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El segundo embarazo: dudas más frecuentes

Nuevas ilusiones, ansiedades y miedos pueden aparecer en un segundo embarazo. ¿Tendré los mismos síntomas? ¿Puede haber complicaciones? ¿El parto será más fácil?

Aspecto emocional


Un segundo embarazo también genera ansiedades y dudas, tal vez distintas o menos que en el primero, pero esas sensaciones siempre están. A esto se le agrega el hecho de que hay que cuidar al hermanito, que si es chico demanda mucha atención, y de que hay que aprender a sobrellevar los famosos "celos de hermano mayor".

Por eso, lo mejor es tomárselo con la mayor calma posible, tratar de descansar pidiéndole ayuda a algún familiar o a la pareja para que cuiden al niño y evitar las tareas que no sean indispensables, sobre todo en los primeros meses de embarazo cuando el cuerpo necesita descansar constantemente.

En cuanto a los cambios en el estado de ánimo, las hormonas hacen de las suyas en cada embarazo, pero las mujeres suelen estar más preparadas porque ya lo vivieron en el primero y saben de qué se trata.

Si el primer embarazo fue complicado, puede existir el miedo de que el segundo sea igual, en este caso conversar con el médico y pedir apoyo psicológico si los miedos son muchos, siempre es útil. Asistir a clases preparto para charlar con especialistas y madres, a algún grupo de mamás o charlar con amigas con hijos es una manera de aliviar los temores.

Con respecto al parto, hay mamás que a medida que se acerca la fecha probable sienten más ansiedad o miedos al estar más conscientes de lo que se trata, aunque también hay mamás que lo viven con más calma esperando tener más protagonismo esta vez y vivenciar el parto de una manera más presente y segura que en el primero.

 

Aspecto físico


Hay madres que tienen los mismos síntomas que en su primer embarazo: náuseas, mareos, etc. y hay otras madres que los sienten más intensos o que directamente no los tienen. Esto es muy variable y no hay una regla general para todos los casos.

Lo que sí puede suceder es que molestias como el dolor de cintura, espalda, pelvis, edemas, etc. sean más intensas porque el cuerpo ya pasó por un primer embarazo y eso implica cierto desgaste, sobre todo si además pasaron unos años entre un embarazo y otro.

Otra cosa que puede suceder es que la panza asome más temprano porque los abdominales están más laxos a raíz del primer embarazo. También, las contracciones llamadas de Braxton Hicks (que no son las de parto), pueden presentarse con mayor intensidad en un segundo embarazo, sobre todo en días de mucha actividad, porque el útero “tiene memoria” y se contrae con más facilidad.

La buena noticia es que los movimientos del segundo bebé suelen sentirse mucho más temprano que los del primero (alrededor de la semana 16).

 

¿El parto es más fácil?


Cuando el primer parto fue vaginal o fue cesárea, pero con un trabajo de parto avanzado, el segundo parto suele ser mejor porque el cuello del útero ya está ablandado, aunque hayan pasado muchos años desde el primer nacimiento. Esto puede hacer que sea más rápido. Generalmente, una hora de contracciones rítmicas cada 5 minutos es suficiente para que comiencen los cambios en el cuello del útero y para que la futura mamá llamé al médico o vaya al sanatorio.

También el canal de parto y la vagina están más preparados en un segundo parto vaginal ya que no es la primera vez que un bebé pasa por allí. Todo esto, sumado a que la madre está más preparada para pujar con eficacia, hace que el trabajo de parto y el nacimiento sean más sencillos. Aunque por supuesto que existen excepciones y muchas veces dependen de cómo haya sido el primer parto (si fue rápido o no, si la mamá tardó en dilatar, etc.).

En cuanto a una segunda cesárea, los médicos suelen hacer el corte sobre el mismo lugar, eliminando la cicatriz anterior, lo que puede ser una “ventaja estética” si la primera cicatriz quedó abultada o con algún defecto, ya que de esta forma desaparece dando lugar a una nueva. Con respecto al riesgo en una segunda cesárea, depende del tiempo transcurrido entre gestaciones (lo más recomendable es esperar entre 12 y 18 meses), el tipo de incisión (la vertical representa un mayor peligro, aunque hoy en día la horizontal suele ser la más utilizada), si existió alguna complicación en la cesárea anterior y de la localización de la placenta.

Los médicos suelen indicar a las madres, aunque no sean primerizas, que hagan el curso de preparto sobre todo si en el parto anterior no rompieron bolsa o si fue cesárea y ahora van por un parto vaginal, más que nada para que cuenten con toda la información y sepan cuándo llamar al médico o ir al sanatorio. Estos encuentros con otras madres y parteras también pueden servir para hablar sobre los miedos, porque haber pasado por un parto, saber cómo es, puede generar nuevos temores, sobre todo si la primera experiencia no fue buena.

- El hermanito y el parto: esto merece un apartado especial, porque en un segundo embarazo los padres deberán evaluar y organizar con quién se puede quedar el hermanito cuando comience el trabajo de parto, o, si lo desean o no tienen quien lo cuide, consultar con tiempo en el hospital o sanatorio si el niño puede ir con la mamá cuando se interne.

Lo ideal es que, si alguien lo va a cuidar, el niño se quede en su casa, con sus cosas, para estar más tranquilo y seguir con sus rutinas habituales hasta que sus padres regresen.

Complicaciones


La diabetes gestacional y la colestasis son condiciones que pueden repetirse en un segundo embarazo. Por eso, si se presentaron en el primero es importante conversarlo con el médico. Lo bueno es que al haberlas padecido ya, la futura mamá y el obstetra saben cómo es el tratamiento y cómo reacciona el organismo a él.

En el caso de la preeclampsia, aumenta el riesgo de que se repita en un segundo embarazo si se tuvo en el primero, pero esto no significa necesariamente que vuelva a suceder. Tomarse la presión en cada control y consultar al médico ante síntomas como dolor de cabeza, problemas en la visión y dolores bajo las costillas, sobre todo si se presentan después de la semana 20 de embarazo, es fundamental para detectarla a tiempo.

 

Si el anterior fue prematuro


Haber tenido un parto prematuro anteriormente aumenta las posibilidades de tenerlo en un segundo embarazo, por eso, los controles suelen ser más seguidos ya que a este embarazo se lo considera de alto riesgo.

Es importante tratar de identificar junto al médico las causas del parto prematuro.  En el caso de que se sepa o se sospeche que la causa fue una insuficiencia cervical (incapacidad del cuello uterino para mantenerse cerrado hasta el final del embarazo), en este segundo embarazo el médico realizará un cerclaje, que consiste en cerrar el cuello del útero con un punto de sutura hasta que el embarazo llegue a término o empiecen las contracciones. En este caso, lo más seguro es que se indique reposo absoluto.

Nunca está de más saber cuáles son los síntomas de un parto prematuro.

Asesoró: Dra. Marisa David, gineco-obstetra

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