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Características del niño: 4 años y 9 meses

El lenguaje de tu hijo está tan desarrollado que ya logra verdaderas conversaciones… que muchas veces se parecen a interrogatorios por la cantidad de preguntas que formula a diario. Pero, a no confundirse: que tu hijo progrese tanto en el desarrollo del lenguaje no significa que ya puedas hablarle de cualquier cosa y vaya a entenderlo

A esta edad vas a observar en tu hijo una mayor motivación por conocer las letras y los números, también por reconocer su nombre. Tal vez ya pueda escribirlo “de memoria”, si no es así, podés poner un cartel en su cuarto con el nombre de tu hijo escrito en letras de imprenta mayúscula, hacer que lo copie cuando tenga ganas y, también, estimularlo a que “firme” sus dibujos.

Algunos chicos ya diferencian dibujos de letras y/o de números, pero todavía no saben que un texto tiene un significado; otros ya lo descubrieron.

Algunas dificultades en la pronunciación, como no poder pronunciar la “rr” son normales a esta edad pero es importante lconversar sobre esto con el pediatra, que evaluará el caso para ver si es necesaria una consulta con una fonoaudióloga.

Tal vez tu hijo –según su peso y el tipo de sillita que tengas- deberá cambiar su asiento para viajar en auto. En general las sillas de auto son hasta los 18 kilos y los niños deben usar un booster (silla de elevo) con el cinturón de seguridad. Averiguá las prestaciones de la que estás usando y las normas que rige en tu país para que tu hijo viaje cómodo y seguro.

El lenguaje de tu hijo está tan desarrollado que ya logra verdaderas conversaciones… que muchas veces se parecen a interrogatorios por la cantidad de preguntas que formula a diario. Paciencia, la “edad de los por qué” es larga pero les permite a los niños comprender y organizar el mundo que los rodea.

Su vocabulario se amplía, quiere usar las nuevas palabras que aprende y, además, ya se da cuenta de que existe una razón para cada cosa y quiere conocerla. Muchas veces, pone a los padres en aprietos al hacerles preguntas que no saben contestar. Si se trata de información, lo mejor es reconocer que no se conoce la respuesta e investigar juntos. En algunas ocasiones, también es interesante responder la pregunta con un “¿Y a vos qué te parece?”.

Los juegos tipo memotest con letras o palabras son especialmente indicados para esta etapa. Hacer rimas y leer textos con rimas los ayudan a entender que las letras representan sonidos.

Sólo algunos niños muy precoces aprenden a leer a los 4 años, pero lo habitual es que a esta edad se inicie el interés por las letras y la lectura. No hay que hacer comparaciones entre los chicos ni sacar conclusiones relacionadas con su inteligencia o su capacidad para el aprendizaje: cada uno tiene sus tiempos.

Antes de convertirse en un lector, el niño debe reconocer las letras y darse cuenta de que las palabras se leen de izquierda a derecha. Señalar las palabras mientras les leemos un cuento les va enseñando esto. También es importante mostrarles las partes del libro, dónde está el título, dónde dice quién es el autor y conversar acerca de la historia mirando las imágenes. Leerles habitualmente e involucrarlos en charlas los pone en contacto con el lenguaje.

Pero, a no confundirse: que tu hijo progrese tanto en el desarrollo del lenguaje no significa que ya puedas hablarle de cualquier cosa y vaya a entenderlo. Por ejemplo, hablarle de algo que sucedió “la semana pasada” no tendrá sentido para él hasta los 7 años, porque la noción de tiempo es una de las más difíciles de adquirir. Las palabras “ahora”, “ayer” y “mañana” pueden tener sentidos diferentes para él según el caso. Para hablar de sucesos que pasaron hace mucho tiempo, lo mejor es recurrir a fotografías o mostrarles alguna construcción o monumento que sea visible “hoy”. Y, como dicen los cuentos, es mejor hablar de “hace mucho tiempo atrás”, que tratar de que comprenda fechas o grandes períodos históricos.

Para ayudarlos en esta construcción, es interesante fabricar juntos un calendario para ir viendo las actividades del día siguiente. También hacer dibujos para señalar el cambio de las estaciones y marcar los cumpleaños de la familia. En la preparación del calendario puede desarrollar toda su creatividad y dibujar y escribir como pueda.

¿A qué jugamos?
En el jardín juegan al bingo con cartones de animales o números que también podés fabricar en casa con tu hijo para después jugar juntos. Hacer dominó “caseros” y fabricar todo tipo de juguetes le va a encantar: un mini-bowling con botellitas pequeñas de yogur bebible, una rayuela hecha con goma eva y también libros de cartulina dibujados por él son propuestas que lo van a entretener durante su fabricación y que después serán nuevos juguetes para su cuarto. 
Para un día de lluvia en el que quieras proponerle algo distinto, también podés tapizar el piso de su habitación con papel celofán y colgar tiras de papel crepe del techo. Poner música… ¡y a bailar!

Educación y estimulación