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Características del niño: 3 años y 3 meses

La realidad y la fantasía tienen límites difusos en esta etapa y también es absolutamente normal que las nociones temporales les traigan dificultades: pueden no entender o confundirse cuando se habla de “ayer” o de “mañana”.

A esta edad todavía la realidad y la fantasía no están claramente diferenciadas: si alguien le asegura que puede volar… ¡él es capaz de creerle!

Este mundo en el que se mueve tu hijo, que no tiene límites muy claros entre la realidad y la fantasía, hace que algunos niños tengan un “amigo imaginario” y no hay de qué asustarse. Que le quede claro que consideramos que es un amigo fruto de su imaginación y que lo aceptamos sin estar señalándole todo el tiempo que no existe: para él existe, lo creó su imaginación, y a esta edad, fantasía y realidad todavía se confunden.

Si todavía duermen la siesta, ésta puede servir para marcar un “antes” y un “después” en el día, aunque es normal que los chicos a esta edad empiecen a estar más activos y a no querer dormir durante la tarde, siempre que el descanso nocturno sea adecuado.

Si ya no duermen siesta y están en su casa, lo ideal sería, después del almuerzo, ofrecerles alguna actividad tranquila que genere un tiempo de descanso. Si están en el jardín, habría que conversar con la maestra para ver cómo manejan las diferentes necesidades de descanso que pueden tener los chicos.

También es importante saber que hay chicos que necesitan la siesta un tiempo más o que, por costumbre de la sociedad en la que viven, la sostienen muchos años o incluso toda la vida.

Y si después de la siesta la idea es salir a pasear, hay que tener en cuenta que los chicos de esta edad ya pueden vestirse –con ayuda- y es importante estimularlos para que vayan avanzando en esta autonomía, aunque muchas veces a los padres les resulte más cómodo o rápido vestirlos ellos mismos.

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