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Consejos clave antes de empezar un tratamiento de fertilidad

Antes de empezar un tratamiento de fertilidad es importante tener en cuenta ciertos aspectos.

Cuándo comenzar

Una de las principales pautas para consultar con un especialista en fertilidad es haber buscado un embarazo durante 12 meses sin éxito o haber sufrido más de un aborto espontáneo durante este período.

Si la mujer tiene más de 35 años, es importante no esperar más de 6 meses para consultar. Y si tiene más de 40, se recomienda consultar lo antes posible.

Y hay que tener en cuenta que aunque ya se tengan hijos, se puede sufrir de infertilidad con el paso del tiempo, a esto se le llama “infertilidad secundaria”, y es el caso de parejas que tienen problemas para concebir a pesar de haber logrado un embarazo en el pasado.

 

Por dónde empezar


Muchas parejas comienzan consultando a un ginecólogo general, que es un buen primer paso. Sin embargo, cada vez más especialistas recomiendan consultar, desde un principio, a un especialista en fertilidad para no perder tiempo ni demorarse en estudios que tal vez no son solicitados bajo indicaciones específicas, fechas determinadas o lugares especializados en hacerlos.

Hay países, como la Argentina, que cuentan con una Ley de Fertilidad que cubre tratamientos de fertilización de manera gratuita. Pero es importante saber que la cobertura abarca ciertas prácticas, no todas. Como existen varias opciones terapéuticas específicas para determinados problemas, antes que nada conviene conocer cuál es el diagnóstico de infertilidad para poder seleccionar al médico, al centro de fertilidad y al tratamiento indicado.

Es importante que la consulta sea tomada por ambos miembros de la pareja, porque al contrario de lo que se creía en el pasado, la infertilidad afecta por igual tanto a hombres como a mujeres. Además, es clave que ambos puedan hablar con el médico de todas sus dudas e inquietudes de manera tal de construir un buen vínculo de confianza entre la pareja y el profesional. 

Se recomienda llevar a la entrevista todos los estudios realizados previamente, vinculados a la infertilidad (en caso de contar con alguno). Esto puede colaborar para que el médico establezca un buen diagnóstico y, por ende, una adecuada propuesta terapéutica.

 

¿Cómo elegir un centro de fertilidad?

 

Al elegir un centro de fertilidad, es importante tener en cuenta:

- La tasa de éxito de embarazos y la incidencia de embarazos múltiples del centro en cuestión (el embarazo múltiple es, hoy en día,  una de las complicaciones asociadas a tratamientos de fertilidad).

- Que se trate de un centro reconocido y averiguar si cuenta con alguna certificación que garantice su calidad (como por ejemplo, la certificación ISO) y, en el caso de la Argentina, que se encuentre vinculado a SAMeR (Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva).

- Que ofrezca todos los tratamientos de fertilidad juntos a las variantes terapéuticas que pueden acompañar a los tratamientos de base (Columnas de Anexina, criopreservación, banco de semen y ovocitos, etc.).  Hay casos en los que es necesario probar distintos tipos de tratamientos, y tener que cambiar de centro constantemente puede resultar estresante. 

- Que ofrezca todos los adelantos en cuanto a tratamientos y diagnóstico (Diagnóstico Genético Preimplantatorio o Screening Genético Preimplantatorio, estudio genético de los embriones, Test Recombine: estudio de mutaciones genéticas de los pacientes, etc.). Estas prácticas, además de profundizar los diagnósticos, permiten aumentar las tasas de embarazo y disminuir las tasas de aborto.

- Que el centro cuente con un equipo de psicólogos. Esto permite un trabajo integral para acompañar a la pareja, teniendo en cuenta también el aspecto emocional.

- La experiencia de los especialistas.

- La confianza y empatía que inspira el especialista y el centro en cuestión. Sentirse cómodos, contenidos y seguros es clave, teniendo en cuenta que vamos a depositar en ellos nuestra confianza para algo tan importante como lo es la búsqueda de un hijo.

- Que el centro y el médico suministren información clara y concreta acerca de las opciones de tratamientos, sus costos o si están cubiertos por ley. También, el tiempo que puede llevar cada uno y todas las opciones que se tienen si alguno no funciona. Es sumamente importante que el profesional sea muy claro y pueda brindar los resultados de los porcentajes de embarazo, de las tasas de aborto así como de las complicaciones que implican cada uno de los tratamientos de manera que la pareja pueda, con conocimiento, elegir o aceptar la propuesta que el médico le hace.

 

¿Qué estudios sirven para saber si necesito un tratamiento de fertilidad?

 

Además de un examen clínico general para conocer la salud de la pareja, en una primera consulta el especialista puede indicar una serie de estudios básicos para evaluar la fertilidad.

Estos estudios suelen consistir en la realización de un espermograma, para evaluar la calidad del semen en el hombre, y un estudio hormonal (de sangre) en la mujer. También debe pedir una histerosalpingografía (examen para evaluar la permeabilidad de las trompas uterinas), previo cultivo de flujo.

También debe pedirse una ecografía trasvaginal para evaluar todo el aparato reproductor y sobre todo una ecografía de conteo folicular, que permite evaluar la reserva ovárica y, por ende, las posibilidades de lograr un embarazo.

El especialista puede sugerir también un test para analizar la interacción entre el moco cervical y el semen (test postcoital), aunque este test está prácticamente en desuso.

Hoy en día, al pedido básico suelen sumarse los estudios de cariotipos, que permiten descartar si la infertilidad es por una razón cromosómica de alguno de los integrantes de la pareja.

Por lo general, los resultados de estos estudios no demoran más de dos o tres meses. Luego, en base a lo que dice cada estudio, el médico puede indicar más estudios para descartar otras enfermedades que pudieran estar afectando la fertilidad.

Tener un diagnóstico claro y conocer a fondo las posibilidades de concebir es esencial para establecer junto al médico los pasos a seguir de manera de hacer el tratamiento adecuado para el caso y contar con mayores posibilidades. Por eso, es muy importante que los estudios sean realizados en lugares especializados y en momentos determinados.

¿Qué pasa si no encuentran ninguna causa por la que no quedo embarazada?


En un 10 por ciento de las parejas que no logran concebir, no se encuentra una causa aparente de infertilidad. En estos casos, denominados ESCA (Esterilidad sin Causa Aparente), el especialista puede proponer distintas alternativas que dependerán de la edad de la mujer así como del tiempo de búsqueda.

 

¿Puedo ayudar de alguna manera al éxito del tratamiento?

 

Hay maneras de aumentar las chances de lograr un embarazo, una de ellas, y la más importante, es llevar un estilo de vida saludable. No fumar, no consumir drogas, alimentarse bien, reducir el consumo de alcohol y cafeína y, si es necesario, bajar de peso son claves para ayudar al éxito de un tratamiento de fertilidad, porque tanto el cigarrillo como una dieta nociva, el sobrepeso o el bajo peso, afectan la fertilidad en hombres y mujeres.

También, reducir el estrés ayuda a sobrellevar mejor esta difícil etapa y enfrentar el tratamiento y sus resultados.

 

Asesoró: Dra. Martina Carro, gineco-obstetra,
especialista en reproducción

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