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Complicaciones de la Estimulación de la Ovulación

A pesar que la estimulación de la ovulación permite el acceso al embarazo a muchas parejas infértiles, esta técnica no está exenta de riesgos y, por lo tanto, debe ser realizada con sumo cuidado.

A pesar que la estimulación de la ovulación permite el acceso al embarazo a muchas parejas infértiles, esta técnica no está exenta de riesgos y, por lo tanto, debe ser realizada con sumo cuidado. Las principales complicaciones son la hiperestimulación ovárica y el embarazo múltiple.

Cuando se estimula la ovulación, especialmente para los procedimientos de alta complejidad, el aumento de tamaño de los ovarios ocasiona una serie de molestias a la mujer: sensación de hinchazón en el abdomen, dolores similares a los producidos por la menstruación, cefaleas y mayor secreción de moco cervical. Cuando la respuesta a la estimulación es exagerada se acumula líquido en la cavidad abdominal, produce nauseas y caída de la presión arterial. Algunos casos requieren la internación de la paciente para controlar el cuadro. Cabe aclarar que esta respuesta exagerada es más frecuente en las pacientes con ovario poliquístico.

El embarazo múltiple, por su parte, es una de las complicaciones más significativas de los tratamientos de fertilidad dadas las consecuencias médicas, sociales, psicológicas y económicas que trae a la pareja. El tema recae también sobre el entorno familiar y laboral, así como en los sistemas de salud, por el alto costo de internación y el cuidado que demandan los bebés prematuros. Claro está que la pareja estéril desea corregir su infertilidad con el nacimiento de un niño sano. Incluso la llegada de mellizos es recibida como un acontecimiento feliz, que no implica riesgos mayores ni para la madre ni para los bebés. En cambio, el embarazo de trillizos o más bebés está considerado como una complicación de los tratamientos de la esterilidad. A mayor número de bebés aumenta la posibilidad de que el parto sea prematuro y entraña más riesgo de mortalidad o de secuelas neurológicas para los bebés. En su mayoría, los embarazos múltiples resultan del indebido monitoreo de las técnicas de baja complejidad debido a que la estimulación de la ovulación no estuvo a cargo de profesionales idóneos. Por su parte, la incidencia de embarazo múltiple en las técnicas de alta complejidad es directamente proporcional al número de embriones transferidos, por lo que la cantidad de embriones a implantar debe ser aquel que ofrezca a la mujer las mejores posibilidades de embarazo y minimice los riesgos de embarazo múltiple. Aunque este número es muy variable y depende fundamentalmente de la edad de la mujer, en condiciones ideales se deben transferir tan solo 2 embriones.

Aproximadamente cuatro semanas después de ocurrida la fecundación de los óvulos es posible ver cuántos embriones se implantaron, gracias a las técnicas de ultrasonido. A veces uno de los embriones que se ven en la ecografía inicial de un embarazo múltiple se reabsorbe espontáneamente o deja de evolucionar en una ecografía subsiguiente. Una vez diagnosticado un embarazo múltiple es muy poco lo que se puede hacer salvo prevenir las complicaciones en la madre -diabetes, hipertensión, anemia, entre otras- y procurar que el embarazo dure el tiempo máximo posible, para que los bebés no sean muy prematuros. En ciertos países se realiza el aborto selectivo de alguno de los bebés con el objeto de reducir un embarazo triple o cuádruple a uno doble; esta técnica se denomina reducción embrionaria y desde el punto de vista ético es poco aceptable. A mi juicio, el mejor tratamiento para el embarazo múltiple es prevenirlo. Sin embargo, como la medicina no es una ciencia exacta, todas las precauciones tomadas a veces no alcanzan y el embarazo múltiple se produce igual. 
 
Otras complicaciones 

Es más común de lo deseable que muchos médicos le indiquen a la pareja infértil, en forma totalmente empírica, la toma de citrato de clomifeno (Genozym). Pero es importante resaltar que, sin el control médico adecuado, esta droga puede causar la formación de folículos que no llegan a romperse y luego persistan como quistes del ovario. Las gonadotrofinas también llegan a producir quistes y, en tal caso, se debe suspender su administración durante un mes, o recetar a la mujer anticonceptivos orales que, al cabo del mismo lapso los harán desaparecer.

Algunos trabajos científicos sugieren la relación entre inducción de ovulación y mayor propensión al desarrollo de un cáncer de ovario. Aunque faltan elementos que la constaten, aquellas mujeres que registran antecedentes familiares de cáncer de ovario deben estar prevenidas al respecto cuando reciben las drogas inductoras de la ovulación.

Ciertas mujeres manifiestan una preocupación, y es que la estimulación reiterada agote al ovario aceleradamente y adelante la edad de la menopausia. Para tranquilidad de estas pacientes esto no es así. En cada ciclo menstrual crecen cerca de 100 óvulos de los cuales solo uno es ovulado; el resto se atrofian. La estimulación se realiza, entonces, con el objeto de rescatar alguno de esos óvulos condenados a la atresia para que sea ovulado; vale decir que la cantidad de óvulos que una mujer "gasta" por mes es la misma si ovula espontáneamente, luego de recibir este tratamiento e, inclusive, si no ovula. 

Técnicas de reproducción asistida