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Características del niño: 4 años

Desarrollo y estimulación del niño de 4 años

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En esta etapa el niño multiplica y potencia sus posibilidades motoras, cognitivas, lingüísticas, sociales y juega con todas ellas. El control progresivo del equilibrio y el dominio de los movimientos de su cuerpo, hacen que el niño disfrute corriendo, saltando, trepando, arrastrándose, girando, bailando, etc. Se divierte enormemente con canciones, rimas, poesías, trabalenguas, adivinanzas, etc.

Le gustan los juegos que le permiten reconocer y ordenar en pares colores, formas, tamaños. Las letras y los números comienzan a interesarlo pues el niño los descubre en su mundo familiar y social empezando a construir muchas hipótesis en relación a estos dos objetos de conocimiento.

Podríamos considerar a esta etapa como la del apogeo del "juego simbólico". Es el tiempo en el que los niños comenzarán a armar juegos de roles que les permitan comprender mejor y elaborar lo que les sucede emocional y cognitivamente a partir de sus experiencias en el encuentro con los otros y con el mundo. Este juego irá cobrando en el tiempo distintos matices. En un principio los niños comenzarán compartiendo un mismo escenario de juego en el que cada uno jugará a ser "algún otro": un animal, el personaje de un cuento, un miembro de la familia, un dibujito de la tele.

No sólo representarán los personajes corporalmente sino que también los harán hablar; pero quien ocupe el lugar de espectador podrá dar cuenta de que el libreto está muy descoordinado aún y que los niños plantean verdaderos "monólogos colectivos".

En esta etapa, el niño avanza en el conocimiento de su cuerpo centrando su curiosidad en las diferencias sexuales y el juego lo pone de manifiesto. Jugar a la mamá, al papá, a los hijos, a los novios, a los casados, es una constante.

A esta edad ya puede lavarse los dientes solo, aunque se recomienda ayudarlo o darle una repasada luego de que lo haya hecho solito hasta que aprenda a cepillarse correctamente (algo que sucede en unos años).

Si quiere prepararse el desayuno solo, por ejemplo servirse un plato de cereal con leche, podés facilitárselo dejando a su alcance recipientes pequeños con los ingredientes.

Sobre los miedos


Los miedos aparecen con más frecuencia cuando el niño tiene alrededor de 4 años. A esta edad, el chico no conoce ni comprende del todo la realidad que lo rodea y confunde lo real con lo imaginario.

Cree en la existencia de hadas, de "cucos", de personajes imaginarios e, incluso, inventa personajes que se esconden para hacerle daño.

Es muy importante que los padres no asusten a sus hijos con esas historias de ogros o cucos y que, tampoco, se burlen de sus miedos minimizándolos o negándolos. Es importante escucharlos y permitirles expresar todos sus miedos.

 

Pesadillas
  

El porcentaje de niños que sufren pesadillas oscila entre el 10 y el 50%, produciéndose con mayor frecuencia en los niños de edades comprendidas entre los 3 y los 6 años.

Las pesadillas son trastornos del sueño debidos, frecuentemente, a un estado de ansiedad. Durante el sueño es cuando surgen y afloran los temores más ocultos. El niño tiene la convicción de que lo que está soñando es real, por ese motivo siente miedo y angustia. En el caso de que se despierte, suele recordar lo que ha soñado y generalmente, a medida que explica con detalle el contenido de esa pesadilla, disminuye la ansiedad experimentada.

En nuestro caso, como padres, lo aconsejable es que cuando el niño nos llame a media noche para que acudamos en su auxilio, intentemos calmarlo y le hagamos entender que no está solo, que estamos con él. Cuando él vea que no hay nada que temer, la ansiedad irá disminuyendo de intensidad hasta que logre conciliar de nuevo el sueño.

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