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Diálogo entre padres y adolescentes

¿O quizás deberíamos titular esta nota: no diálogo?; ¿Qué cambios se producen en esta etapa que dificultan o modifican la comunicación?


Es interesante recordar que "adolescere " significa: crecer, no sufrir.

Es la etapa de la vida (segunda década) donde se producen los cambios corporales de los que uno empieza a tener conciencia como nunca antes y nunca después.

En este momento aumentan 8 veces el estrógeno y 18 veces la testosterona. Los chicos dejan de ser chicos, y crecen de abajo para arriba, primero quedan chicas las zapatillas luego corto el pantalón. En el momento del estirón, la altura de los varones aumenta entre 6,5-12,5 cms y el peso:6-12,5 kg!. En el caso de las mujeres la altura aumenta 6-10,5 cms y el peso entre 5,5-10,5 kg.!

Comienzan cambios en la sexualidad, se perfilan los roles de genero, tendientes a la construcción de la identidad sexual. Los adolescentes se preguntan en silencio: quién soy, qué y quién me atrae, cómo actúo y cuándo debo tomar decisiones.

Cobra especial importancia el concepto de “ autocuidado”, cuyo ejercicio depende de experiencias previas de la infancia. Es acá donde se prueba cuánto se valoran, y la importancia de la autoestima en el cuidado de la salud.

Los adolescentes empiezan a separarse de los padres, incursionando con otros adultos guías y pares en la calle. Se encuentran más solos.

Hacen su aparición las “conductas de riesgo”. Estas son conductas voluntarias, que implican la probabilidad de un daño futuro pero que al mismo tiempo constituyen la solución o alivio al malestar, produciendo un beneficio inicial y perjuicio posterior; por ejemplo tomar alcohol en exceso o hacer dieta sin supervisión médica.

El pensamiento sufre cambios por la maduración neurológica y el aporte de nuevas experiencias, sin embargo todavía el repertorio verbal es pobre.

La idea de futuro no siempre es clara pero se desarrolla la capacidad de planificar y organizar.

Es importante en esta etapa promover las ideas de participación y responsabilidad, que constituirán factores de promoción de la salud, en un sentido integral.

Todavía continúa vigente una lógica propia más del “ todo o nada” que del espectro de grises. El idealismo y la omnipotencia sumados a la rebeldía hacia el mundo adulto tiñen muchas conductas.

Se observa un movimiento pendular de independencia y dependencia con los padres.

Esto determina que ante ciertas situaciones amenazantes el adolescente no pida ayuda al estilo adulto sino que actúe, intentando llamar la atención para recibir orientación, apoyo y protección.

Estos pedidos de ayuda (dejar un cigarrillo de marihuana, una cefalea pertinaz, hacer dieta) no siempre son interpretados correctamente por los adultos.

Es por eso que el diálogo es un diálogo complejo, enriquecido por actos y no sólo por palabras.

La mayoría de los adolescentes, 80 por ciento, transitarán esta etapa sin problemas manteniendo la comunicación y el resto requerirá ayuda profesional.

Pero no todo está del otro lado, también en este encuentro cotidiano nuestras orejas pueden tener tapones: crisis vitales, problemas económicos, desorientación y pueden no encontrarnos como interlocutores válidos.

La familia se encuentra sobrepasada por la realidad social.

Los valores y la autoridad jaqueados, encuentran a los padres confundidos; si a ello se suman los desacuerdos en la pareja, la desorientación se acrecienta.

Los padres como cuidadores y guías enfrentan el difícil lugar entre el "afuera" y los adolescentes. Diariamente nuevas prácticas sociales los confrontan sobre qué autorizar y qué prohibir.

El rumbo a seguir se basa en todo aquello que es bueno para que el adolescente crezca y pueda desarrollar su potencial, más allá de que en el presente inmediato esto le agrade o no.

Los padres debieran mirar siempre el futuro, aunque sin dejar de considerar el presente.

El diálogo es siempre una construcción dinámica de a dos.

En esta realidad aceleradamente cambiante, el desafío es que todos los adultos trabajemos juntos para construir ambientes o contextos favorables para los jóvenes.

Quizás la experiencia más apasionante de nuestro existir sea este encuentro intergeneracional que provoca la confrontación de dos lógicas y nos permite enriquecer nuestra lectura de la realidad acercándonos más a la verdad.

Ojalá podamos...

Adolescentes Psicologia, educación y familia