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Diabetes Mellitus en la infancia

La Diabetes Mellitas es la más frecuente de las enfermedades endocrinológicas en el niño. La diabetes es una parte de la vida……no la vida.

El presente resumen tiene por intención despertar inquietudes orientar y asesorar acerca de la enfermedad desarrollando el tema en forma accesible conservando la rigurosidad científica.

Existen servicios a cargo de equipos multidisciplinarios en todos los hospitales pediátricos y en muchos servicios privados, públicos y de obras sociales en los que se deberá efectuar la consulta correspondiente.
  

La Diabetes Mellitas es la más frecuente de las enfermedades endocrinológicas en el niño.

La diabetes es una parte de la vida...no la vida.

La Diabetes Mellitus Tipo 1 es una enfermedad crónica, incurable, caracterizada por la destrucción parcial o total, de las células B de los islotes de Langerhans del páncreas, con la consecuente incapacidad de producir insulina.

Representa del 0,1 al 0,25% de la población general. Se da casi por igual en ambos sexos. Es muy poco frecuente en los primeros meses de vida.

En Argentina se da de 6 a 10 casos en 100,000 niños.

Frecuentemente no existen antecedentes familiares.

Este proceso de destrucción puede llevar meses o años, apareciendo la enfermedad en forma evidente cuando queda aproximadamente  20 % de tejido sano funcionante.
 
Se trata de una enfermedad de base genética, con un marcador de susceptibilidad que necesita de la acción de un factor desencadenante aún “no definido con certeza” (ambientales, tóxicos, virales, alimentarios, etc.) para poder manifestarse.

Hay evidencias que las causas de daño celular se deben a una autoinmunidad, con destrucción de células Beta del Páncreas, presentes en los islotes del mismo, de los que ya hablamos.

Autoinmunidad es una situación patológica en la que se produce una agresión de los propios tejidos del paciente. Es un grupo grande de enfermedades y algunas de ellas se asocian simultáneamente con DBT tipo 1, a veces.

Existe una situación poco frecuente, pero en franco aumento, que es la diabetes tipo 2 en niños, vinculada con el sedentarismo, los malos hábitos de alimentación y la obesidad. En esta no hay autoinmunidad y si antecedentes familiares, constituye una enfermedad diferente a la DBT tipo 1, y se trata de otra forma.

La insulina, es una hormona indispensable para la vida, entre otras funciones es indispensable para permitir que la glucosa (es la fuente de energía en la que se transforman los alimentos ó es producida por el organismo), se introduzca en las células para ser utilizada, manteniendo su valor en niveles normales (70 a 110 mg%).


La falta de insulina trae varias consecuencias:

  • La acumulación de glucosa en sangre (hiperglucemia).
  • La falta de glucosa en los tejidos, con la consiguiente falta de combustible, situación parecida al ayuno prolongado, esto genera liberación de otras hormonas que le son contrarias a la insulina.
  • Hay glucógenolisis (utilización de glucógeno de los depósitos para producir glucosa).
  • neoglucogénesis (utilización de las proteínas propias, para producir glucosa), con fundimiento de masa muscular, y la consecuente debilidad y adelgazamiento.
  • Se produce deshidratación por perdida excesiva de sales y agua, y se hace notable por la sequedad de piel y mucosas y los ojos saltones.
  • Esto trae polifagia (mucho apetito), polidipsia (mucha sed) y poliuria (mucho orinar).
  • Comienzan a digerirse las propias grasas y sus derivados se acumulan en la sangre (cetosis) y se eliminan por orina (cetonuria).
  • Sigue ciertos procesos de agravamiento, que no especificaremos aquí para no alarmar aún más.

Toda esta secuencia no es fatalística, y puede ser abortada en cualquiera de las etapas. Requiere un diagnóstico rápido y una intervención de su médico diabetólogo.

Manifestaciones Clínicas

Las manifestaciones clásicas son: cansancio injustificado, poliuria (a veces se nota como enuresis: hacerse pis en la cama, que ya no pasaba), polidipsia, polifagia, astenia (cansancio), pérdida de peso, cambios del caracter y visión borrosa.

