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Cuando la naturaleza entretiene

Mamá se va a trabajar y papá trabaja en casa. Estas son las divertidas historias de aprendizaje de un padre y su hija. Hoy: Cuando la naturaleza entretiene". "

Cosas divertidas que disfrutaba hacer de chico y ahora me divierte ver disfrutarlas a ella:

Soplar dientes de león

Mi hija los sopla a contra viento para que le acaricien las mejillas y no para de reírse.

De chico les llamaba "panadero". Cuando me aburría de contribuir con la diseminación de dicha especie, hacía honor a su segundo nombre y me comía las semillas como si fueran pancitos.

Atrapar luciérnagas

El día que los descubrió, mantuvo su mejor cara de asombro por un buen tiempo. Al rato, desempolvé mi manual de la niñez y me dispuse a agujerear la tapa de un frasco vacío para fabricarles un cubil a los bichitos de luz. Apagamos todas las luces de la casa, los guardamos para disfrutarlos por un rato y luego los liberamos para que sigan buscando pareja. ¡Adiós bichito de luz!

Jugar con bichos bolita

Nada más divertido que agarrar bichos bolita y hacerlos rodar. Ella los imita y se pone a dar vueltas sobre el césped del patio.

Recolectar lombrices

En mi infancia las buscaba para pescar. Ahora le enseño a mi hija a trasplantarlas hacia la huerta para mejorar el suelo de nuestras verduras orgánicas.

Alimentar a los sapos

Gracias al Sapo Pepe, mi hija juega al trencito saltarín copiando el movimiento de los rugosos anuros. De a poco la entreno en el extinto arte de alimentar sapos con los saltamontes que cazamos durante el atardecer.

Cosechar (y probar) frutillas silvestres

Esto es algo que nunca tuve la oportunidad de hacer en mi niñez. La encuentro a mi hija con los labios rodeados de residuos colorados, rápidamente encuentro el origen de los frutos, les saco una foto y los busco en internet. Respiro aliviado cuando me entero que son comestibles y me animo a seguir los pasos de mi hija.

No recuerdo haber probado en mi vida algo tan insulso y al mismo tiempo tan vistoso.

Brincar al otoño

¿Hay cosas más divertidas que saltar sobre colchones de hojas secas? Mi hija todavía no llegó a ese nivel, pero se desenvuelve muy bien salticando felicidad por las veredas alfombradas por las hojas ocres de los plátanos.

Lluvia del suelo

Habían pasado unos días de su primer cumpleaños y una tormenta feroz arruinó nuestros planes de pileta. Cuando amainó, le puse su piloto amarillo, la llevé a upa hasta la zapatería, le compré unas botas rosas talle 23, dejamos las zapas que tenía puestas en el negocio y nos fuimos a colonizar charcos de agua. Confieso que me dieron muchas ganas de volver a ser chico y acompañarla.

Y si, quedamos los dos con los pantalones teñidos de agua.

*Del Blog "Un día normal de un padre y su hija": Mamá se va a trabajar y papá trabaja en casa. Estas son las divertidas historias de aprendizaje de un padre y su hija.

Bebés El papá y el bebé