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El orgasmo femenino

Muchos mitos y fantasías se han ido construyendo alrededor del orgasmo femenino desdibujando su verdadero rol en la sexualidad y hasta provocando problemas en la pareja. Ante la duda vale preguntarse ¿Qué es un orgasmo? ¿Cómo se logra? ¿Qué se siente? ¿Qué pasa si no se llega al orgasmo?

A nivel físico, en las mujeres el orgasmo consiste en contracciones rítmicas de los músculos que rodean la vagina y del propio útero. Suena sencillo, sin embargo, en muchos casos alcanzarlo es una tarea bastante ardua y hasta imposible para algunas mujeres.

La estimulación necesaria para provocarlo proviene del clítoris, aunque en casos excepcionales algunas mujeres llegan al orgasmo a través de la estimulación de los pechos o producto de fantasías eróticas.

Si bien cada mujer vive el orgasmo de manera diferente, para todas este momento implica un goce corporal y psíquico intenso e inconfundible. Y en cuanto a la cantidad, no existe un número que determine mayor o menor goce, ya que hay mujeres para las que un solo orgasmo durante una relación sexual es suficiente y plenamente satisfactorio, mientras que para otras es necesario lograr varios orgasmos para obtener la satisfacción deseada.

También algunas mujeres necesitan más tiempo para lograrlo mientras que otras lo hacen en pocos minutos. Para muchas, alcanzar un orgasmo no sólo es placentero sino que además es un paso imprescindible durante la relación sexual, mientras que para otras el orgasmo pasa a un segundo plano y es la cercanía afectiva, el contacto corporal, el poseer y ser poseídas lo que le da sentido e importancia a la relación sexual.

Esto implica que no existe un manual único y universal del orgasmo y el disfrute sexual femenino. Cada mujer lo vive a su manera así como también ubica al orgasmo en distintos puestos dependiendo la importancia o preponderancia que tenga para ella en el plano sexual.   

Sin embargo, el orgasmo es único en sí mismo, se produce en la zona de la vagina donde hay más terminaciones nerviosas. Puede producirse por estimulación directa de las partes visibles del clítoris y por penetración en la vagina, teniendo en cuenta que con la penetración siempre se estimula la estructura del clítoris. Para lograrlo existen algunas claves o secretos que pueden ayudar:

  • Atreverse a los juegos eróticos y a los mimos
  • Cuidarse y no temer quedar embarazada sin desearlo
  • Sentir seguridad y confianza en el compañero, aunque no se trate de una pareja estable
  • Tener ganas de gozar
  • Contar con un espacio físico y psíquico destinado al placer


La sexualidad y el autoconocimiento


Dejando de lado los tabúes o prejuicios que se puedan tener, atreverse al autoconocimiento ayuda a enriquecer la vida sexual de una mujer. Nada mejor que conocer los tiempos y deseos propios para poder descubrir qué es lo que provoca placer, cuáles son las caricias indicadas y cuál es la estimulación más deseada.

Conociéndose a una misma se puede guiar al otro, ayudarlo a brindar placer y a tocar los puntos exactos para lograr la excitación y para llegar al orgasmo. En pocas palabras, el autoconocimiento es sinónimo de disfrute.

Si bien puede que haya situaciones traumáticas o dolorosas que inhiban la posibilidad de llegar al clímax o de sentir placer, estas pueden no ser eternas. Ante una situación afectiva y cuidadosa, las posibilidades de sentir placer aumentan y ante la estimulación indicada, el orgasmo se hace inminente.


¿Orgasmo = Penetración?


En muchos casos no se puede concebir el placer sin penetración y por eso se lo vincula necesariamente con el orgasmo. Sin embargo, sólo un 35 por ciento de las mujeres llega al orgasmo a causa de la penetración o cópula, teniendo en cuenta que es siempre la estimulación directa o indirecta del clítoris la que lo desencadena.

Es decir que la penetración por si sola no alcanza para producir la estimulación necesaria para que el orgasmo se desencadene. Hay mujeres que tienen un orgasmo sólo producto de la estimulación de la zona del clítoris y de los labios menores -un 50 por ciento aproximadamente-, otras por caricias en los pezones,  otras por caricias en el Monte de Venus (zona que comienza a  4 o 5 centímetros por debajo del ombligo, donde se encuentra el vello púbico) o por estimulación en la zona anal.


Terapias sexuales: ¿Qué pasa si no llego al orgasmo?

Hay mujeres que pasan su vida entera preguntándose si alguna vez sintieron un orgasmo o fingiéndolo para no alterar la vida sexual de la pareja, sin saber que esta situación tiene una solución sana y real.

Las causas de la anorgasmia son por lo general de orden psicológico. La más frecuente es la ansiedad relacionada con la expectativa del orgasmo y la autovigilancia en las relaciones  sexuales, que implica no permitirse o no recibir suficiente estimulación clitoridiana y/o no conocerse a través de la masturbación.

Y es a través de las denominadas terapias sexuales, psicoterapias focalizadas, breves y de resolución sintomática, que se trata de lograr la entrega de la mujer a la experiencia sexual sin temores ni culpa, cambiando el sistema sexual con el cual se mueve para de esta manera ayudarla a reencontrarse con el placer propio o descubrirlo.

Este tipo de terapias intentan crear un ambiente no exigente, relajado y sensual en el que se puedan llevar a cabo por ejemplo ejercicios muy sencillos de autoestimulación que le permitirán a la mujer conocer mejor su cuerpo y aprender a estimularse de manera tal de conseguir con regularidad el orgasmo.

Posteriormente ella podrá mostrarle a su pareja de qué manera necesita ser estimulada, primero por masturbación, y más tarde en posturas amatorias que permitan complementar el estímulo manual con el coital.
 
Entre los complementos que se pueden sumar a este tipo de terapias están las técnicas de relajación mediante el uso de la respiración –individualmente-, masaje sensual de relajación en pareja, técnicas para mejorar la comunicación, psicoeducación otorgando información sexual relacionada con métodos de estimulación efectiva, tareas de excitación sin penetración, ejercicios de Kegel, entrenamiento para usar la fantasía erótica, etc.

Es fundamental que las mujeres sepan que son responsables de su propio placer. Al conocerse a si mismas y poder comunicarle estos conocimientos a su pareja, guiándola, fomentarán el disfrute y contribuirán a una buena vida sexual.



Asesoró: Lic. Diana M. Resnicoff
Psicóloga clínica. Sexóloga clínica.