Duraznos: recetas para aprovechar al máximo esta fruta de verano
En platos dulces y salados, el durazno aporta ese toque de sabor que lo caracteriza. Mirá estas recetas para incorporarlo en la mesa familiar y en la dieta del bebé.
Es una de las primeras frutas que se le dan a los bebés cuando empiezan a comer sólidos, porque es de muy fácil digestión: la mayoría de los pediatras ya lo recomienda a los 6 meses, y otros a los 7.
Delicioso y versátil, el durazno puede utilizarse en platos dulces y salados que se convierten en “agridulces” (la carbonada, ideal para el invierno, es el caso más emblemático). Solo, es una opción para poner bien a la vista en la frutera y estimular a los chicos a comer fruta. Ahora es la época de aprovecharlos frescos y dulcísimos, pero también se los puede consumir en lata o en forma de orejones.
Además de ser riquísimo, el durazno tiene muchas propiedades que vale la pena tener en cuenta: actúa como antioxidante por su contenido de vitaminas A, C y E, con lo cual contrarresta la acción de los radicales libres, evita el envejecimiento prematuro y es bueno para prevenir enfermedades degenerativas como las cataratas, etc. También ayuda a reforzar las defensas del sistema inmune y disminuye el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares.
El durazno es rico en minerales: el potasio es bueno para regular la presión arterial, el fósforo es valioso para el sistema nervioso y el cerebro y el magnesio es útil contra los estados de cansancio, ansiedad y estrés.
Aquí, recetas para incorporarlo en distintas comidas:
Ensalada fortificada: una opción deliciosa con orejones de durazno. Ver receta
Postre de duraznos: fácil, light y sin cocción… ¿qué más se puede pedir? Ver receta
Duraznos rellenos con ricota: una propuesta original para el postre. Para el bebé, si ya puede comer ricota, se puede hacer un puré de ricota y durazno. Ver receta
Duraznos en almíbar caseros: el bebé puede comerlos a partir de los 7 meses. Ver receta
Helado casero de durazno: el bebé puede comerlo a partir de los 7 meses. Ver receta
Gelatina con duraznos: se la podemos dar al bebé desde los 6 o 7 meses, según la opinión de su pediatra. Ver receta
Duraznos asados con frutas secas y helado: una delicia que va a sorprender a todos. Ver receta
Torta helada de crema y duraznos: la evolución de los duraznos con crema, ideal si alguien cumple años en vacaciones y no queremos prender el horno. Ver receta
Duraznos merengados para diabéticos: para que nadie se quede sin postre. Ver receta
Para bebés
Puré agridulce para bebés: un sabor diferente para los más chiquitos de la familia. Ver receta
Compota de frutas con durazno: para el bebé… y un postre rico para todos! Ver receta
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