Podemos decir que hay un periodo preclínico y otro clínico.

1. Período pre-clínico

Como explicamos antes, el paciente puede permanecer sin los síntomas antes mencionados, a pesar de que el daño del páncreas continúa produciéndose. Los síntomas clásicos se presentan cuando se ha perdido aproximadamente el 80% de las células beta.

Este periodo de tiempo hasta que se nota la  enfermedad oscila entre 1 y 6 semanas.                                                                                                                    

2. Período clínico

Los síntomas se presentan ahora de manera constante.

Diagnóstico

Se confirma el diagnostico, de acuerdo con la normatización internacional, con los síntomas y signos explicados y:

  • Glucemia en plasma venoso superior a 200 mgldl en cualquier momento
  • ó glucemia en ayunas mayor de 126mgldl.
  • En chicos dudosos, por síntomas no claros, vagos e imprecisos u otras causas y antecedentes, que según criterio del pediatra lo justifique, se debe hacer una glucemia en ayunas y otra 2 hs. después de una sobrecarga con glucosa (curva tolerancia a la glucosa). Se podrá en ocasiones, indicar un desayuno de prueba, compuesto de leche, azúcar y galletitas, para reemplazar la anterior.

Tratamiento

Se recomienda que todo paciente con Diabetes de reciente diagnóstico, sea referido a un Centro de Diabetes para niños y adolescentes para su evaluación, educación e indicación de tratamiento integral, por el equipo interdisciplinario especializado.

En caso de no existir un centro de estas características en la zona, será derivado a un especialista en Diabetes de adultos con experiencia en niños y adolescentes.

El tratamiento consiste en:

  • Insulina, la base del tratamiento es el reemplazo de su deficiencia,  y es indispensable para la vida (existen varios tipos, algunas muy novedosas, solo su diabetólogo podrá indicarlas).
  • Actividad física, con la única excepción de los deportes riesgosos y/o solitarias (buceo, paracaidismo, etc.).
  • Plan de alimentación
  • Apoyo psico-emocional. Se deberá incluir siempre los maestros en dicho apoyo.
  • Educación diabetológica, para el niño, su familia y convivientes, en manos de un equipo nterdisciplinario.

Objetivos del tratamiento:

  • Lograr una vida normal del niño ó adolescente, evitando trastornos emocionales.
  • Mantener el crecimiento y desarrollo según el potencial genético y las posibilidades del medio ambiente. 
  • Evitar las complicaciones agudas, descubriendo precozmente los síntomas de alarma (hipoglucemia, cetoácidosis).
  • Prevenir o retrasar la aparición de complicaciones crónicas (retinopatía, neuropatía, etc.), que pueden evitarse.

Para lograr estos objetivos es indispensable mantener un control metabólico lo más cercano posible a lo Normal, con un plan de tratamiento que preserve la calidad de vida del niño.

Se recomienda lograr glucemias lo más cercanas posibles a la normalidad sin producir hipoglucemias, situación no fácil de lograr frecuentemente.


Una anécdota: todos los años se entrega una medalla a aquel paciente con diabetes tipo 1 que cumple 50 años de antigüedad en su enfermedad sin complicaciones.  Y felizmente siempre hay a quién entregársela.  Ese es el objetivo.

Remisión o luna de miel:

Aparece de 1 a 3 meses después del comienzo, dura meses, puede llegar a 2 años.

Unos 2/3 de los pacientes la presentan, y es mas frecuente en los varones.

Lamentablemente es un periodo transitorio y no significa la curación, no se debe bajar la guardia y debe continuar controlado por el equipo tratante.

Una herramienta actual, muy importante es  la hemoglobina glicosilada como elemento de control de evolución metabólica, análisis de laboratorio, que solo el medico tratante podrá evaluar.

Otra es el automonitoreo con tiras reactivas, una clave del tratamiento, cuya frecuencia será según indicación del diabetólogo, implicando, a veces ciertas correcciones en la terapéutica, transitorias o permanentes.

Se aconseja una medalla identificatoria.

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