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Cuidados paliativos: ¿qué son y para qué sirven?

Los cuidados paliativos son aquellos cuidados integrales que recibe una persona que padece una enfermedad incurable, teniendo en cuenta los aspectos físicos, sociales y espirituales del paciente y de las personas que lo acompañan.

Cuando un paciente se encuentra en la fase final de una enfermedad terminal y cuando los tratamientos ya no le causan efecto, todavía queda algo para hacer: proporcionarle cuidados paliativos (CP), o sea, atenciones que -según el National Cancer Institute de los Estados Unidos-, apunten a brindarles paz, comodidad y dignidad. Estas atenciones se definen como integrales, lo que comprende el aspecto físico, social y espiritual del paciente, además de incluir a los familiares del mismo. El paciente típico de cuidados paliativos tiene un pronóstico de vida de 6 meses o menos.

El propósito de los CP es garantizar la mejor calidad de vida a las personas que padecen enfermedades que no tienen tratamiento curativo, lo que incluye principalmente el alivio del dolor y de otros síntomas derivados de la enfermedad y de los efectos secundarios de los tratamientos. En el caso del cáncer, deben ser implementados de forma continua y desde el mismo momento del diagnóstico. 

El acompañamiento y la atención de los aspectos emocionales, espirituales y sociales de las personas afectadas por patologías amenazantes de la vida, también es un aspecto central de los cuidados paliativos. Evitar las exploraciones diagnósticas y los esfuerzos terapéuticos que en función de la evidencia disponible no resultan claramente adecuados y útiles es otro imperativo esencial en la atención de las personas con diagnóstico de cáncer. Los profesionales de la salud deben trabajar en sociedad con el paciente y sus familiares, reafirmando y promoviendo su autonomía, haciéndolos partícipes del proceso de toma de decisiones terapéuticas. 

La implementación de cuidados paliativos implica necesariamente trabajo en equipo. Hay equipos de distinta naturaleza, el básico está formado por un médico y un enfermero, quienes no solamente se van a ocupar de todos los aspectos físicos del paciente, sino también del impacto de estos problemas en él y en su familia. 

En Argentina existen casi cien equipos de cuidados paliativos en hospitales públicos y en el sector privado. La Asociación Argentina de Medicina y Cuidados Paliativos nuclea a buena parte de estos profesionales. Por otra parte, desde el año 2000 los cuidados paliativos están incluidos en el Programa Médico Obligatorio (PMO), lo que facilita el marco legal para que la especialidad crezca, se desarrolle y pueda brindar soporte y sostén a los pacientes que están atravesando enfermedades que no tienen cura. 

Si bien las enfermedades terminales se asocian con el cáncer, hay muchas otras que requieren de CP:

  • Enfermedades neurologicas degeneartivas
  • Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)
  • Insuficiencia cardíaca
  • Insuficiencia renal
  • Insuficiencia hepática
  • SIDA
  • Autoinmune degenerativas
  • Ancianos

Los CP pueden ser domicilarios, ambulatorios o a través de la internación. El problema, en la Argentina, surge debido a que los médicos hacen la derivación a CP demasiado tarde, cuando ya no queda tiempo para aliviar al paciente. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cuidados paliativos cumplen varias funciones:

  • Buscan proporcionar alivio del dolor y otros síntomas disconfortantes en cualquier estadio de la enfermedad a través de tratamiento farmacológico y terapias complementarias.
  • Afirman la vida y consideran la muerte como un proceso normal que no debe acelerarse ni retrasarse.
  • Integran los aspectos psicológicos y espirituales del cuidado del paciente.
  • Ofrecen un sistema de apoyo para ayudar a los pacientes a vivir tan activamente como sea posible hasta la muerte.
  • Ayudan a la familia a adaptarse a la enfermedad del paciente y a su propio duelo.
  • Utilizan el trabajo en equipo para satisfacer las necesidades de los pacientes y sus familias, incluso en el seguimiento en duelo.
  • Aumentan la calidad de la vida y también puede influir positivamente en el curso de la enfermedad.
  • Son aplicables precozmente en el curso de la enfermedad, en conjunción con otras terapias que intentan prolongar la vida -quimio o radioterapia- e incluyen las investigaciones necesarias para entender y manejar mejor las complicaciones clínicas.
  • Los profesionales que trabajan en cuidados paliativos se ocupan del paciente –como persona, más que como enfermo- y también de sus seres queridos, porque cuando el diagnóstico es terminal, la familia necesita apoyo para atravesar el último tiempo de vida y la muerte de la persona cuando ya no está.


Por eso en las unidades de cuidados paliativos trabajan médicos, psicólogos, voluntarios y asesores espirituales que siguen en contacto con la familia después de la muerte del paciente, ofreciéndoles un espacio para plantear sus dudas y su dolor.

Y aunque el nacimiento es una etapa de la vida tan importante como la muerte, esta última sigue siendo un tema tabú, lo que a veces dificulta la acción de quienes trabajan en unidades de cuidados paliativos, que en algunos países no reciben el apoyo estatal que deberían.

Cifras en la Argentina

  • El dolor se ha transformado en una epidemia que amenaza al 10% de las personas al final de su vida.
  • El 15% de la población mundial utiliza el 93% de los opioides medicinales existentes.
  • Más del 80% de los pacientes con cáncer no tiene acceso a este tipo de analgésicos.
  • Más del 80% de la población mundial vive en países en los que es inexistente o insuficiente el acceso a fármacos para el tratamiento del dolor.
  • En América Latina sólo el 12% de los pacientes de grandes ciudades que necesitan cuidados paliativos, pueden acceder a los mismos. Este escaso porcentaje cae a cero cuando se trata de pacientes de zonas alejadas de centros urbanos.
  • Más de 3,3 millones de personas mueren sin tratamiento, con dolor moderado o severo por cáncer y HIV cada año.
  • El 99,9% de esas muertes se producen en países de bajos y medianos ingresos.