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Cuidados y consejos para manejar la ansiedad luego de una inseminación artificial o una Fertilización in Vitro

Tal vez las dos semanas de mayor ansiedad a lo largo de un tratamiento de reproducción asistida sean las que transcurren una vez realizada la inseminación intrauterina o la transferencia embrionaria después de un procedimiento de fertilización in Vitro.

Esos días en los que hay que aguardar pacientemente hasta poder realizarse la prueba en sangre (subunidad beta) que determinará si el ansiado embarazo se produjo, fueron bautizados por las pacientes de tratamientos de fertilidad como la “Betaespera”.

Mientras la transitan, deben intentar dominar su propia ansiedad y las de su entorno que, con las mejores intenciones, las llenan de consejos y tips.

Algunos de los mitos que suelen rondar durante esta espera son:

1) No se puede barrer, ni pasar el trapo, ni hacer la cama porque son actividades en las que se realiza involuntariamente fuerza abdominal.

En principio, existen miles de mujeres alrededor del mundo que no realizan tratamientos de reproducción y que llevan a cabo estas tareas con normalidad estando embarazadas. Por lo cual, las tareas domésticas, mientras no sean de gran esfuerzo, no están contraindicadas.

2) No se deben mantener relaciones sexuales, ya que el orgasmo provoca contracciones uterinas que no favorecen a la implantación.

Eso tampoco es así, hace algunos años un estudio en el que se comparó la tasa de implantación de las mujeres que tenían relaciones luego de la transferencia embrionaria con las que no lo hacían, demostró que la probabilidad de embarazo era la misma pero aquellas que tenían relaciones tenían un poco más de probabilidades de embarazarse de 2 embriones.

3) No se deben realizar baños de inmersión porque se disuelven las cápsulas de progesterona que habitualmente se utilizan en este período.

La vagina, donde se colocan las cápsulas de Progesterona, es una cavidad virtual por lo cual no entra agua en un baño de inmersión, pueden bañarse sin problemas.

4) No es aconsejable realizar deportes ni actividad física durante estas semanas.

No está bien realizar deportes competitivos, pero nadar tranquilamente, hacer spinning suave, etc, no genera nada malo en el cuerpo, al contrario: todas estas actividades hacen que las mujeres despejen su mente y piensen en otra cosa y eso sí ayuda.

5) Se deben evitar las escaleras

Lo que hay que evitar es subir una cantidad de pisos que generen un esfuerzo. Quedan excluidas las escaleras de la propia casa. Obviamente pueden subir a su cuarto, ¡no es necesario mudar la cama a la planta baja!

6) No hay que agacharse

El agacharse es una actividad considerada parte de la “vida normal”, que se recomienda. No produce inconvenientes para la implantación y desarrollo embrionario.

7) Se debe evitar levantar peso

Peso se considera, una vez más, aquel que genere un esfuerzo. Va a variar en cada persona. Por ej una levantadora de peso profesional puede cargar las bolsas del súper sin que esto le genere esfuerzo.

8) Hay que permanecer en reposo las primeras 72 hs post inseminación o transferencia y el resto de los días hay que tratar de llevar adelante un estilo de vida tranquilo.

Respecto a este tema existen múltiples publicaciones que demuestran que hacer reposo luego de la inseminación o transferencia de embriones no da ningún beneficio por lo cual lo mejor es no hacerlo. De hecho en muchas de las clínicas europeas las pacientes luego de la transferencia se levantan por sus propios medios, se van caminando al cuarto y se retiran inmediatamente; en dichas clínicas la tasa de embarazo es igual a las demás.

9) No se debe consumir alcohol ni tomar ningún medicamento.

Respecto a los medicamentos sabemos que hay algunos que no se pueden tomar ya que podrían generar perjuicios a nivel fetal. Pero otros son inocuos para el embrión y beneficiosos para la madre, sólo hay que consultar al especialista respecto a cuáles se pueden consumir y cuáles no.

El alcohol genera un poco de controversia, la realidad es que una medida de bebida alcohólica diaria no perjudica.

10) Se deben evitar las situaciones de estrés o de emociones intensas.

Claro! esto siempre debe evitarse incluso cuando la paciente no está en “betaespera”.

Lo mejor es intentar que esos 14 días sean felices porque esa energía positiva siempre va a resultar beneficiosa.

Además de los cuidados a nivel físico, desde el punto de vista psicológico también hay algunas recomendaciones:

Cuando la ansiedad es grande, no resulta sencillo elegir cosas placenteras, por eso, antes de iniciar el tratamiento, es muy útil armar una lista de aquellas cosas que, tanto a cada uno como a la pareja, les haga bien. El objetivo es realizar actividades que generen endorfinas que al menos por momentos aliviarán la ansiedad.

Preguntarse en algún momento del día "¿qué hice hoy por mi?”, si la respuesta es “nada, solo trabajé, cumplí y estuve nerviosa”, habrá que buscar inmediatamente algo gratificante.

Caminar, estar en contacto con la naturaleza. Escuchar música (leer a veces es difícil ya que la misma ansiedad dificulta la concentración).

Romper lo máximo posible con las rutinas diarias, por ejemplo: si siempre se va al trabajo por el mismo camino, cambiar el recorrido, seguro van a aparecer cosas diferentes para mirar.

Saber que se tiene derecho a elegir todo aquello que resulte reconfortante. Pensar si prefieren compartir estas semanas con familiares y amigos o solos en la intimidad de la pareja.

Saber que hay cosas inevitables, que tienen que ver con sentir que se lleva el control y que generan más ansiedad, por ejemplo ir al baño constantemente para comprobar si llegó o no la menstruación así como inspeccionar el cuerpo para observar si existen cambios.

Es muy importante y sobre todo gratificante armar una agenda de 14 días durante los cuales aquellas cosas que siempre se postergan para más adelante ocupen un lugar con horario en el día a día, y si resulta bueno, incorporar esto como un aprendizaje para la vida.

Estar atentos a esos pensamientos negativos respecto al resultado, si no se pueden correr de la cabeza, hay que generar movimientos, hacer un café, batirlo, comer un pedacito de chocolate amargo, salir a dar una vuelta manzana, etc. La idea es que luego de estos movimientos, el pensamiento se haya modificado o aliviado al menos por un rato.

Hay que saber que las pequeñas cosas que se pueden hacer por uno pueden generar grandes cambios en la manera de abordar un tratamiento y transitar la “betaespera”.


Asesoraron: Dr. Fernando Neuspiller, Director Clínico de IVI Bs. As,
Dra. Natalia Fernández y Lic. Claudia Azar, psicóloga del equipo IVI Bs. As

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