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Características de los niños de 6 años y 3 meses

¿Cuáles son las principales características de los chicos a esta edad?

La sonrisa con “ventanitas” es típica de los seis años, porque entre los 6 y los 7 empiezan a aparecer los dientes definitivos. En algunas casas, el “Ratón Pérez” o el “Hada de los dientes” hacen su aparición y algunos hasta eligen preciosas cajitas para guardar los dientecitos que se van cayendo. Es bueno tener pensado cómo se va a actuar frente a la caída del primer diente, si se va a hacer algún juego y, si tu hijo lo va a poner debajo de la almohada esperando algo de dinero, es importante definir cuál va a ser el monto. Es conveniente establecer un ritual divertido y sencillo de llevar a cabo para poder repetir con cada diente que se caiga. ¡Tu hijo lo va a esperar con ganas!


Tu hijo está grande, aprende algo nuevo cada día y trae a casa las experiencias e inquietudes de la escuela, un mundo que cada vez va a ser más importante para él, porque es donde comparte mucho tiempo junto a sus amigos. ¡No dejes de aprovechar esas inquietudes para estar cada día más cerca de él! Preguntale a qué juega en el recreo y contale a qué jugabas vos.

Y si tu hija o hijo ya empezó primer grado, otra opción es proponerle jugar en casa al juego que más le gustaba jugar en el jardín. Esto va a ayudarlo con la nostalgia que le produce haber dejado atrás esa etapa de puro juego y le permitirá encarar mejor las nuevas obligaciones escolares.

A la hora de comer, funcionan los mismos métodos que para otras cuestiones: sin presiones y sin gritos, se trata de presentar la comida sana sin argumentaciones y sin condicionamientos acerca de qué va a comer de todo lo que hay ni tampoco acerca de cuánto va a comer. Esto lo regulará por sí mismo. Es importante que haya por lo menos un alimento que a tu hijo le guste y si sólo come pan en la cena, no hay que preocuparse: no se va a desnutrir, incorporará otros nutrientes en otras comidas. Lo importante es seguir presentando (en distintas formas) los alimentos que rechaza. Con el tiempo irá incorporando la mayoría. Lo más importante es no generar una batalla alrededor de la comida y ofrecerle una alimentación sana para proveer a tu hijo de todos los nutrientes que necesita para realizar sus actividades escolares, deportivas y además… ¡crecer!

Es muy positivo que la familia pueda reunirse a la hora de la cena para disfrutar ese momento juntos, conversar y, también, practicar los buenos modales que hacen que nadie se sienta incómodo por las maneras de comer de otro. Además, es importante señalar que ahora que está más grande y pasa más tiempo en casa de amigos y abuelos, sus buenas maneras ayudarán a que vuelvan a invitarlo. Que se ofrezca para poner los cubiertos o para levantar las tazas luego de tomar la merienda seguramente serán actitudes muy valoradas.

Como el tema del peso suele ser un punto que empieza a plantearse a esta edad (“En la escuela me dicen gordo”) es importante tener en cuenta algunas cuestiones básicas: si te preocupa tu peso, no te muestres obsesiva con la balanza ni dejes que te vea o escuche hablando permanentemente de dietas. Si tu hijo debe perder peso, conversá con el pediatra para que te dé las orientaciones necesarias y no hagas de esto un tema en casa ni mucho menos a la hora de comer. No hables de lo que hay que hacer: hacélo por el beneficio de él y por el tuyo propio –si lo necesitás-.

Niños Crianza y familia Educación y estimulación Psicología del niño y la familia