hijo en el plato con la pintura y luego apoyala sobre una hoja para dejar su huella. Mientras lo hacen podés ir contándole cosas sobre los distintos colores que van usando y, finalmente, crear una tarjetita o enmarcar su “primera obra” para guardar de recuerdo o sorprender a un ser querido.

Mamá: ¿te sentís superculpable cuando lo dejás al cuidado de otra persona o en el jardín maternal y al irte lo único que escuchás es su llanto? No sos la única. Es muy común que a esta edad lloren al separarse de sus padres y que sea un poquito más difícil dejarlos al cuidado de otra persona. Pero, por lo general, este llanto que escuchás al cerrar la puerta dura solo unos segundos y ante la primera distracción se les pasa. Para quedarte más tranquila podés llamar a sus cuidadores para ver cómo estuvo una vez que te fuiste. Tratar de que la despedida sea corta, que no se dilate más de los necesario y saludarlo siempre, evitando irte a escondidas, es una manera de ayudar a que no sea una situación más angustiante para ambos.

Esta nota es una guía que describe de manera generalizada el desarrollo del bebé en esta etapa por lo tanto no debe ser tomada como única referencia para evaluar su crecimiento. El pediatra de tu hijo es quien debe hacer este seguimiento periódicamente y cualquier duda que tengas siempre recurrí al él.

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