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El efecto Mozart en los bebés

La música de Mozart produce un efecto dual que beneficia enormemente a los bebés: los relaja y los mantiene atentos al mismo tiempo, siendo este el mejor estado para el aprendizaje.

En la Universidad de California, desde hace veinte años, se estudian patrones musicales y se observa el efecto que producen. Durante los años ochenta y noventa las revistas científicas de todo el mundo comenzaron a publicar los estudios que demostraban que la música: modifica la estructura del cerebro en desarrollo del bebé en gestación (entonces los obstetras y las obstétricas comenzaron a recomendar a las embarazadas que escucharan regularmente música tranquila y relajada); que los bebés reconocen y prefieren la música que oyeron en el vientre de sus madres; que el coeficiente intelectual aumenta en los niños que reciben instrucción musical regularmente; que la música alivia el estrés, favorece la interacción social, estimula el desarrollo del lenguaje y mejora las habilidades motoras de los niños pequeños. Los patrones fijos de las composiciones musicales, dentro de los cuales surgen nuevos elementos con los que se puede interactuar libremente, son un legado inmejorable que nos deja la música para unas cuantas áreas de la vida.

Pero además, en la Universidad de California, observaron que la música de Wolfgang Amadeus Mozart, ingeniosa y simple a la vez, posee propiedades únicas por lo que funciona mejor que la de otros compositores, dando origen a la expresión Efecto Mozart. En los últimos años, se han realizado numerosos estudios analizando el fenómeno. Los ritmos, las melodías y sobre todo las frecuencias de los patrones únicos en sus composiciones estimulan y potencian las regiones creativas y motivadoras del cerebro. Esta música, misteriosa y accesible a la vez, que por sobre todo no contiene astucia, produce un efecto dual que beneficia enormemente a los bebés: los relaja y los mantiene atentos al mismo tiempo, siendo este el mejor estado para el aprendizaje.

Además es sabido que la música puede reflejar las emociones de los niños, medio comprendidas y que los ayuda a aprender a expresar lo que sienten. La música habla un lenguaje que los niños entienden instintivamente. Por ello, darle a nuestros hijos la posibilidad de crecer y aprender rodeados de música es darles un legado invalorable para su desarrollo.

Estimulación temprana y desarrollo