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¿Cómo cuidar a los chicos del calor en la escuela?

Tanto al comienzo como al final del ciclo lectivo, el calor se hace sentir. Las temperaturas son altas y las escuelas que tienen aire acondicionado en las aulas son pocas. Además, a la hora de salir al recreo los chicos están expuestos al sol y al calor a veces extremo. ¿Qué precauciones tomar?

Como los chicos son más susceptibles a sufrir golpes de calor que los adultos, hay que tomar ciertas precauciones para que, estando en la escuela y a veces haciendo actividad física, no sufran las consecuencias.

Aquí, algunos tips para tener en cuenta

 

  • Es fundamental que se hidraten permanentemente, incluso antes de llegar a sentir sed. Por eso hay que prever desde casa para que se lleven o compren bebida a lo largo de la jornada escolar.
  • Es importante saber que cuando los chicos transpiran, pierden más que agua. Pierden también sales minerales esenciales como sodio y potasio. Por eso hay que darles bebidas que aporten al cuerpo las sales minerales que se pierden con el sudor. Las llamadas bebidas deportivas o isotónicas contienen un adecuado contenido de sodio, además de un agradable sabor, que induce a los chicos a continuar bebiendo para evitar la deshidratación involuntaria, tan frecuente en la infancia.
  • Cuando ellos están activos es importante limitar la ingesta de bebidas gaseosas y jugos. Las gaseosas producen distensión y sensación de plenitud gástrica, lo que les impide continuar ingiriendo líquidos e hidratarse adecuadamente. Además contienen cafeína, que produce un aumento de la diuresis, lo cual retrasa la correcta hidratación. Por otro lado los jugos, y también las gaseosas, poseen concentraciones elevadas de carbohidratos, lo cual retrasa la correcta absorción.
  • Es importante que salgan de casa con protector solar puesto, aunque la única exposición sea durante el recreo. Si van a un campo de deportes, extremar las precauciones anteriores y agregar un gorro para protegerse del sol.
  • Y no está de más mandar una nota a la escuela recordando las recomendaciones de la Sociedad Argentina de Pediatría si observamos que no se toman los recaudos suficientes para cuidar a los niños del calor.


Las recomendaciones de la Sociedad Argentina de Pediatría:

 

  • Evitar esfuerzos físicos o actividades deportivas exigentes.
  • Permitirles sentarse y descansar cuando sientan mareos o fatiga.
  • Instar a los niños a hidratarse y permitirles hacerlo cuando lo deseen.
  • Evitar que transiten y jueguen expuestos al sol, menos aún en horario del mediodía o a la tarde temprano.
  • Si deben hacerlo, controlar que todos lleven gorros para protegerse del sol y que tengan colocados protectores solares (factor 15 o mayor) y hacer frecuentes descansos a la sombra.
  • Procurar que permanezcan en los lugares más frescos y ventilados. En el aula, usar ventiladores pero teniendo en cuenta que no son suficientes para refrescar cuando la temperatura ambiente es muy elevada. De ser posible, estar por momentos en ambientes con aire acondicionado frío. Permitir que se mojen la cabeza, los brazos y el cuello en el baño.


Además, es importante solicitar que se provea agua fría en los recreos y que no se permita que los niños corran al rayo del sol, sino que la escuela vea la posibilidad de hacer los recreos en lugares a la sombra.

Teniendo en cuenta las reglas de la escuela –si hay uniforme o no, si llevan guardapolvo, etc.-, vestirlos con colores claros y telas frescas. Si hay alerta por ola de calor y el colegio indica un uniforme de telas pesadas y oscuras, tal vez sea necesario que, como padres, nos pongamos de acuerdo con el resto del grado para solicitar una excepción por esos días.

 

Síntomas a los que hay que estar alertas:


Sed intensa y sequedad en la boca, dolor palpitante de cabeza, mareo, debilidad, irritabilidad, fatiga y náuseas, sudoración excesiva, sensación de calor sofocante, calambres musculares, agotamiento, cansancio o debilidad, dolores de estómago, inapetencia, náuseas o vómitos, dolores de cabeza, irritabilidad (llanto inconsolable en los más pequeños), mareos o desmayo, fiebre superior 39°.


¿Qué hacer?


Si se observan síntomas de deshidratación, agotamiento por el calor o incluso “golpe de calor”, llamar a un servicio de emergencia, llevar a la persona afectada a la sombra a un lugar ventilado y fresco, si es posible con aire acondicionado. Ofrecerle agua fresca (también agua + sal: ½ cucharita en 1 litro), enfriarla lo más rápido posible: desvestirla, ducharla o mojar todo el cuerpo con agua fresca y ponerla a descansar. No darle medicamentos para bajar la fiebre (no son útiles en esos casos y pueden empeorar al niño), ni friccionar la piel con alcohol (causa intoxicación). El golpe de calor puede ser muy grave, con los primeros síntomas o ante la duda hay que consultar a un médico.

Hubo años en los que se suspendieron las clases por unos días debido a las altas temperaturas. Mantenerse comunicados con la escuela para evaluar la situación según las comodidades con las que cuente el establecimiento (si tiene aire acondicionado o no, básicamente) y/o tomar la decisión de que un día de mucho calor los chicos se queden en casa es importante para no exponerlos a situaciones en las que, además, el aprendizaje se ve obstaculizado.


Fuente consultada: Sociedad Argentina de Pediatría

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